Duki pone en 'modo diablo' el Palau Sant Jordi de Barcelona

Desde su primera etapa como freestyler, Duki ya apuntaba maneras despuntando al Quinto Escalón, una de las más reconocidas competiciones de rap argentino. El año 2016 se proclamó campeón, cosa que provocó su primer pico de popularidad. Pero fue en el 2019, cuando publicó su primer álbum en solitario, Súper sangre joven, que se convirtió en el referente del trap que conocemos hoy día. Este disco incluye el tema Goteo, considerada una de las mejores canciones de la historia de la música urbana y nominada a los Grammys Latinos del 2020. El álbum además fue certificado platino a argentina. Solo un par de años después, en el 2021, el trapero argentino sacó su segundo álbum, Desde el fin del mundo, el cual posicionó como número uno en álbumes digitales argentinos. Este mismo año, Duki se convirtió en el artista más escuchado a nivel mundial de Spotify. Entre el 2021 y el 2022, ha lanzado una serie Eps nombrados Temporada de reguetón. Con solo 26 años, este artista argentino ha saltado a la fama con sus melodías pegadizas y los versos con mensajes reivindicativos y sentimentales, posicionando como uno de los máxima exponentes del trap en castellano.

Volante muy alto

Su popularidad también ha llegado a Barcelona, y este fin de semana ha quedado demostrado con una doble cita al Palau Sant Jordi, viernes y sábado. Viernes, con el recinto olímpico casi plé, Duki empezó la velada al ritmo de Givenchy, el singel del último Ep. Durante todo el concierto, el artista argentino estuvo pendiente del público, llegando a parar el bolo tres veces para pedir que se abriera un pasillo para dejar salir a personas que se sentían indispuestas y hacerlas llegar en un lugar seguro y con la atención correspondiente. Eso provocó que el ritmo del inicio del concierto fuera interrumpido, aun así, la gente estaba entregada al artista llamando y bailando canciones como: Si te sentís sola, Pininfarina, Volando bajito... Él, en cambio, nos hacía volar muy alto.

Historia del trap

El artista estaba acompañado de una banda formada por el batería, el bajista y el guitarrista, quien también toca el teclado. Cantaba entre llamas y la puesta en escena se basaba en los efectos audiovisuales que aparecían en las tres grandes pantallas tras de él. Fue este fuego que surgía del escenario el que nos incitó a entrar en el "modo diablo". Duki nos indicó que ahora era cuando empezaba "la salsa", y así fue. El concierto va transfórmate y cogió un ritmo infrenable. Empezando con la subida en el escenario de Dano "el mejor rapero de habla hispana" según Duki, y siguiendo con hits del artista como Top 5, Si quieren frontear, Marisola y Antes de perderte. El Palau se llenó de linternas ya que el joven artista argentino le dedicó una canción a su padre. Entrando en la recta final, Duki tocó la esperada sesión con BZRP seguida de Hello Cotto, para acabar el concierto con Goteo, Malbec y She don't give a fo, canciones que pertenecen a la historia de trap y donde el Palau Sant Jordi se dejó la voz.