Es una voz habitual de nuestra casa, sea en la radio, en la pantalla, explicándose dentro de unas páginas o haciendo de la dramaturgia su fuente de reivindicación. También en sus redes sociales opina sobre aquellas cosas que le fastidian o la emocionan. Y ahora Estel Solé ha ganado el Premi Ramon Llull con su segunda novela, una historia sobre la fragilidad y la resiliencia humana de una mujer contemporánea que bordea la cuarentena. "Todavía estoy procesando esta información y probablemente os lo creéis más vosotros que yo", ha explicado la premiada, emocionada. Aquest tros de vida explica la historia de Lena, una mujer atravesada por la precariedad que luchará incansablemente por conciliar los hitos laborales con la crianza y que, a partir de dos contratiempos vitales que la dejan destrozada, decide devolverle el favor a un desconocido y emprender un viaje vital y emocional que la cambiará para siempre. El libro llegará a las librerías el 26 de febrero.
"Esta novela es vida, con todas sus aristas; para mí ha sido muy difícil escribirla, en horas intempestivas, escrita en diferentes bares, veranos pidiéndole a mi madre que me cuidara a los hijos, y de todo esto se ha impregnado la escritura", ha explicado Solé, poniendo énfasis en su semejanza con la protagonista, con quién comparte características y que han desembocado en un personaje fuerte y luchador. "He acabado diversificando mis trabajos por la precariedad, y todas estas voces acaban confluyendo en lo que hago; yo soy más de personajes que de historias, porque para mí los personajes acaban levantando las historias". A pesar de eso, ha remarcado que no se trata de una denuncia al uso, sino de pura ficción. "Yo denuncio y utilizo el altavoz por otros canales, pero esto es una ficción y no hago ninguna reivindicación; en todo caso, que se reivindique solo lo que se tenga que reivindicar".
El libro nació por la necesidad que tenía la autora de hablar de un episodio de violencia obstétrica que vivió en su propia piel, y aunque quería narrarlo, no quería que el argumento de Aquest tros de vida se basara exclusivamente en eso. Al mismo tiempo, se inspiró en la canción Martha de Tom Waits, que habla de un hombre mayor que decide llamar a quien fue el amor de su vida para decirle que nunca ha dejado de quererla. "No sé cómo he acabado juntando las dos cosas", ha reído la ganadora del Ramon Llull. El jurado, formado por Carles Casajuana, Pere Gimferrer, Isona Passola, Núria Pradas, Gerard Quintana, Carme Riera y Emili Rosales, ha escogido la obra ganadora por explorar con sensibilidad la crudeza vital y la fuerza para continuar adelante con una escritura precisa y cargada de intensidad emocional.
Sin embargo, sin duda, el gran fantasma de la novela es el intento de compaginar la maternidad con las ambiciones laborales, que es una tarea absolutamente complicada y que también comparte la escritora, casi obligada a ser una artista polifacética, con mil trabajos, para poder pagar las facturas y sacar adelante a sus hijos. "Escribir es un privilegio, escribe quien puede, no quien quiere", ha sentenciado, más complicado todavía para las mujeres que son madres. También habla de los desconocidos, de las relaciones complicadas con las madres, de la lucha de clases o de la ambición femenina. "También va sobre cómo se puede ser ambiciosa siendo mujer y sobre cómo se supone que tenemos que ser, la protagonista se cuestiona como madre y como profesional".
"Escribo desde la inconsciencia y este libro ha sido un gran aprendizaje, porque también me ha dolido escribirlo, pero todo este sufrimiento ha valido la pena", ha explicado en rueda de prensa. Estel Solé es escritora, actriz, productora y directora cultural. Ha publicado poesía, teatro y cuentos infantiles, y ya puede contar con reconocimientos literarios, como el Premi Amadeu Oller por su poemario Dones que somiaven ser altres dones. Con la obra Animals de companyia recogió un gran éxito en nuestra casa, haciendo gira internacional y produciéndose en países como México o Panamá. Forma parte también de la junta directiva de Òmnium Cultural, y es colaboradora en programas como La tarda de Catalunya Ràdio y el Tot es mou de TV3. Con este reconocimiento coge el relevo de Ramon Gener, ganador en la pasada edición por Història d'un piano.