Cuando el 15 de septiembre de 2008 el banco de inversiones Lehman Brothers quebró, Maria Ribot (Manresa, 1990) y Jordi "Jet" Serra (Manresa, 1990) tenían diecisiete años, mientras que Queralt Guinart (Moià, 1996) acababa de cumplir doce. Aquel día, sin que ni ellos ni casi nadie lo sospechara, los hijos de la generación nacida en el umbral de los Juegos Olímpicos de Barcelona y que ya fregaba la mayoría de edad estaba a punto de cambiar una vida construida entre cuidados, privilegios y cojines de espuma por otra llena de rabia, precariedad y pelotas de goma.
El mundo, en efecto, ya nunca más volvería a ser igual, por eso todas las promesas de futuro con las cuales se habían educado miles de jóvenes catalanes durante años de abundancia se iban al garete, lentamente, mientras en paralelo quebraban los paradigmas con los cuales habían crecido: quizás con estudiar no sería suficiente para tener trabajo, quizás con tener trabajo no sería suficiente para tener una casa y quizás con tener una casa no sería suficiente para poder pagar la calefacción. Quizás con hacer todo aquello que les habían dicho que hicieran para tener lo que querían, pues, no sería suficiente para vivir con el confort de aquella infancia 'de dissabtes al Pryca i diumenges a l’Imax' en la que se habían criado.
Entre la goma y la espuma
Más de una década después de aquella crisis, Jo Jet i Maria Ribot de un lado, y Kerrature del otro, son los respectivos proyectos artísticos de aquellos tres jóvenes que han asumido una cosa impensable hace quince años y absolutamente aceptada hoy: nunca vivirán tan bien como sus padres. Eso es lo que dice Gomaespuma, la canción de autoría compartida que los dos grupos presentaron hace pocos días: un miniproyecto común que tiene todos los ingredientes para considerarse un himno generacional de las 'filles socials de Jordi Pujol, del Pacte del Majestic i de Dragon Ball, de la Noti, de la Nets i d’un tomàquet que parla''.
"Queríamos hacer una canción que fuera también un himno sociogeneracional, ya que aquello que relatamos es la realidad de los hijos de clase media nacidos en los ochenta o los noventa que ahora, de mayores, nos hemos encontrado una vida que nada se parece a la que nos habían vendido", explica Maria Ribot, que está terminando su cuarta carrera universitaria después de haber abandonado las tres anteriores, es autónoma y trabaja de consultora cultural a la cooperativa Cultura del Bien Común, el proyecto que empezó con Jordi "Jet" Serra y un compañero más hace un par de años en Manresa. "Desde que acabé la carrera he trabajado de mil cosas distintas, la última de ellas haciendo de camarero, este verano", explica Jordi "Jet", compositor de la canción y licenciado en Historia con un máster de profesor a pesar que nunca haya ejercido ni de historiador ni de profesor de Sociales en ninguna escuela.
Con una estética de rap naïf y lo-fi, Gomaespuma es fruto de un proceso creativo colectivo del dúo manresano y Kerrature, el proyecto artístico de la diseñadora e ilustradora Queralt Guinart, que ha cantado haciendo dúos también con grupos como Ginestà o Sr. Chen. Tampoco ella lo tiene fácil para pagar las facturas del día a día trabajando en el diseño gráfico, confiesa: "Parece que haber crecido en un entorno privilegiado se tenga que decir con la boca pequeña, como si fuera una culpa, y a la vez parece que nos tengamos que ensuciar la frente de polvo para oírnos que somos trabajadoras".
Los artistas proponen también que "esta conciencia de una realidad difícil no nos tiene que inmovilizar, ya que nosotros creemos en una especie de pesimismo reactivo donde nos sabemos pringados, pero eso no nos impide luchar con humor o ironía por lo que creemos que es nuestro". Lo ilustran frases de la canción como ‘pagarem les de sempre, però quan passin la factura les rebrem amb els punys’ como una metáfora de conciencia irónica, y a la vez, resistencia.
Esencia punk fuera de la zona de confort
La fusión de Jo Jet i Maria Ribot con Kerrature ha permitido al dúo manresano salir de su hábitat natural y tratar el tema desde un enfoque, una estética y un lenguaje poco habitual en ellos, que a lo largo de su trayectoria musical iniciada casi hace una década se han enmarcado siempre en los parámetros del pop sentimental o la canción de autor. A su vez, para la artista moianesa, que viene de la escena slam poetry en Catalunya y tiene vínculos más próximos con el mundo de la música urbana o el trap que con el pop íntimo, trabajar con Jo Jet i Maria Ribot cerrándose durante unos cuantos días los tres solos en el Konvent de Cal Rosal ha supuesto también "un reto creativo motivador, ya que escribir una letra a medias nunca es fácil, pero escribir la canción que nuestros padres no querrían escuchar es todavía más difícil".
La obra total incluye una propuesta de vídeo colectivo, con amigos y amigas de los artistas que representan la generación marcada por la precariedad y el privilegio a partes iguales, con todas las contradicciones que eso supone, tal como refleja el verso 'Entre les tesis de Bakunin i 100% d’eleccions votades, amb 3 títols al currículum i una feina on no fan falta'. Tanto en el vídeo como en la canción las referencias al pujolismo son constantes, ya que como confiesa Maria Ribot, "queramos o no, somos hijas sociales y es la herencia de aquellos tiempos lo que nos ha conducido a esta situación donde estamos ahora: la nostalgia por una época que vivimos felices, sí, pero que también estaba llena de trampas y de proyecciones hacia un futuro envenenado que no se ha parecido nada a lo que nos prometieron".