El Museu d'Història de Catalunya ha presentado hoy una exposición sobre la huelga de la Canadiense, que sucedió ahora hace 100 años. Con esta muestra este museo quiere recordar un acontecimiento primordial de las luchas sociales de nuestro país. Un conflicto de una gran virulencia, que llevó a la prisión a 4.000 personas, pero que se saldó con una victoria histórica de los sindicatos, al alcanzarse la jornada de ocho horas en todo el Estado. La exposición ha sido inaugurada por el conseller de Trabajo Chakir el Homrani, en un acto que también ha contado con la presencia de la consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga y la comisaria de la exposición, Dolors Domingo. Esta exposición temporal, que se ha elaborado con la colaboración de la Fundación Endesa, se podrá ver hasta el 19 de abril.
De la montaña a la ciudad
La exposición dedica mucha atención al surgimiento del conflicto. Explica las pésimas condiciones de la clase obrera en la época y la aparición de un sindicalismo potente, encarnado en la CNT. Un sindicato que fue capaz de agrupar a los obreros catalanes, pero también de dinamizar a los recién llegados y de integrarlos en las reivindicaciones colectivas. Al mismo tiempo, la exposición se fija en la composición empresarial de La Canadenca y de otras grandes empresas afectadas por la huelga. Pero uno de los apartados menos conocidos, y que la exposición muestra mejor es el del inicio del conflicto, en la presa de Camarasa, cuando se estaba construyendo. Frente a las historias sociales tienden a centrarse en la ciudad, la exposición muestra una visión muy diferente del origen del conflicto, rural. Un vídeo contribuye a explicar esta parte del conflicto, la menos conocida. Y algunos paneles explican cómo no triunfó el intento de trasladar el conflicto a Lleida.
Cuando las calles eran del pueblo
El centro de la exposición se fija en los hechos de Barcelona. Explica el alcance que cogió la huelga, que llegó a dejar Barcelona a oscuras y sin prácticamente ningún tipo de transporte. Detalla las medidas represivas: la ocupación militar de los espacios públicos, el uso del somatén, el registro sistemático a los obreros, la militarización de los servicios, el encarcelamiento de sindicalistas, el uso de barcos como prisión... La exposición destaca también un hecho que últimamente los historiadores han puesto de manifiesto: el papel primordial que tuvieron las mujeres, tanto en las protestas como en las acciones para garantizar la supervivencia de los huelguistas y sus familias. Enfatiza el papel de los líderes sindicales, y especialmente el del Noi del Sucre, que fue capaz tanto de impulsar la huelga como de sacarle el máximo rendimiento en las negociaciones con los patrones y en los acuerdos con la militancia en el famoso mitin de Les Arenes. Al fin, destaca el gran logro de la huelga: el establecimiento, en todo el Estado, de la jornada de ocho horas, la reivindicación histórica de las organizaciones obreras.
Homenaje póstumo
"Entender una huelga como la de la Canadiense nos ayuda a entendernos como pueblo", ha asegurado la consellera de Cultura en la inauguración de la exposición. El conseller El Homrani, en cambio, ha querido destacar que aquella huelga marcó altísimos niveles de represión y también de solidaridad. Pero ha apuntado que se debe destacar que fue un ejemplo, tanto de lucha, como de gestión del conflicto. Si bien ha reconocido la extraordinaria capacidad de movilización que demostró la CNT, también ha apuntado que también fue ejemplar el modo de negociar y resolver la huelga, y ha añadido que se tendría que aprender de aquella experiencia de radicalidad y al mismo tiempo de pragmatismo. La comisaria Dolors Domingo, a pesar de todo, ha querido poner de manifiesto que todavía quedan muchos derechos sociales por conseguir. No lo ha mencionado, pero todavía hay mucha gente, en Catalunya mismo, que sigue trabajando más de ocho horas... Un siglo más tarde de la victoria obrera de la Canadenca.
Ver el movimiento obrero
La exposición cuenta con un magnífico vídeo sobre Camarasa y con unas espectaculares imágenes de la huelga en Barcelona que impresionan al visitante. El uso de viñetas de revistas de humor ofrece una visión ácida muy adecuada. La exposición aporta información de gran valor sobre el movimiento anarquista y sobre la situación que llevó a la gran huelga. Ahora bien, se hubiera agradecido que la exposición tuviera unas dimensiones mayores y que los materiales estuvieran más distribuidos, ya que la acumulación de escritos, de cronologías y de fotografías de pequeño tamaño recarga la visita. Pese a todo eso, es un gran acierto que el Museu d'Història de Catalunya recuerde un hecho que fue emblemático y que marcó las condiciones de vida de todos los obreros. La huelga de la Canadiense marcó un antes y un después en la historia de Catalunya e inspiró los movimientos sociales posteriores.