El cantante surcoreano de K-pop y R&B Wheesung fue hallado muerto el pasado lunes en su apartamento de Seúl, en un nuevo caso de fallecimiento prematuro de un joven artista del país asiático, donde las celebridades son víctimas frecuentes de ciberacoso. La policía confirmó que el cuerpo del artista, de 43 años y cuyo nombre real era Choi Whee-sung, fue encontrado por su madre alrededor de las 18:29 hora local del lunes. Tras el hallazgo, las autoridades solicitaron una autopsia para aclarar las circunstancias de la muerte, aunque señalaron que por el momento no hay indicios de violencia, según la información recogida por la agencia local de noticias Yonhap.
Wheesung, un nombre prominente en la escena del R&B surcoreano, alcanzó la fama en la década de 2000 gracias a sus éxitos musicales, entre los que destacan canciones como With Me e Insomnia. Su voz distintiva y su estilo musical innovador lo convirtieron en una figura influyente dentro del género, ganándose el reconocimiento y el cariño de un amplio público. No obstante, en 2021 su trayectoria profesional vivió un controvertido punto de inflexión, cuando fue declarado culpable por consumo habitual de propofol, un anestésico de uso restringido. Como consecuencia de este delito, fue condenado a un año de prisión, condena que quedó suspendida durante dos años.

La muerte del artista se suma a una lista de trágicos sucesos que han impactado en la industria del entretenimiento surcoreana en los últimos años. Hace pocas semanas, la joven actriz Kim Sae-ron, de tan solo 24 años, también fue encontrada sin vida en un aparente caso de suicidio. Estos hechos, junto con otros fallecimientos prematuros de celebridades en el país, han reabierto el debate sobre las intensas presiones y los desafíos personales que enfrentan los artistas en la competitiva y exigente industria del entretenimiento en Corea del Sur. Una dictadura mediática que tiene que ver con una profunda exigencia por una imagen perfecta y occidentalizada, la presión de los fans y la competencia para llegar a lo más alto de la cadena, generando grandes episodios de ansiedad y estrés por querer cumplir con las expectativas.