Donald Trump ha tomado una polémica decisión cuando ha escogido el equipo de 79 personas que tiene que llevar a término la transición a la presidencia y ha incluído a tres de sus hijos: Ivanka, Donald Jr. y Eric. E incluso ha colocado a un yerno en el grupo: Jared Kushner, el marido de Ivanka. Trump ha escogido como jefe del grupo de trabajo a Mike Pence, al futuro vicepresidente del país.
Quién es quién
Los tres Trump incluidos en el equipo de transición son hijos de la checa Ivanna, la primera mujer de Trump, que estuvo casada con él de 1977 hasta 1991. Los tres son vicepresidentes de la Real Estate Development and Acquisitions de la Trump Organisation. El mayor, Donald Trump Jr., está casado y tiene 5 hijos. Ivanka, la segunda, es modelo y empresaria. Está casada y tiene tres hijos. El tercer hijo, Eric, además de trabajar con su padre, tiene una bodega y una plantación de viñas en Virginia, la Trump Winery. Los hijos de los otros matrimonios de Trump, en cambio, no han tenido un papel político tan relevante, quizás por su juventud (Tiffany Ariana, la cuarta hija del magnate, tiene 23 años, y el hijo pequeño, Barron, sólo 10).
Un equipo decisivo
El equipo que tiene que dirigir la transición es básico en el proceso de definir la futura presidencia. Hasta ahora era dirigido por el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que todavía tiene un papel importante en él. También participan en él Rudy Giuliani, el popular ex alcalde de Nueva York, y el teniente general Mike Flynn. Otros integrantes de la comisión son el senador Jeff Sessions, el doctor Ben Carson, el fiscal general de Florida, Pam Bondi, el millonario de Sillicon Valley Peter Thiel, cofundador de Paypal, y el jefe de CEO de la campaña presidencial de Trump, Steve Bannon.
Tensiones
La sustitución de Christie, que trabajaba desde hace meses en Washington con este equipo, por Pence, ha provocado cierto disgusto entre los líderes republicanos. El equipo personal de Donald Trump no tiene muy buena relación con los dirigentes históricos del Partido Republicano, que miran conn preocupación cómo Trump se blinda rodeándose de personas fieles de su entorno y de su familia. Pero se teme, sobre todo, que Trump aproveche la estructura del Estado para colocar a ejecutivos de sus empresas y socios comerciales, para ofrecerles privilegios, sin respetar la separación entre el ámbito público y el privado.