¿Estáis pensado en hacer una escapada a Tarragona pero todavía no sabéis qué se puede visitar? Os recomendamos una ruta llena de actividades para hacer con niños para que disfrutéis de una escapada de 48 horas en familia.
Tarragona, conocimientos y diversión
Día 1: Tarraco Romana i el Serrallo
¿Quién ha dicho que la historia no puede ser divertida? En Tarragona podrás descubrir a una civilización milenaria a través de varias actividades que te harán sentir como un auténtico romano. Empezamos la visita a la ciudad por uno de los monumentos más icónicos: el anfiteatro.
La visita guiada en la Torre del Pretorio os descubrirá este espectacular monumento desde la terraza, donde tendréis una perfecta visión panorámica, un recorrido por el exterior de las murallas romanas, por la gran maqueta de Tàrraco, por el exterior de la catedral, el interior pretorio y el circo romano. ¡Todo eso por un precio de 9,50 €! Además, con el precio de la entrada tendréis dos horas de aparcamiento gratuito.
Una vez hecha toda la visita, podéis caminar por la Rambla Nova hasta llegar al balcón del Mediterráneo. Un lugar único para disfrutar de nuestro querido mar Mediterráneo.
Para finalizar el día, podéis dirigiros al Serrallo, el barrio típico de pescadores con su propia personalidad y restaurantes con encanto donde saborear los mejores pescados y mariscos de Tarragona.
Día 2: "Pont del Diable" y centro histórico
Una de las excursiones desde la ciudad de Tarragona más recomendada para hacer con niños es la visita al Acueducto de las Ferreres o también conocido como "Pont del Diable". El famoso puente es solo un fragmento de una larga canalización que servía para llevar agua a la ciudad desde el río Francolí. Durante tu visita, podrás disfrutar del Parque ecohistórico del Pont del Diable, un tesoro lleno de biodiversidad mediterránea, vidas, colores y olores que conjugan con el imponente Acueducto.
Por la tarde, de vuelta en Tarragona, no dejéis de visitar la plaza de la Font, el colorista mural de la plaza dels Sedassos, la calle Major, la calle Cavallers y la calle del Comte (con los pilones decorados). Un paseo por el centro de la ciudad os hará acabar de descubrir una ciudad llena de encantos y de historia.