En catalán existe el verbo llevar, cuasisinónimo de treure —'sacar'— y empleado sobre todo en el País Valencià y en el sur de Cataluña (no exactamente en los mismos contextos en los que dicen traure, hay que decir). Pronominalizado (llevar-se), en catalán oriental indica el hecho de salir de la cama (en otras hablas, para este contexto se dice aixecar-se o alçar-se). El participio de presente de llevar és llevant: por eso el este también se denomina llevant —'levante'—, porque es por donde se levanta el sol (al igual que, a partir del verbo pondre, su participio de presente, ponent —'poniente'—, designa al oeste, ya que es por donde se pone el sol).
Esta palabra se ha dicho históricamente en una expresión fijada muy bonita: llevant de taula. ¿Y qué significa? Pues el momento de levantarse de la mesa después de una comida. El Diccionario catalán-valenciano-balear reporta ejemplos medievales de este significado. Por extensión, la construcción llevant de taula también acabó designando los postres, es decir, los dulces con los que se suele cerrar una comida, justo antes de levantarse de mesa (y también designaba, lógicamente, el momento de comer los postres). Este uso se ha extinguido, pero se documenta en el noreste de Cataluña en el primer tercio del siglo XX y, languideciendo, a finales del siglo XX.
El escritor gerundense Joaquim Ruyra escribía: Després del llevant de taula, que consistí en algunes galetes i confitures, tots anàrem a dar un volt per la coberta (Pinya de rosa, 1920, volumen II, página 48); Regat a dojo amb un bon vi de la Costa i, més endavant, amb un garnatxa empordanès que s'adeia amb les dolçors del llevant de taula. (Entre flames, 1928, página 127). Y aquí un ejemplo de principio del siglo XXI, una crónica firmada por el sacerdote Xavier Coll (del obispado de Vic) y publicada en los Quaderns de Pastoral del Centre d'Estudis Pastorals (número 186, año 2003, página 74): Quant a l'àpat en concret, es va fer el que es va poder, tenint en compte que un càtering per a sis centenars de persones té prou dificultats [...]. Al llevant de taula es recitaren alguns poemes de Mn. Cinto que, tot s'ha de dir, s'entonaren potser amb molta voluntat però que hom hauria desitjat amb més aptitud interpretativa i amb menys estrèpit vocal.

Ha terminado siendo una fiesta popular
La construcción llevant de taula también designa el ir un grupo de jóvenes a recoger dinero o comida por el pueblo o entre los asistentes a una romería cuando ya se termina el almuerzo. Este uso también ha desaparecido del lenguaje general, pero ha pervivido en algunos casos. Así, en la Pobla de Lillet (Prepirineo central), durante la Pascua Granada, en el santuario de Falgars (en las afueras), tras la misa y antes de las danzas se hace el llevant de taula, una recogida de alimentos entre los asistentes al encuentro. Y en Arenys de Mar (en la costa catalana, unos kilómetros al norte de Barcelona) en el año 2015 recuperaron el llevant de taula, una danza protagonizada por la juventud que tiene su origen en que, con motivo de una fiesta popular, la gente joven salía justo después de comer a recoger dinero casa por casa para sufragar la fiesta, y lo completaban con un baile.