Según Joan Masdéu, uno de nuestros más exquisitos orfebres del pop, la vida es cíclica y está llena de segundas oportunidades. En el pasado motor creativo de Whyskin's, banda bisagra entre el rock catalán y nuestro nuevo pop, ya hace años que vuela libre y sin compañía. Cinco años después de su último trabajo en estudio, ahora presenta Els dies que vindran. Nos encontramos con él para hablar de segundas oportunidades, de la nostalgia, de sus referentes y de como de fácil o difícil ha sido hacer este nuevo disco.
Si este disco lo tuviera que convertir en foto, sería una foto familiar o de amigos muy alegre pero con un leve filtro sepia.
Me gusta bastante esa idea visual que planteas (Risas). Me identifico bastante con la idea general de que acabas de decir. Yo creo que es un disco que te invita un poco a la reflexión. Es decir, el título es evocador porque los días que vendrán no te está diciendo qué naturaleza tendrán, entre otras cosas, porque nadie los ha visto. De entrada, si existen días buenos o malos, pero este es otro tema. Lo que te propone el disco es que lo que sí quizás podamos elegir será el prisma a través del cual decidimos vivir estos días futuros.
Todo eso me parecen reflexiones muy pandémicas.
No suelo hablar de la pandemia, pero 'gente aplaudiéndose llenando los terrados'. Y cuando le vemos las orejas al lobo decíamos que todo iría bien y eso nos haría mejores personas y cantábamos el Dúo Dinámico; estábamos asustados. Pero cuando empezamos a salir, parece que no tenemos memoria. Después de dos años de un sufrimiento mundial, resulta que nos metemos una guerra. Y ya sé que no lo decidimos ni tú ni yo, así y todo, la realidad es esta. Dejémonos de leitmotivs, de tener miedo cuando le vemos las orejas al lobo y seamos conscientes de que estos días vendrán y el cómo vendrán sí que dependerá de nosotros.
La espina dorsal de este disco es la ciclicidad de los episodios vitales
Este es un disco conceptual.
La espina dorsal de este disco es la ciclicidad de los episodios vitales. Y lo digo porque, Innocents, mi disco anterior, era la inocencia innata con la cual llegamos a este mundo y esta se acaba truncando por|para el oficio de vivir. Este disco habla de ir viviendo e ir cagándola y dándosete cuenta de que no pasa nada. Que te tienes que dar permiso para que las cosas pasen. Este disco intenta ir un paso adelante y decir que todo pasa, y que todo vuelve a pasar, y vuelves al punto de partida. Todo vuelve para empezar de nuevo. Este disco reivindica las nuevas oportunidades. Aquí tienes una cartuchera de nuevas oportunidades y, por lo tanto, cágala. Si quieres, utilízalo como aprendizaje, o no, ya te llegará la siguiente oportunidad.
Hablando de ciclos, tengo la sensación que sónicamente estás volviendo a sonoridades que hacía tiempo que habías abandonado.
Totalmente. No ha sido buscado, pero ahora me doy cuenta de que es el lugar donde me encuentro más a gusto. Y cuando las cosas las consigues sin haberlas buscado, hacen más gustera. Sí que es cierto que hemos flirteado con algún sinte a alguna canción.
¿Y desde el punto de vista musical en qué momento de este ciclo te encuentras?
Son unos cuantos años haciendo música y unos cuantos discos a las espaldas, y este disco me ha sentado muy bien. Con este disco creo que descubro la serenidad y la conciencia del porqué sigo haciendo música.
Con este disco creo que descubro la serenidad y la conciencia del porqué sigo haciendo música
¿Y por qué lo haces?
Es tan simple como es mi elemento vital. Hay gente que tiene la suerte de que descubre dos o tres que lo hacen vivir, hay gente que no encuentra nunca ninguno. Ya no es el éxito o la posibilidad de ganarte la vida. De hecho, a la canción 'Supervivents' reivindico esta supervivencia no como condición, sino como opción. No me gano muy bien la vida haciendo música y, por lo tanto, seré un superviviente como tantos y tantos otros. ¡Pero es tan guay!
¿Qué es lo que realmente te hace seguir avanzando?
Haber encontrado un elemento que después de treinta años te sigue dando la felicidad, es brutal. Levantarme una mañana de buen humor porque la noche anterior acabé una canción que hace dos años que estoy encabritado para poder conseguir la vuelta y finalmente lo he encontrado, me encanta.
Todo así no habrá sido un disco fácil de hacer.
No, no (Risas). Yo no soy de esos músicos, que, por otra parte, admiro mucho, que dicen que hacen treinta canciones y luego eligen diez para el disco. En mi vida he hecho esto. (Risas) Yo acabo trabajando las que van al disco, y como mucho, una más. También tengo que decirte que en el móvil tengo 700 archivos con ideas, pero sólo acabo evolucionando las que me interesan en ese momento.
¿Cuál ha sido tu fijación compositiva con este trabajo?
De siempre, mi fijación es que cuando el oyente escuche cualquiera de mis discos dé la impresión que todas las melodías son sencillas, no simples. Decir "ostras, que fácil me entra esta melodía". Detrás, hay una cantidad de trabajo de marquetería para que esta melodía cuadre y sea aparentemente muy sencilla.
Haber encontrado un elemento que después de treinta años te sigue dando la felicidad, es brutal
¿Y porque tienes esta inquietud?
Seguramente es herencia de las influencias que me han marcado. The Beatles, The Byrds... Todos grupos con la voluntad de la investigación de la melodía preciosa. Eso lleva mucho trabajo detrás. Hay artistas que tienen la virtud de cerrarse dos semanas. ¿Como dos semanas? Yo he tenido canciones en este disco que he tenido atascadas durante dos años. La canción de 'Tot passa', por ejemplo, la estrofa salió volando y para conseguir el estribillo tardé dos años. En cambio, 'No tens prou' fue coger la guitarra y que todo saliera rápidamente. Eso es mágico, pero el 97% de los casos es disciplina.
Y después de todo eso vienen las letras.
Efectivamente, otra de mis fijaciones. Decir lo que quieres decir, cómo quieres decirlo con la métrica y las rimas correctas. Me obsesiona mucho, porque no me considero buen escritor. Me considero a un obrero de las letras, de pañuelo de cuatro nudos en la cabeza e ir picando durante mucho tiempo.
¿Cómo ha sido el proceso de grabación de este trabajo?
Esta vez quería un disco más luminoso. Intencionadamente, cuando tenía todas las canciones decidí que el procés|proceso de grabación fuera en directo. Somos un equipo de gente que llevamos 4 o 5 discos trabajando juntos, con los mismos productores y músicos. Además, intentamos en cada disco utilizar una fórmula diferente del anterior, en este caso el directo. El problema es que todos estamos cortados por los mismos patrones y referentes y claro, si estás en el estudio grabando por pistas, y como todos nos gustan los Beach Boys, entonces decimos prueben un Melotron y queda precioso, y aquí probamos una farfolla y también queda muy bien. ¿Y entonces después quién tiene las narices de sacarlo? (Risas)
Me considero a un obrero de las letras, de pañuelo de cuatro nudos en la cabeza e ir picando durante mucho tiempo
Y para solucionarlo lo habéis hecho todo en directo.
Efectivamente. Todo en directo. Todos cerrados al estudio y así no podemos añadir más cosas. Mantendremos esta esencia, este espíritu que tienen las canciones más orgánicas. Eso va a favor de esta luminosidad. Y además de todo eso, hicimos otra apuesta. No ensayar las canciones hasta el día de grabación.
Apuesta atrevida.
Sí, sí, aquí nos pasamos un pelo de chulos. (Risas) Pero ya te digo, mis compañeros son buenos. Si la experiencia sale bien, es muy guay porque lo único que hicimos previamente fueron dos tardes con el guitarrista y el bajista. Y con el batería y el teclados fue todo una vez estábamos cerrados al estudio en corro mirándonos a los ojos e hicimos crecer las canciones. Más orgánico no existe. Quisimos que la magia pasara allí y lo grabamos todo. Cuando la canción ya tenía personalidad, nos quedaban la última toma.
¿Este disco está inspirado más en deseos o en recuerdos?
Yo creo que es uno 50/50. El recuerdo de lo que ya ha pasado te ayuda mucho a encarar lo que también proyecta el disco. Un disco, para|por mí, acaba siendo terapéutico. Yo hago canciones para vaciar. La reminiscencia me ha ayudado tanto a componer este disco como el deseo de proyectar y filtrar todo aquello. Es esta ambivalencia lo que hace posible el mensaje final. Todo eso provoca que las canciones se presenten al oyente sin la voluntad de encauzarlo en ningún sitio.
¿Eres optimista con los días que vendrán?
A escala colectiva no mucho. Lo más jodido es que no está en nuestras manos. Los científicos están hartos de decir durante los últimos meses 'ei tios, que estamos a tiempo'. Claro, pero después pensamientos, el que hablábamos antes, que hace dos años cuando lo teníamos en las manos, salíamos a los terrados y decíamos que íbamos a salir mejor... y ahora lo podemos hacer y no lo haremos. Fue abrirnos las restricciones y sálvese quien pueda. Que también lo entiendo. Nos mueven desde arriba con cuatro hilos, nos hace congregar en ruedas de molino y todo el mundo tiene que salvar su techo. Pero no lo haremos, no soy demasiado optimista. Lo que me preocupa es como quedará eso: ¿cuál es el máximo, cuál es el límite? Cuando meten|birlan el primer misil en Ucrania y el mismo día en la bolsa de Nueva York están dabdo gritos de alegría porque este misil ha provocado que la bolsa haya subido sensiblemente medio punto. ¿Cómo tiene que cambiar algo si nos dirigen estos?