"Empiezo a ser mayor para según qué cosas": este es el pensamiento final que me ha atravesado el cerebro al girar la última página de El millor dels mons impossibles de Gabriel Ventura (Editorial Anagrama). Que la distancia con la generación que dicta las tendencias de internet –y que ya no es la mía– exista, sin embargo, no me tiene que llevar a desentenderme. Me parece. El millor dels mons impossibles es un ensayo ligero de leer sobre un fenómeno social que arrancó a raíz de la pandemia entre los nativos digitales: el reality shifting. Cerrados a cal y canto en la habitación a raíz de las restricciones, los de mi generación nos dedicamos a enamorarnos o volver a enamorarnos entre dm's de Twitter y mensajes de WhatsApp al ex. Mientras eso pasaba, a la generación que viene por debajo, más que una búsqueda desesperada del placer en una realidad objetiva bastante nefasta, se despertó una exploración convulsa de la subjetividad.

portada reality shifting
Cubierta del ensayo El millor dels mons impossibles

El millor dels mons impossibles es un ensayo ligero de leer sobre un fenómeno social que arrancó a raíz de la pandemia entre los nativos digitales: el reality shifting

Universos paralelos

Los shifters de que habla Gabriel Ventura son jóvenes que afirman haberse trasladado a universos paralelos. Este viaje a una realidad que no es su realidad cotidiana, sin embargo, está mediatizado por las películas o series que los jóvenes en cuestión tienen como referencia y condicionan el contexto imaginario donde los shifters huyen desesperadamente para evadirse. Dicen haber estado en Hogwarts, por ejemplo. O en el mundo de The Vampire Diaries o de Juego de Tronos. "Internet reduce salvajemente la lejanía con respecto a aquello que deseamos y nos permite acceder a una velocidad inaudita", escribe Ventura. Los shifters hablan de las realidades donde shiftean en TikTok y revelan hasta qué punto ya no existe un dentro o fuera de internet, porque "todas las imágenes y realidades pasan por un proceso de interiorización del cosmos digital". Que empiezo a ser mayor para estas cosas lo sé porque de esta tendencia surrealista enseguida concluí el análisis preferido de la tertulianez boomer: "es como Black Mirror".

Los shifters de que habla Gabriel Ventura son jóvenes que afirman haberse trasladado a universos paralelos

Tras esta tendencia se esconde una verdad preocupante, sin embargo: hay una comunidad de jóvenes tan desesperada por huir de su realidad objetiva que se agarra en una especie de esquizofrenia digital para conseguirlo. El ensayo de Gabriel Ventura no se deja ningún palo por tocar: de los fundamentos científicos del multiverso en la tulpamancia budista que quiere evadirse de situaciones de marginación social, El millor dels mons impossibles empuja a comprender hasta qué punto el reality shifting no sale de ningún sitio. Con todo, sin embargo, se hace difícil no llegar al final del libro con una cierta angustia en el pecho, con la preocupación de comprender hasta qué punto la desesperanza es la tendencia verdaderamente popular entre las generaciones que suben. Y que el reality shifting es un grito de auxilio, porque nace de la creencia que el mundo no se puede transformar. Que la realidad de uno mismo, de hecho, no se puede cambiar, y que la única alternativa real a la incomodidad de la realidad presente es la irrealidad.

gabriel ventura
Gabriel Ventura, un autor multiverso

Tras esta tendencia se esconde una verdad preocupante, sin embargo: hay una comunidad de jóvenes tan desesperada por huir de su realidad objetiva que se agarra en una especie de esquizofrenia digital para conseguirlo

Gabriel Ventura hace una exposición vasta e incluso politizada, pero da la sensación que cede la problematización del fenómeno a la mirada del lector corriente el riesgo que este romantice aquello que en el fondo es una disociación. O con la oferta de libertad para que la crítica del hecho la haga cada uno, también. Escribe Ventura: "Creer en el multiverso como si fuera una realidad objetiva es como creer en Dios: una cuestión de fe". Bien, con una diferencia importante: que la espiritualidad, contraintuitivamente, te eleva por encima de la realidad para que te puedas sumergir de una manera más presente e incluso más consciente. No es zafarse, es tomar distancia para poder encontrarse y volver. Es, de alguna manera, abrazar la realidad de uno mismo con más fuerza desde la creencia que se puede transformar. El millor dels mons impossibles es un libro y es una paradoja porque, versando sobre realidades imaginarias y desovillando el método de la generación TikTok para evadirse del mundo, hace de ventana generacional y permite hacerse cargo de las contingencias del mundo, de la realidad objetiva, más profundamente.