Desde los últimos años Barcelona se ha convertido en uno de los principales polos de atracción de Europa por los fans de la música electrónica, gracias a los grandes festivales y la buena oferta musical que se ofrece en la capital catalana. Es por eso que nos hemos sentado para conversar con Edu Clarà, CEO & Manager de la sala Input High Fidelity Dance Club de Barcelona, también conocido por su nombre artístico, Hitch, uno de los DJ y productores referencia de Catalunya, con una larga trayectoria que lo ha llevado a actuar en varios festivales nacionales, internacionales y a hacer temporadas en Ibiza.

Input High Fidelity Dance Club

¿Cómo arranca el proyecto de Input?

Input nace el año 2016. Después de probar varios proyectos y modelos de negocio fallidos, intentamos reorientar el negocio elaborando un proyecto que partiera de unos fundamentos que nosotros considerábamos esenciales y con los que todos nos identificábamos. Nuestro propósito no se centraba en crear un concepto vanguardista, alternativo y diferencial. Simplemente, queríamos iniciar un proyecto dónde todos los que lo formábamos —y seguimos formando hoy día— nos sintiéramos partícipes e identificados. Y, sobre todo, un proyecto donde el público disfrutara y sintiera el club como su casa sin tener en cuenta modas, tendencias ni diferencias sociales o de género.

¿Qué balance se puede hacer año tras año desde la inauguración de Input? ¿Cómo ha ido creciendo la sala?

Es cierto que ha habido una evolución notable. Aunque prefiero centrarme en el trabajo del día a día y no soy muy partidario de hacer balance —¡y más ahora que estamos parados!—, desde donde venimos hasta donde estamos ahora, o donde estábamos antes de la pandemia, el cambio ha sido grande. Ha habido una gran evolución, veníamos de cero y era una sala que venía "marcada" (por decirlo de alguna forma) por antiguos promotores que habían venido a este espacio, pero nunca habían conseguido sacar sus proyectos adelante.

Que yo recuerde, el último proyecto ganador fue Discoteque donde, por cierto, yo trabajé unos cinco años (creo que fue hacia principios de 2000). Desgraciadamente desde entonces ninguno de los promotores que han pasado por aquí para intentar construir un proyecto relacionado con la música electrónica ha conseguido tener una cierta regularidad.

Es verdad que nosotros no nos cerramos a ningún estilo, ya que aquí hemos hecho varios tipos de acontecimientos como conciertos, eventos corporativos, presentaciones de productos para marcas, entregas de premios, etc. Pero en términos generales, nosotros apostamos por la música electrónica en todas sus variantes y formas.

¿Cuáles son los grandes artistas que han pasado por la sala a los que más ilusión te ha hecho traer? ¿Qué otros artistas, que todavía no han tenido la oportunidad de poder actuar a Input, te gustaría que vinieran?

La verdad es que por Input han pasado muchos artistas y muy buenos, pero no me gusta decir nombres para evitar favoritismos. A quien nos hace más ilusión contratar es a aquellos artistas con quién tenemos un feedback positivo o que hay una cierta avenencia; no en el sentido amistoso, sino en el sentido de que tienen unos principios o pautas de comportamiento similares a los que podemos tener nosotros y que no nos ven como un simple cliente a quién sacarle el dinero. No nos gusta que nos vean como un "euro con patas". Tenemos que tener presente que estamos hablando de artistas que muchos de ellos son de primer nivel y de un gran reconocimiento internacional; es decir, "ticketsellers" que te llenarán el club. Por lo tanto, puestos a escoger, preferimos trabajar con aquellos artistas y agencias a que tengan verdaderas ganas de venir y disfrutar de nuestro público y de nuestro espacio. Cualquier artista que quiera disfrutar y pasarlo bien con el público es bienvenido, no me gusta decir nombres. Por suerte, hoy en día hay muchos grandes artistas.

Edu Clarà // Foto: David Benavides

ONíRICA , unmuted, Swing, Locked, J4US, PRIS, UNANNOUNCED... son los nombres que reciben las diversas noches en Input. ¿Que las diferencia entre sí?

La diferenciación surge de la necesidad de rotar tu audiencia. Cuando abres tantos días —una media de 8 a 12 noches por mes— no puedes programar siempre el mismo estilo. No me refiero en el ámbito musical exclusivamente, sino en términos generales (estilo, ambientación, temática, producción, iluminación, visuales...). Es una manera de oxigenar al público porque es imposible que este venga cada día que abrimos. Difícilmente repetirán de una noche a la otra. Es por eso que vimos necesario generar varios conceptos, incorporando al mismo tiempo a otros promotores como Swing o Locked, que son promotores externos pero que al fin y al cabo son parte de la familia.

Eso nos permite también enfocarnos en los diversos tipos de público. Cada noche, la sala se ambienta dentro de un ámbito musical concreto, con unos visuales e iluminación determinadas y una producción y una temática de acuerdo con la ambientación que marcará la noche. Eso hace que le proporciones unas pautas determinadas al cliente, y este ya sepa qué tipo de concepto puede encontrarse aquella noche en concreto.

Las noches de J4US, por ejemplo, son noches orientadas al house music con una iluminación más cálida, unos visuales con aires LO-FI, marcadas por ciertas reminiscencias a los años noventa y un público más variado. Hay otras noches, como ONíRICA o LOCKED, con música más melódica y una ambientación más "mística", que arrastra a un público un poco más adulto. Las noches de PRISM son las noches donde el techno es el protagonista. La ambientación y estilo son más oscuros, el negro, rojo y blanco predominan en la iluminación y los visuales son de un cariz más minimal. Son noches que arrastran a un público mayoritariamente más joven. Los días de SWING apostamos por un espectro un poco más amplio en términos musicales y que, con el tiempo, ha consolidado a una clientela fiel. Y en las noches de UNANNOUNCED apostamos por no anunciar al artista que actuará. Es una apuesta arriesgada, pero al mismo tiempo es una apuesta atractiva porque obliga al cliente a venir para descubrir quién será el invitado de la noche.

¿Que dirías que es Input para Barcelona?

Nosotros somos un club más de electrónica de la ciudad condal que lo único que procuramos es que la gente disfrute con aquello que ofrecemos. Y si de rebote contribuimos tanto a la cultura musical como a la cultura local de la ciudad, pues la satisfacción todavía es mayor. Tengo que decir que aunque mucha gente no lo considere cultura, la música electrónica es música, y la música es cultura.

Aunque mucha gente no lo considere cultura, la música electrónica es música, y la música es cultura

¿Se tiene que defender la música electrónica?

Hay gente que considera el ocio nocturno algo malo para la sociedad y lo criminaliza ya sea por desconocimiento, ya sea por culpa de cuatro irresponsables que han incumplido la normativa, ¡y más ahora en tiempo de pandemia! Pero sinceramente creo que se equivocan. El ocio es necesario para la sociedad. Es una forma de diversión más. Viene a ser como el cine o el teatro; dos formas de recreo diferente. Tanto el ocio nocturno como el cine o el teatro son vías de escape para la sociedad donde uno se puede evadir y desconectar de las rutinas y los problemas. Además, el ocio nocturno tiene un componente socializador muy importante.

Concretamente dentro del ocio nocturno, quizás se tendrían que diferenciar un poco los diversos roles que ocupa cada negocio. No quiere decir que unos sean mejores o peores que otros. Dentro del ocio nocturno hay muchos modelos de negocio que se centran exclusivamente en la diversión del cliente sin tener en cuenta otros detalles que para nosotros son esenciales. Es una fórmula totalmente válida y respetable. ¡Faltaría más! Y en ningún momento querría despreciarla. Pero es cierto que es diferente de la que nosotros tenemos. Como nosotros, hay muchos clubs y promotores que dedican sus esfuerzos a traer artistas de reconocimiento internacional y que la contratación de estos comporta un gasto y riesgo económicos importantes. O que invierten sus esfuerzos en elaboradas producciones e instalaciones. Personalmente, creo que de rebote este modelo hace crecer la escena musical local y aporta cultura en la ciudad.

Input no ha abierto con mesas y sillas, durante el periodo permitido. ¿Por que se ha tomado esta decisión?

No tiene ningún sentido abrir si la gente no puede bailar. Nuestra esencia es el baile, es la música... Es el elemento principal sobre el cual gravita nuestro proyecto. De hecho, lo podríamos resumir en un anglicismo: "No dance, No party".

Entiendo que haya otros negocios dentro del sector que decidan abrir porque ofrecen un formato diferente al nuestro. Pero nosotros, así como otras salas de la ciudad, estamos enfocados exclusivamente en el baile y tenemos que ser fieles a nuestra esencia. Creo que cometeríamos un grave error si sólo abriéramos para intentar generar ingresos. Es una decisión que va más allá de los negocios, no puedes ir en contra de aquellos principios que te han llevado a ser quien eres hoy día.

Nuestra esencia es el baile, es la música... es el elemento principal sobre el cual gravita nuestro proyecto. De hecho, lo podríamos resumir en un anglicismo: "No dance, No party"

¿Qué retos de futuro tiene la sala después de la pandemia? ¿Se ve al horizonte la fecha de reapertura?

El futuro inmediato es muy incierto. Parecía que salíamos del confinamiento y que todo iba volviendo a su lugar, pero de repente han aparecido rebrotes y se han tenido que retroceder unos pasos. Por lo tanto, es muy difícil poder establecer una fecha de reapertura.

Hemos hecho muchas previsiones y hemos analizado mil escenarios posibles; pero al final, ves que la realidad y el día a día te rompe todos estos posibles escenarios que has preparado e ideado con tanta dedicación. Personalmente, espero —y ahora ya es más opinión personal— que hacia finales de año (el último trimestre) podamos empezar a generar actividad. Hasta que no haya un cierto control de la pandemia las puertas de Input tendrán que seguir cerradas.

Una vez podamos abrir, nuestra idea es hacer un esfuerzo y adaptar el club a todas las medidas necesarias para facilitar a las autoridades cualquier aspecto y procurar volver al mismo punto donde estábamos en el momento de cerrar.

No queda otra opción que hacer un reset, empezar de cero para ofrecer al público una propuesta atractiva y adaptada a los tiempos que corren.

Hasta que no haya un cierto control de la pandemia las puertas de Input tendrán que seguir cerradas
 

Input High Fidelity Dance Club // Foto: David Benavides

¿Crees que se vive en un boom del fenómeno underground o de la música electrónica, tanto a nivel mundial como en la propia ciudad?

Totalmente. Creo que la globalización provocada por la aparición de internet en su momento fue la semilla que ha permitido que hoy día la música electrónica crezca y se difunda por todo el planeta. Incluso el EDM (Electronic Dance Music), un estilo muy criticado por los más puristas, creo que ha ayudado mucho a la escena electrónica en general. Ha acercado la música electrónica a la gran masa, cosa que en los años 90 era muy difícil con el techno o el house. Gracias al EDM se ha acercado mucha gente que antes ni se interesaban por la electrónica y ahora se interesan. El EDM, vendría a ser como la primera puerta de acceso al universo de la música electrónica. Todo aquel a quien le atrae y le cautiva acaba adentrándose dentro de este universo y perfilando sus gustos a medida que crece y muestra más interés.

Ver toda esta evolución me gusta y me produce orgullo. La música electrónica disfruta de una buena salud hoy día, aunque todavía se tienen que dar más pasos para conseguir consolidarla. Sobre todo en ciertos territorios como el nuestro, donde queda todavía un largo camino por recorrer. Se tiene que seguir trabajando para que se vea como cultura. Hay otros países, como Alemania, Los Países Bajos o incluso Francia, que lo tienen más normalizado como fenómeno cultural. Desgraciadamente aquí, música electrónica y cultura no han ido nunca cogidas de la mano. ¡Sino todo lo contrario! La música electrónica se ha asociado siempre a la fiesta y se ha visto como algo malo. Creo que tenemos que trabajar para provocar un cambio de mentalidad en la sociedad y ser muy constantes y persistentes en este sentido.

Gracias al EDM se ha acercado mucha gente que antes ni se interesaban por la electrónica y ahora se interesan

¿Barcelona se puede considerar a un pequeño oasis de la escena electrónica dentro de la península ibérica? Es más, ¿se puede considerar la ciudad como una de las capitales de la escena electrónica a nivel europeo?

¡Claro, totalmente! Poca gente se da cuenta pero es cierto que somos una rara avis dentro de la península Ibérica –sin tener en cuenta Ibiza, que es un tema aparte—. Estoy contento de ver que la salud de la escena local en Barcelona es buena y estable. A pesar de la situación provocada por la pandemia, hasta el confinamiento estábamos viviendo un buen momento para la escena de los clubs. Cada vez había más propuestas y, consecuentemente, más competencia. Pero esta competencia es buena, porque te ayuda a esforzarte más para ser mejor y ayuda a hacer crecer la escena local. Además, de rebote y dejando de lado el negocio, provoca que la propuesta para el público cada vez sea más amplia y diversa.

Pero es cierto que en comparación, la escena del resto de España es un poco diferente. Actualmente, en algunas de las grandes ciudades españolas la escena electrónica no es tan potente, ni tan sólida. Y eso entristece. Entiendo que haya propietarios de clubs que lo vean todo como un negocio y que cuando ven que la apuesta electrónica no funciona, quieran cambiar el modelo de negocio y reorientarlo hacia uno que consideren más productivo. Es totalmente lícito. Pero personalmente no sé si es la mejor solución.

En referencia a la última pregunta, Barcelona es una de las capitales de la escena electrónica internacional, sin ningún tipo de duda. Sólo hay que ver la cantidad de artistas y de acontecimientos que se programan semana tras semana, y la cantidad de festivales que se organizan durante el año. Hay fines de semana al azar, que ves la propuesta musical que se ofrece y, salvando las distancias, podrías llegar a pensar que Barcelona parece Ibiza en verano o Berlín. Hace años que estoy en el sector y te puedo garantizar que hay programaciones que años atrás no se veían con tanta frecuencia o que eran del todo impensables.

Barcelona es una de las capitales de la escena electrónica internacional, sin ningún tipo de duda

Este abanico tan amplio de posibilidades tiene un contrapunto, ya que en cierta manera acabas malacostumbrando al público... ¡y bendecido problema! La exigencia del público crece notablemente; demasiado en según qué casos. Es verdad que se genera una mala costumbre, pero simplemente es por desconocimiento de cómo se gestiona un club o del funcionamiento de la industria, las dificultades para poder contratar a según qué artistas, las exclusividades que estos tienen, el elevado riesgo y coste económico que suponen hacer una programación competente y variada cada semana, la falta de apoyo por parte de las autoridades...

Hay fines de semana al azar [...] que Barcelona parece Ibiza en verano o Berlín

¿Una de las consecuencias de este auge de la escena electrónica se que grandes DJ comerciales, del EDM, están acercándose a este estilo de musical. ¿Qué consecuencias crees que tiene? ¿Sería posible ver a un David Guetta a Input?

David Guetta había pinchado hace muchos años en este espacio, mucho antes de que fuera Input. De hecho uno de los días yo le abrí sesión. En el caso de Guetta, no hay que olvidar de dónde arrancó y el french house que pinchaba en la década de los 90 no tiene nada que ver con el EDM que está produciendo y pinchando ahora...

David Guetta en directo en Space Ibiza

El vídeo viral en Space...

¡Sí! Es un ejemplo. Recuerdo hacia mediados/finales de los 90 cuando David Guetta no era popular y pinchaba el típico french house de aquella época, estilo Thomas Bangalter, Daft Punk o Cassius, entre otros. Era el estilo que estaba de moda dentro del sector más vanguardista de las noches parisinas y era cool e innovador, alejado de las tendencias más comerciales del momento. Probablemente más adelante, cuándo conoció a Cathy Ghetta —y eso ya es más opinión personal—, se le presentó la opción de escoger entre ser un ídolo de masas y pinchar en festivales cobrando un dineral o seguir actuando en clubs de 500-1.000 personas manteniendo su línea musical. Probablemente se decidió por la fama, hecho que es totalmente respetable.

Volviendo a la pregunta inicial, cada vez hay más artistas EDM que se pasan a la escena más underground. Pero creo que este hecho es positivo. La gente tiende a poner etiquetas y separarlo todo. Pero al final todo es música y yo no soy muy partidario de que se etiqueten los estilos. Porque los encasillas demasiado en una moda o tendencia. Y las tendencias son cíclicas y cada vez son más cortas.

Me parece genial que haya colaboraciones entre artistas de varios géneros y de otras ramas musicales, ya que ayuda a romper barreras entre estilos y hace evolucionar al mismo tiempo la música. Al final todo parte de una misma raíz, la música.

La gente tiende a poner etiquetas y separarlo todo. Pero al final todo es música y yo no soy muy partidario de que se etiqueten los estilos

¿De dónde te viene la influencia y la pasión por la música?

En casa no he tenido ninguna influencia directa en el ámbito musical, pero ya desde pequeño, tanto mi hermano como yo hemos tenido mucha afición y debilidad por la música. Mi hermano, por ejemplo, ha sido el batería de varios grupos y en mi caso desde pequeño siempre he perdido la cabeza por la música. Recuerdo de bien pequeño pasarme horas con el tocadiscos de mis padres haciendo sonar música de los 70 y 80. Recuerdo también que con 12 años empecé a intentar hacer mezclas con cintas de casette, haciendo mezclas un poco salsicheras, cortando y empalmando las cintas; bueno, utilizando los recursos que en aquella época se tenían. Siempre he tenido la música presente. De hecho, aunque yo estudié Derecho, la música era lo que realmente me fascinaba y me llenaba. En un momento de mi vida decidí apostar por mi pasión. Para mí, eso va más allá de ser un trabajo. Es mi forma de vida.

En la web de Input se te define como que es difícil categorizarte dentro de un género, ¿pero con cuál te sientes más cómodo? ¿De qué otros estilos tomas influencia a la hora de componer tu música y hacer tus sets?

Todos los estilos me gustan. Me adapto a todo. Mis raíces pertenecen a una época donde los estilos no estaban tan separados y no había tantos matices, ni etiquetas. Las sesiones de DJ eran más eclécticas. Y no era como es ahora. Recuerdo que el DJ no tenía la importancia y trascendencia que actualmente tiene. El DJ era un trabajador más de la plantilla y tenías que pinchar música muy diversa durante la noche para satisfacer los gustos variados del público. Ni siquiera aparecíamos en la cartelería. Hoy día eso ha cambiado mucho. La figura del DJ se ha convertido en un fenómeno de masas y todo aquel que pretende iniciarse en este mundo tiene un abanico muy amplio y global de oportunidades, y puede perfilar desde el inicio su estilo y preferencias musicales.

A mí lo que realmente me satisface es ver cómo la gente disfruta, da igual si tengo que poner, techno, house o sardanas. Es igual, mientras la gente llegue a casa contenta y con la sonrisa en los labios, ya tengo bastante y con eso quiere decir que mi función ya la he cumplido.

Personalmente, si tuviera que escoger algún estilo con el cual me siento más cómodo, sea por influencia o por gustos, sería el deep house y el house. En ningún caso quiero decir que estén por encima de los otros. Valoro todos los otros estilos por un igual, y de hecho mis sesiones son una muestra, me puedo adaptar al techno, hardtechno, como el deep house como el techno melódico... me es igual. Gracias a Dios, la experiencia alcanzada durante todos estos años me ha ayudado a adaptarme a cada ambiente y situación.

A mí lo que realmente me satisface es ver cómo la gente disfruta, me da igual si tengo que poner, techno, house o sardanas

Input High Fidelity Dance Club // Foto: David Benavides

¿Cuáles son tus retos personales como DJ y productor? ¿En qué punto de tu carrera crees que te encuentras?

Durante los últimos cinco años he focalizado tanto los esfuerzos en la gestión del club que mis aspiraciones artísticas habían quedado en segundo plano, ¡lo que que no quiere decir que no tenga! Pero mi máxima prioridad desde que iniciamos el proyecto del club ha sido que este siguiera creciendo y llegara cada vez más lejos. Pero claro está, como artista que soy, obviamente tengo inquietudes y aspiraciones que siguen intactas. Como DJ me gustaría seguir manteniendo el nivel de regularidad y exigencia que hasta ahora he tenido, y sobre todo que la gente pueda seguir disfrutando semana tras semana de mis sesiones. Me da igual si soy cabeza de cartel o no de festivales. A mí me hace feliz ver cómo la gente disfruta con la música.

Como productor, me gustaría recuperar aquella regularidad que antes tenía a la hora de encerrarme en el estudio para publicar nuevos trabajos. De hecho, tengo que reconocer que la pandemia, me ha servido para hacer un pequeño reset, desestresarme un poco y poder volver al estudio a hacer música y dedicarme a todo aquello que no he podido hacer durante estos años a causa de la atención que le dedicaba al club. Durante este tiempo de confinamiento he podido hacer un montón de tracks (creo que entre 30 y 40), algunos de los cuales se irán publicando durante los próximos meses.

Durante este tiempo de confinamiento he podido hacer un montón de tracks (creo que entre 30 y 40), algunos de los cuales se irán publicando durante los próximos meses

¿El mejor recuerdo en una fiesta/festival, el primero set post-confinamiento?

¡Podríamos decir que sí, sobre todo más por el contexto, que por la sesión en sí! Volver a sentirme DJ después de tanto tiempo fue muy especial. A pesar de intentar quitar hierro a la situación que estamos viviendo, esta profesión la llevamos dentro. Y cuando uno pasa tanto de tiempo sin subir a una cabina le aparecen ciertas inseguridades, dudas e incertidumbres. El hecho de poder volver a la cabina y poner el primer disco, es una experiencia mágica. De hecho, hacía muchos años que no paraba ni un solo fin de semana. ¡Y de repente estar más de cuatro meses parado, se hace difícil! Para todo el mundo, obviamente, para la sociedad en general también, pero para el artista el hecho de estar parado es algo muy excepcional, ya que es como si le cortaras las alas. Y poder volver a subir a una cabina fue un momento mágico. Me hizo sentir vivo de nuevo.

El hecho de poder volver a la cabina y poner el primer disco es una experiencia mágica

¿Qué le dirías a una persona a quién no le gusta o no escucha techno para que venga una noche a Input?

¡Ostras, nunca se me había planteado esta pregunta! Todo el mundo es libre de escoger su manera de disfrutar del ocio. Pero si alguien se quisiera interesar o tuviera un mínimo interés le diría que viniera a Input; ya no para escuchar la música, sino para ver el ambiente y el espectáculo audiovisual que se ofrece en el club. Y estoy convencido de que una vez que entrara por la puerta, su opinión cambiaría totalmente, independiente de si le ha gustado la música o no que ha sonado aquella noche. Porque al final la música electrónica va más allá. Es un elemento de ocio, socializador, que desinhibe, que crea vínculos entre la gente y que genera todo un espectáculo a su alrededor que hace que todo sea especial y cautivador.