Creador incontinente y multifacético, Xarim Aresté es conocido, principalmente, por su trayectoria como cantautor. El artista de Flix, sin embargo, también es pintor y escritor. El poemarioLes fugues de les fonts del temple (Rosa dels vents, 2021) es su nuevísima creación literaria.

Seis años después de la publicación de Catacumba Umbilical (66rpm, 2015), vuelves a la poesía con Les fugues de les fonts del temple (Rosa dels vents, 2021).
Para mí música, pintura, poesía..., todo forma parte del mismo lenguaje. De hacer, ahora hace un año que pinto sin descanso y la sensación es como si lo hubiera hecho siempre. La música, los colores, las palabras... Todo es la misma cosa. Son reflejos de la luz. Como entro en todas las disciplinas desde el mismo ángulo, no me siento polifacético, simplemente creo.

¿Cuál es este ángulo?
Es una búsqueda. Lo que pasa es que cuando buscas encuentras, y cuando más encuentras más ganas tienes de seguir buscando.

Cuando te haces preguntas encuentras respuestas que te generan más preguntas.
Es una espiral. Una planta que se siente atraída tanto por la oscuridad como por la luz. Es en esta tensión de fuerzas donde se genera la creación.


El cantautor de Flix Xarim Aresté vuelve a la literatura con el poemario Les fugues de les fonts del temple. Foto: ACN

En el prólogo de Les fugues de les fonts del temple dices que lo que buscabas con estos poemas era, justamente, poner palabras al sonido.
Quizás era un objetivo demasiado pretencioso. Para mí la música es una ciencia con la que puedo entender el mundo: las emociones, las relaciones... Porque la música son relaciones: vibraciones que se relacionan. Unas vibraciones que, además, puedes manipular. Es magia pura. La ciencia hace lo mismo, estudiar la relación entre las cosas.

Siempre hemos dividido letras y ciencia y es una separación artificial.
La música es el máximo exponente de eso. Pero también la pintura y la escultura y la literatura. La música son emociones pero también matemática pura. El origen de nuestra ciencia es racional. Para los griegos la religión era una cosa y la ciencia otra.

Y no.
Mi idea de siempre es encontrar una ciencia de lo que es subjetivo. Una ciencia paradójica y transracional. La ciencia occidental no entiende la paradoja. Por eso no sabemos nada de la muerte, porque la paradoja no la hemos sabido resolver desde la razón. La música rompe estas fronteras. Los hay que necesitan ir al médico y otros que se curan con una canción y una copa de vino. La palabra karma en griego significa canción, pero en sánscrito es destino. Para mí existe un paralelismo: el destino es el rey de nuestras propias canciones. Necesitamos estar en harmonía con nuestra canción y nuestro destino.

He consumido cultura durante mucho tiempo y ahora necesito liberarme de ella

Un destino que te ha llevado a hacer un libro de poemas.
Empecé a escribir y me di cuenta de que cada poema responde a una verdad. Y esta verdad puede ser el buen olor que hacen los almendros. Eso lo puedes explicar con miles de versos. Pero me di cuenta que de todos ellos, en realidad a mí sólo me gustaba una frase, la última, donde se encontraba la verdad de todo eso. Por ello acabé haciendo un libro de aforismos. Voy eliminando todos los poemas y para quedarme únicamente con la esencia.

¿Como lector, eres consumidor de poesía?
Lo he sido, pero ahora me apetece llenar mi mundo con silencio. He estado consumiendo cultura durante mucho tiempo y ahora necesito liberarme de ella.

¿Si no es un libro de poesía lo podemos analizar desde una perspectiva literaria?
No he escrito este libro para que sea una experiencia literaria. No quería que fuera un libro bonito.

¿Qué querías?
Quería que fuera una experiencia vital conmigo mismo. Enseñar los hilos con los que he cosido mi realidad. Y cuando lo he hecho, he descubierto que aquello que realmente soy no se corresponde con aquello que creía que era.

Un libro con el que llegarás a un público que va más allá de los seguidores de tu música.
No sé si hay alguien que siga mi música. Sea como sea, he hecho este libro para mí. Para recordar cosas que son importantes pero que son muy fáciles que se marchen, que las olvide. De alguna manera, he tenido que morir para poder escribir este libro.

La clave de la creación es la transformación. Si no te transformas te cronificas

¿Cada vez que creas muere una parte de ti?
Sí. La clave de la creación es la transformación. Si no te transformas te cronificas. En la sociedad actual no se transforma nada, todo es estético. No queremos salpicar, queremos gustar. El arte es transformación. Un nacimiento y una muerte.

¿Has experimento alguna vez físicamente estos transitos?
Sí, desde pequeño he tenido experiencias, vivencias que no sabía explicar.

¿Y ahora los sabes explicar?
Experimentaba estar viviendo la muerte.

¿Morías?
Estaba en la cama y sentía que mi alma, lo que yo era, estaba siendo absorbida por una fuerza superior. Luchaba muy fuerte contra eso.

¿Qué pasó?
Desaparecí. Pero fui a parar al lugar más confortable en el que he estado jamás. Dejaba de ser humano, pero experimentaba una sensación de paz total.

¿Qué edad tenías?
9 o 10 años. No lo expliqué nunca a nadie porque no sabía cómo empezar. Ahora nadie me puede negar que experimenté el más allá. Desde entonces he vuelto allí muchas veces. Una experiencia que todavía ahora la sociedad me niega. Me dicen que soy un drogata, un hippy flipado. Pero para mí ha sido una de las experiencias más reales que he tenido.

¿Tienes miedo a morir?
Convivimos constantemente con la muerte. Ir a dormir es una pequeña muerte. No puede empezar un nuevo día si no muere el anterior.