Los efectos de un espejo se pueden analizar desde parámetros estrictamente científicos. Pero, al mismo tiempo, un espejo siempre tiene alguna cosa mágica, porque te remite a una realidad distorsionada, alterada, fantástica... El CosmoCaixa, con la exposición Espejos, dentro y fuera de la realidad, ha aceptado el reto de elevar al máximo el desafío de los sentidos que suponen los espejos, y al mismo tiempo, de explicar científicamente estos fenómenos. La exposición, que ha contado con el asesoramiento del Museo de Matemáticas de Catalunya y del Instituto de Ciencias Fotónicas, se podrá ver hasta el 26 de enero de 2020.

Espectacular

La exposición apuesta, muy acertadamente, por montajes espectaculares que resultan tremendamente atractivos para el visitante. Desde un túnel calidoscopio, hasta un aparato que mide el movimiento que provoca la presión de un dedo sobre una viga, a través de un sistema de espejos. Hay todo tipo de espejos deformantes, como en una de las viejas ferias decimonónicas. Pero aquí, además, se incorporan actividades espectaculares, como intentar repasar unos sencillos dibujos fijándonos sólo en las imágenes reflejadas en algunos espejos (una actividad realmente irrealizable), o quemar una cartulina mediante la reflexión de la luz. Los experimentos sorprendentes incluyen también reflexiones que no se mueven de un objeto que movemos...

La ciencia

Espejos sorprende, pero no se quiere quedar simplemente en sorprender. Después de conseguir captar la atención del visitante mediante la sorpresa, aporta las explicaciones científicas que ayudan a entender porque pasan determinados fenómenos. La geometría es clave para entender ciertos procesos que nos parecen pura mágica, y esto se explica detalladamente en las cartelas. La exposición sigue un procés de gradualidad: cada vez se muestran procesos más complejos que nos explican más secretos de la óptica. Y, además, Espejos nos demuestra de forma muy práctica las posibilidades científicas de los espejos, desde el sextante, que facilita la navegación, hasta los más sofisticados aparatos modernos, que permiten medir los movimientos más ínfimos, como el provocado por la presión de un dedo sobre una viga, o que posibilitan explorar objetos muy distantes en el universo mediante los más avanzados telescopios.

Alicia, el referente obligado

Alicia en el País de las Maravillas es un referente obligado en una exposición de este tipo, ya que Lewis Carroll le dio muchas vueltas a este tema. Como matemático y como fotógrafo se interesó mucho por los extraños vericuetos que toma la luz al espejo. La exposición se inicia con una referencia a Carroll y explora su interés por la luz en el espejo. O fuera de él: un sencillo experimento enseña, por ejemplo, cómo la luz se deja conducir por el agua. Y, detrás de esta muestra sobre los engaños de los sentidos, también hay una muy carrolliana reflexión sobre la percepción de la realidad. ¿Podemos fiarnos de aquello que vemos? ¿Es fácil estar engañados? ¿La percepción nos facilita el acceso a la verdad? Espejos abre todos estos interrogantes, pero no los cierra.

Para todos

La exposición está pensada para gente de todas las edades. En realidad, muchas de las instalaciones están duplicadas, con tamaños diferentes, para que puedan probarlas tanto los más pequeños como los mayores. Probablemente muchos de los más pequeños se perderán en las explicaciones científicas que acompañan a los experimentos, en algunos casos bastante complejas para los no expertos. Pero la espectacularidad de algunas pruebas harán que la visita les resulte atractiva. Para todos aquellos que tienen inquietudes científicas, esta es una exposición muy adecuada; es aquella muestra que todos habríamos querido ver cuando, en las clases de física en el instituto, nos explicaban los principios fundamentales de la óptica con procedimientos abstractos y tediosos. Ahora bien, esta es una exposición para disfrutar con tiempo. Para aprovecharla hay que probar los diferentes experimentos, leer los paneles, mirar bien los diferentes apartados... La visita se complica, pues, con la acumulación de gente... Aquel que pueda ir al CosmoCaixa fuera de los horarios de máxima afluencia, disfrutará doblemente de Espejos, dentro y fuera de la realidad.