Dicen de ella que es la Hemingway del siglo XXI. Palabras mayores. Los periodistas ya lo tenemos eso de ser hiperbólicos. De querer buscar siempre un nuevo referente que iguale o supere el anterior. Muy probablemente no la es, la nueva Hemingway (por otra parte, por qué querría alguien ser un bebedor gruñón aficionado a la pesca: qué vida más aburrida), Elizabeth Strout sí que figura entre la nómina de escritores norteamericanos contemporáneos a leer obligadamente. La autora de Maine (Premio Pulitzer de Obras de Ficción 2009 y Premi Llibreter 2010), nos ha visitado para presentar su nueva novela, Cuéntamelo todo, historia en que recupera tres de sus personajes más conocidos: la irascible Olive Kitteridge (personaje que quizás os suena de la miniserie homónima y que está extraordinariamente interpretada, como todo lo que hace, por Frances McDormand) la escritora Lucy Barton y el abogado Bob Burgess.
La llegada por segunda vez de Donald Trump a la Casa Blanca comportó que durante unos días quedara totalmente bloqueada. Ahora ya vuelve a escribir, pero admite que no se ha podido sacar de encima el miedo
Antes de entrar en materia literaria, sentada rodeada de periodistas en la librería Documenta de Barcelona, Strout ha querido hacer catarsis y terapia política, confesando que la llegada por segunda vez de Donald Trump a la Casa Blanca comportó que durante unos días quedara totalmente bloqueada. Ahora ya vuelve a escribir, pero admite que no se ha podido sacar de encima el miedo. "Me estoy leyendo ahora la biografía de Elon Musk y me parece fascinante. No he visto la imagen de ayer en la Casa Blanca, pero la puedo imaginar, porque ya he visto otras similares. No puedo decir nada concreto, más allá que la combinación entre Trump y Musk en el trabajo puede comportar un resultado que me asusta, que puede ser explosivo," ha proclamado. Quién sabe si en el futuro, próximo o lejano, todo esto que está pasando en su país acaba reflejado en alguna de sus próximas novelas. No lo descarta. "La gruñona Olive Kitteridge está en este momento aterrada delante de lo que puede pasar dentro de un mes, en el próximo año". De hecho, antes de que Trump la bloqueara, Strout estaba trabajando ya en un nuevo relato. Una historia ambientada en Massachusetts, hecho totalmente nuevo en su bibliografía, ya que hasta ahora ha situado todas sus novelas en Maine o Nueva York, y con "nuevos personajes".
Olive Kitteridge no morirá nunca
Justamente, la gruñona Olive Kitteridge, uno de los personajes más entrañables del universo literario de Strout, es, nuevamente, una de las protagonistas de Cuéntamelo todo. Con ella, otros sospechosos habituales de sus relatos como la escritora Lucy Barton y el abogado Bob Burgess. El encuentro entre los tres en las páginas de la nueva novela de Strout ha sido casual y nada planeado. "Nunca había pensado en escribirlo, en unir en una misma historia tres de mis personajes más conocidos. Sucedió un día paseando por Maine. Pensé que los tres personajes, desde la pandemia, vivían en poblaciones próximas y creí que sería divertido que pudieran coincidir".
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Desde pequeña, como lectora, ya me di cuenta de que los libros permiten entrar en la mente de otras personas, descubrir nuevos mundos y, de hecho, eso es lo que me llevó a ser escritora
En este título, los tres personajes se encuentran en la ficticia Crosby, donde Bob Burgess acepta el caso de un hombre solitario investigado por asesinato, mientras Lucy Barton se hace amiga de Olive Kitteridge, que con noventa años vive en una comunidad de jubilados y tiene muchas ganas de explicarle a la escritora historias de su pasado. "Todo fluyó cuando encontré la voz narrativa. Entonces pude juntar a los tres personajes sin ningún problema, con sus silencios, con sus pensamientos. Desde pequeña, como lectora, ya me di cuenta de que los libros permiten entrar en la mente de otras personas, descubrir nuevos mundos y, de hecho, eso es lo que me llevó a ser escritora. Me gusta mucho observar las vidas de la gente y me doy cuenta de que hay cosas que nunca decimos a nadie, ni a nuestros mejores amigos", ha apuntado, añadiendo que, a pesar de su avanzada edad, Olive Kitteridge no morirá nunca: "Nunca, nunca, nunca morirá por mi pluma".