El retorno de Euphoria era tan esperado que HBO Max se llegó a col·lapasar el domingo por la noche durante un par de minutos. Después de dos capítulos especiales estrenados ya hace un año para seguir la relación de Rue y Jules, la audiencia estaba impaciente por verlas juntas otra vez, y reencontrarse también con la energía descontrolada de la serie y con el magnetismo de una estrella como Zendaya. Y es que habiendo formado parte de dos de las películas más taquilleras del año - Dune i Spider-Man: No Way Home -, la duda sobre si es la actriz quien le debe su éxito a Euphoria o es la serie quien le debe el éxito a ella parece disiparse a favor de la segunda opción en esta segunda temporada.
Fezco como protagonista
Curiosamente, no es el personaje de Rue (Zendaya) quien protagoniza el primer episodio, a pesar de tener un rol importante en él. El inicio de la segunda temporada decide centrarse en Fezco (Angus Cloud), mostrándonos su complicada infancia y como Ashtray (Javon Walton) apareció en su vida para ser su socio en el tráfico de drogas.
Y con el arranque protagonizado por estos personajes, Sam Levinson demuestra tener presentes los elementos que habían caracterizado Euphoria para captar el interés de forma rápida, con drogas, violencia y enseñándonos genitales masculinos y femeninos ya desde el primer minuto. En esta primera parte sólo falta la fiesta, pero tranquilos, que este apartado ocupa casi todo el resto del episodio.
Una fiesta para reencontrarse
Con motivo de la celebración del año nuevo, todos los protagonistas se reúnen en una casa donde hay más alcohol, drogas y sexo de lo que seguramente habréis visto en vuestras fiestas de Fin de Año. Y ponerlos a todos en una misma localización es la excusa perfecta para reanudar el hilo de los argumentos que habían quedado colgados y recordarnos en qué punto se encuentran las diferentes relaciones entre los personajes.
La que más interesa a los espectadores, la de Rue i Jules (Hunter Schafer), se reserva hasta el final del capítulo, pero promete volver a hacernos felices, y también volver a hacernos sufrir. Porque en esta segunda temporada aparecerá un tercero en discordia: Elliot, interpretado por el músico Dominico Fike.
Ahora bien, el triángulo amoroso al que más tiempo se dedica es el que forman la insoportable Maddy (Alexa Demie), la atolondrada Cassie (Sydney Sweeney) y el despreciable Nate (Jacob Elordi). Y aunque en este episodio tienen una trama lo bastante entretenida en el lavabo, los minutos de pantalla que parece que se llevarán estos personajes pueden llegar a hacerse muy largos.
El motor de la serie
Así pues, la segunda temporada arranca con ideas interesantes, como la profundización en el personaje de Fez, pero también con el peligro de perder de vista que el mayor potencial de la serie se encuentra en la relación entre Rue y Jules. La tónica general de Euphoria, sin embargo, no parece haber cambiado nada, con los personajes buscando siempre el placer rápido, esta euforia que da nombre a la serie, en detrimento del bienestar a largo plazo, lo cual los lleva a los excesos y errores que generan el drama que hará de motor de todas las tramas de los ocho capítulos de la temporada.