Enrique Vila-Matas ha presentado este miércoles en Barcelona su última novela, Montevideo (Seix Barral), donde vuelve a profundizar en los límites entre la realidad y la ficción. "Es, sobre todo, un tratado sobre lo absurdo de la modernidad", ha aseverado al autor. Inspirándose en la habitación de hotel que Julio Cortázar hizo protagonista del relato 'La puerta condenada', el narrador de Vila-Matas es un escritor que ocupa esta cámara, y que empieza a observar señales que lo comunican con París, Reikiavik, Bogotá y el mismo Montevideo. Todo le conduce de forma irrefrenable a reanudar la escritura, que justo había abandonado. "Quería tratar de saber lo de siempre: si realidad y ficción son lo mismo, o casi", dice Vila-Matas.

Una modernidad ambigua

Enrique Vila-Matas ha intentado explicar el contenido de su última novela, algo nada fácil teniendo en cuenta que la ha descrito como un "tratado sobre la ambigüedad moderna actual", por ejemplo respecto de los puntos de encuentro entre realidad y la ficción, si es que no son "lo mismo, o casi". Tanto es así que el autor admite que, por la manera como "ha jugado con el riesgo de hacerla tan ambigua", en ciertos momentos temía por la propia conclusión de la obra. "Siempre he escrito ficción desde un espacio que suelen ocupar los ensayistas, con uno yo literario visible", ha recordado acto seguido.

Siempre he escrito ficción desde un espacio que suelen ocupar los ensayistas, con uno yo literario visible

En esta ocasión, "el avatar" del autor que narra la historia es, como él, un escritor. Un escritor en plena crisis y proceso de reflexión vital que hace una estancia en una habitación del hotel Cervantes, en Montevideo, aquella donde Julio Cortázar situó el protagonista de su relato 'La puerta condenada'. No es casual sino plenamente querido. "Puse en marcha una investigación difícil, ir a la habitación de Cortázar, mirar la puerta anexa–el lugar exacto donde irrumpía aquello fantástico en su cuento- y tratar de saber lo de siempre: si realidad y ficción son lo mismo o casi", ha expuesto Vila-Matas.

Enrique Vila Matas acaba de publicar su nueva novela, Montevideo /Foto: Pau Cortina / ACN

Su libro más libre

La novela parte pues de esta observación, hecha en persona por Vila-Matas, que quiso visitar el hotel y la habitación (aunque sus gestores no recordaban que Cortázar hubiera estado). A partir de aquí, y tal como ha explicado el autor, sus yo y el del narrador se diluyen en un relato que viaja hasta lugares como Reikiavik, St Gallen, Bogotá y –finalmente- París el año 2015 durante los atentados en la sala Bataclan. El narrador va observando acontecimientos, y "señales", que le van devolviendo poco a poco las ganas de escribir que le habían abandonado.

Como trasfondo, la muy 'vila-matiana' impresión de la imposibilidad de la escritura para explicar la vida, y al mismo tiempo la inevitable pulsión de escribir para ampliar los límites de la novela

"Como trasfondo, la muy 'vila-matiana' impresión de la imposibilidad de la escritura para explicar la vida, y al mismo tiempo la inevitable pulsión de escribir para ampliar los límites de la novela, como a género capaz de contener todos los otros", han dicho desde la editorial. Es su libro más libre y al mismo tiempo más coherente, con una idea lúdica de la literatura", han incidido desde el sello. "Está en estado de gracia, la experiencia de lectura es extraordinaria". El libro, por otra parte, está dedicado a su mujer, Paula de Parma. Una dedicatoria muy sentida, entre otros motivos porque hace tan sólo unos meses ella hizo donación de un riñón a Vila-Matas, según ha querido explicar este miércoles el escritor.