Imposible no caer rendido a la dulce cadencia de la música de Maria Jaume. La cantautora mallorquina establecida en Barcelona debutó de largo el pasado mes de septiembre con Fins a maig no revisc (Bankrobber, 2020), uno de aquellos discos que tienen alguna cosa indescifrable, mágica y especial. Indie folk sedoso, sus canciones son como hacerle el amor susurrándole a tu pareja en la oreja que lo amas|estimas. Hoy actúa a la Salamandra de l'Hospitalet de Llobregat. Cuando la veas, tú también lo amarás.
Y ahora hace justo un año que acabaste de grabar Fins a maig no revisc.
Sí, hace un año ya estaba acabado. El disco, de hecho, tenía que salir el mes de mayo.
Por el título, imagino.
Sí. Pero llegó el confinamiento y... Cuando nos encerramos, yo ya había grabado casi todo el disco. Fue Pau (Vallvé, productor del disco), el que aprovechó el confinamiento para acabar la producción.
Pero no salió en mayo, salió en septiembre.
Decidimos esperar a que pasara lo más duro del confinamiento. Publicarlo en mayo habría sido un acto suicida.
¿Qué sientes ahora cuando lo escuchas?
Ha habido momentos en los que me he hartado del disco porque lo he tenido que escuchar mucho más de lo que me hubiera gustado (porque vas a la radio y por promo ponen a uno, dos, tres temas... ). Es ahora que lo vuelvo a querer como lo quería al principio. Pero hubo una época que me saturó un poco. Lo escuché tanto que sólo le veía defectos.
¿Cuál es el lugar más raro donde has escuchado una canción tuya?
No me ha pasado en primera persona, pero el otro día mi primo pequeño me dijo que habían puesto "Autonomia per principiants" en la escuela a la hora del patín.
Has sido una de las grandes sorpresas de nuestra escena musical de estos últimos meses
Me ha sorprendido bastante. Me lo dicen y todavía no me lo creo. Es extraño. No había pensado nunca en este momento y me vino de nuevo. No tanto que gustara, pero sí que llegara a tanta gente. Y si te lo paras a pensar, en medio del todo, no soy más que una artista que ha publicado su primer disco. La repercusión, para mí, es gigante, pero a escala global es muy menor. Estoy infinitamente contenta. Es un priemr disco pero que, sin embargo, sin todas las circunstancias que se dieron, muy probablemente no lo habría grabado.
¿Por qué?
Gané el Sona 9 (concurso de jóvenes talentos) y eso implicaba tener que grabar un disco a toda costa.
¿No lo querías grabar?
Mis planes implicaban grabar un EP e ir rodando. Pero entonces surgió eso del concurso, la posibilidad de tener a Pau Vallvé como productor...
No estás nada mal.
Fue una suerte inmensa, pero a la vez todo fue como un gran experimento que ha acabado saliendo muy bien. Aunque ahora cambiaría un montón de cosas del disco. Es una sensación rara porque al mismo tiempo es un disco que también veo con mucha ternura y amor. Un puñado de canciones que hice hace mucho y que si las tuviera que hacer ahora, no sabría cómo hacerlas.
¿Por qué?
Porque las escribí cuando no tenía ni idea de música.
Y seguramente, este frescor es parte de su encanto.
Nunca seré capaz de hacer nada parecido.
Está bien haya cosas que sólo puedas vivir una vez a la vida
¿Y no te da pena?
No. Estoy muy contenta porque ya lo he hecho. Y está bien que sea así, que haya cosas que sólo puedas vivir una vez en la vida.
¿Ya trabajas en el segundo disco?
Sí, ya tengo algunas ideas. Y también tengo un poco de presión.
¿Por qué?
Porque el primero ha funcionado muy bien y porque este segundo será un poco diferente. Es inevitable que me pregunte si lo que haré ahora gustará o no.
¿Tú qué crees?
Yo tengo el convencimiento que las nuevas canciones no sólo son mejores sino que exponen más claramente mi verdadera identidad artística.
Es inevitable que me pregunte si el segundo disco gustará o no
¿Cómo suena la nueva Maria Jaume?
En menos de un mes publicaré un tema que no formará parte del disco, pero donde ya muestro cómo sonaré a partir de ahora. Un sonido más próximo al pop actual que al de cantautora folk con que se me ha asociado. Una imagen que me parece muy caducada.
¿Volverás a trabajar con Pau Vallvé de productor?
No, esta vez me producirá Lluís Cabot, el cantante y guitarrista de Da Souza. Es una de las primeras producciones que hace y está aportando ideas muy frescas.
¿Cómo te ha cambiado la vida desde que salió el disco?
Un poco, pero yo también he puesto de mi parte. Dejé los estudios y he entrado en el Liceu a estudiar Música Moderna y Jazz. Ahora mi vida está dedicada íntegramente a la música.
Han sido meses complicados, pero tú, a pesar de las circunstancias, has ido actuando.
Tuve la suerte de que, de salida, el disco gustó y que el formato en el que actuaba al principio, yo sola, era fácilmente adaptable a las restricciones. Una música, la mía, que tampoco requiere que la gente esté de pie, bailando y saltando.
No eres Txarango.
No, más bien estoy un poco alejada.
¿Qué es lo más bonito que te han dicho de tu música?
Es feo que lo diga, pero he vivido un gran año en que he podido exprimir todas las cosas buenas dentro de todo el malo que estamos viviendo. Me hacen mucha ilusión los elogios que han venido desde Mallorca, cuando dicen que he sido una gran irrupción y que he aparecido para quedarme.