Días atrás sonaban las alertas: un muerto a tiros en Montgat. Rápidamente la opinión pública buscó explicaciones: drogas, mafias, cuentas pendientes... Por X circulaba un vídeo en el cual se veía el cadáver. Muchos de los medios aprovecharon las imágenes para certificar la crudeza de lo que se vivió en las puertas de la escuela Hamelin-Laie de Montgat. Os tengo que decir, sin embargo, que yo ya había vivido una situación muy similar: fue leyendo la maravillosa El dia de l’òliba, novela del italiano Leonardo Sciascia, publicada en catalán por L’Avenç  (años atrás ya la había publicado la editorial Empúries) con traducción magistral de Xavier Lloveras.

Portada de El dia de l’òliba en la edición de la editorial L'Avenç

Poder, mafia y silencio

Aparecida originalmente el año 1961, esta fue la primera novela publicada por el autor, que anteriormente solo había visto editadas recopilaciones de relatos. Leonardo Sciascia (1921-1989) es conocido por su tarea política: inicialmente vinculado al PCI (Partido Comunista Italiano) y más tarde al Partido Radical y al Partido Socialista. En El dia de l’òliba un conductor de autobús que llega tarde: el narrador describe un espacio característico de Sicilia, una mañana cualquiera. De improvisto, cuando el bus ya se marchaba, un hombre urge para subir, y al abrirse las puertas del automóvil, alguien lo asesina a tiros. Este es el punto de partida del libro. Posteriormente, conocemos al Capitán Bellodi, llegado hace unos meses de Parma, y que tendrá que investigar los motores del asesinato. Muy rápidamente, el lector sabe que para encontrar al asesino no será cosa fácil. Bellodi tiene varias conversaciones con otros carabineros y testigos del caso. El muerto es uno de los dos hermanos Colasberna, y el vínculo con la mafia es evidente, aunque todo el mundo niega la existencia de la organización criminal. Tanto en este libro, como en libros posteriores, como en su tarea política, Leonardo Sciascia se dedicó a luchar contra la mafia. En un artículo acabó afirmando que la mafia "no se la combate con más policía, sino con el derecho".

El dia de l’òliba parece una novela policíaca por su inicio, pero rápidamente empiezan a tomar protagonismo largas charlas metafísicas sobre el poder, la existencia de la mafia y el silencio

El dia de l’òliba parece una novela policíaca por su inicio, pero en la página veinte (tiene cien) empiezan a tomar protagonismo largas charlas metafísicas sobre el poder, la existencia de la mafia y el silencio. El protagonista todavía con la perspectiva de alguien que todavía no conoce los mecanismos del sindicato del crimen ni de una población que oculta cualquier información que pueda incriminar al vecino: nadie afirma con certeza nada. En cambio, aparece muy rápidamente Diego Marchica, quien será acusado del asesinato, pero con falta de pruebas. La lucha para inculparlo y el interrogatorio serán los epicentros de esta fábula con moralina final. La lechuza acaba apareciendo en el dicho popular siciliano incomprensible para nuestro inspector (y para nosotros). Un refrán que hace referencia a la lucha fratricida.

Leonardo Sciascia es uno de los escritores italianos más importantes del siglo XX

Una mirada crítica

La novela tuvo una fabulosa adaptación cinematográfica de Damiano Damiani con Claudia Cardinale y Franco Nero de protagonistas. Y muchos habréis oído hablar de los jueces Giovanni Falcone i Paolo Borsellino, asesinados por la mafia el año 1992. Pero la mirada crítica de Sciascia nace muchos años antes, el autor había señalado a un lado y al otro por la inoperancia y por concentración de poder de los magistrados, especialmente Sciascia atacó duramente contra Paolo Borsellino. Todavía hoy, no se ha aclarado este gran caso que ha marcado durante décadas la vida en Sicilia.

El dia de l’òliba es un texto preciso sobre las consecuencias morales de luchar contra todo un estado paralelo

El día de la lechuza es un texto preciso sobre las consecuencias morales de luchar contra todo un estado paralelo, también sobre la reconstrucción de un país después de la dictadura fascista. Sciascia, en sus textos teóricos (y en esta fábula), responsabiliza a la izquierda y a la derecha de no haber luchado bastante contra la mafia (una mafia que vuelve a estar de moda: la nueva película de Paolo Sorrentino, Parthenope, hace clara referencia a Curzio Malaparte y su novela La piel). Fue muy crítico con la omertà, con el silencio de la población siciliana, y de los altos cargos políticos. Fue de los primeros a pedir una actuación frontal para limitar la existencia y combatirla. Cómo combatir la mafia todavía es uno de los temas más interesantes en la lógica binaria del poder. Sin embargo, libros como el de Sciascia amplían cualquier percepción y nos obligan a preguntarnos hasta qué punto nosotros somos un poco cómplices con nuestro silencio y con nuestra inacción.