El bioquímico Federico Mayor Zaragoza fue ministro de Educación y Ciencia de 1981 a 1982 y director general de la UNESCO de 1987 a 1999. Ahora preside la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC), que celebró su primer encuentro en Barcelona, el Palau Macaya de la Obra Social la Caixa, el pasado 11 de abril. Mayor Zaragoza ha aprovechado la ocasión para hablar con ElNacional.cat sobre el papel de la ciencia y de los científicos en el mundo actual.

¿Qué pretende la AEAC?

Es una asociación de científicos y de gente comprometida con el porvenir del mundo, que nos hemos dado cuenta de que se ha acabado el tiempo de los diagnósticos y que tenemos que pasar a la acción. Porque por primera vez en la historia tenemos que actuar con rapidez o los efectos son irreversibles, porque nos estamos jugando la calidad de vida y la habitabilidad de la Tierra, sobre todo pensando en las generaciones jóvenes. Creo que han hecho muy bien en crear la AEAC, porque si nosotros, los científicos, los intelectuales y los artistas, estamos callados, ¿como podemos criticar después lo que pasa? Lo que tenemos que hacer es movilizar a la gente... Yo no hablo para mí mismo, yo ya soy una persona que sólo soy "Mayor", soy ya un señor mayor, pero les debemos a la gente que ahora es joven y a los que llegarán todavía al mundo, tener una Tierra que ofrezca una calidad de vida digna. Y todo eso nos lo estamos jugando. Y ya hace muchos años que lo estamos diciendo.

El PIB es un índice de crecimiento económico, y no tiene nada que ver con el desarrollo

¿Quién es el responsable de todos estos problemas?

No nos engañemos, el neoliberalismo ha sido absolutamente contrario a que haya un multilateralismo, a que haya unas Naciones Unidas fuertes, a que haya unas instituciones internacionales que manden... Sólo quieren mandar ellos. Y estamos en un momento del mundo en que si no lo transformamos rápidamente llegaremos a un punto de no retorno. Y nosotros tan tranquilos. Ha llegado el señor Trump, ha dicho que no pone los objetivos de desarrollo sostenible en marcha y nos ha dejado una vez más en manos de unos indeseables, en manos de unos capitales que están dominando el mundo con el PIB, y el PIB es un índice de crecimiento económico, y no tiene nada que ver con el desarrollo. Nosotros lo que queremos es un desarrollo que sea sostenible, que sea humano, que le permita a la gente dominar su propia vida. Y este es el motivo porque nosotros hemos creado esta asociación.

¿La AEAC tiene previsto trabajar suela, o con colaboración con otras entidades?

La Asociación Española para el Avance de la Ciencia nace con la voluntad de estar abierta a todo el mundo. Estamos con los brazos abiertos a que se nos unan las instituciones científicas. Y las universidades... ¿Cómo puede ser que los centros de enseñanza superior, estén callados? Llega un momento en que el silencio es delito. Llega un momento en que llegamos a ser espectadores en vez de ser actores, y eso es muy grave.

No podemos estar distraídos, porque mañana quizás será demasiado tarde.

Los científicos tienen un bajo impacto social en la actualidad. No son populares y no se los escucha. ¿Cómo resolver eso?

Esta sociedad mediática es una sociedad que está absolutamente dirigida por unos grandes intereses económicos. Los científicos tenemos que hablar científicamente, y en estos momentos en España el 80% de los medios de comunicación son la voz de su amo. Es así: quien paga, manda. Y como están pagados todos por capitales y por grandes instituciones, no dicen nada... No puede ser... La información tiene que transmitir la verdad. Yo he sido director general de la UNESCO, y esta dice que tiene que garantizar la libre circulación de las ideas por la palabra y por la imagen. Y eso lo tenemos que hacer... Pero hoy, si miramos la televisión o los medios, todo depende de quién paga, quien paga manda, y eso no puede ser. Y nosotros nos estamos acostumbrando a estar distraídos. El otro día Soledad Gallego decía que los medios de comunicación son un "arma de distracción masiva". Y no podemos estar distraídos... No podemos estarlo porque mañana quizás será demasiado tarde.

Mientras cada día nos gastamos en armamento 4.000 millones de dólares, se mueren de hambre cerca de 20.000 personas en el mundo

¿Esta dinámica, es específica del Estado español o es un fenómeno extendido por el mundo global?

El Estado español es irrelevante en esta situación, a escala mundial. Hubo un momento, hace algunos años, en qué gracias a Obama, sobre todo, las cosas pareció que cambiaban. China, India y Estados Unidos estuvieron de acuerdo en hacer alguna cosa sobre el cambio climático y firmaron los acuerdos de París. Y entonces llegó Naciones Unidas y decidió que había que transformar el mundo y creó los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Era un momento en que decíamos, ahora, ahora... Parecía que íbamos por el buen camino. Y después llega el señor Trump, y dice que todo eso no se lo cree y que no lo seguirá... Y destina más dinero para defensa. Y nosotros corriendo detrás suyo... España también. Todos destinan más dinero para defensa. 4.000 millones de dólares al día, hoy, se están gastando en defensa. ¿Y todavía les parece poco? ¡Dicen que "se están defendiendo los territorios"! ¿Y la gente? ¿Y la gente que vive en estos territorios y se muere de hambre? Cada día, mientras nos gastamos en armamento 4.000 millones de dólares, se mueren de hambre cerca de 20.000 personas en el mundo, la mayor parte niños de uno a cinco años. Y eso no puede ser. Tenemos que decir basta.

En un mundo en que se incrementan las desigualdades, ¿corremos el riesgo de que la ciencia se olvide de las necesidades de los más pobres?

Exacto, eso es lo que a mí me preocupa. Si alguien no puede estar a las órdenes de nadie ni hacer las cosas porque le digan que tienen que ser de alguna manera, son los científicos... Precisamente un científico, es científico, no es de derechas, ni de izquierdas ni de nada. Socialmente ya es otra cosa... Puede ser una persona creyente o no creyente, puede ser de una ideología o de otra, pero como científico sólo tiene que reflejar lo que dicen los datos científicos. Y lo mismo es el que yo pensaba que pasaba con los jueces... Y no eso de que la gente que tiene que interpretar una norma a veces la interprete de una forma conservadora, otras veces de una forma progresista...

¿Cómo se puede tolerar eso? ¿No nos damos cuenta de que estamos traicionando a nuestros descendientes?

La raíz de este problema, ¿donde está?

¿Qué es eso que hemos creado? Es la deriva de un sistema que ha sustituido el multilateralismo democrático por la autocracia de unos cuantos países que se llaman el G-6, el G-7... ¿Y qué quiere decir eso? Los países que más mandan. Esto es una plutocracia. Y entre estos países sólo manda uno, que es el Partido Republicano de Estados Unidos. No puede ser... Hoy precisamente los científicos tenemos que ayudar a alertar de que o vamos con mucho ojo o llegaremos a puntos de no retorno. El problema, ahora, son los procesos irreversibles. Todo el Ártico, que lo teníamos como una gran medida de la climatología se ha ido fundiendo, fundiendo... Ahora ya no existe... No existe más que un 12% de lo que había antes. ¿Cómo se puede tolerar eso? ¿No nos damos cuenta de que estamos traicionando a nuestros descendientes? ¿No nos damos cuenta de que nuestros descendientes nos pueden mirar, dentro de unos años y preguntarnos "qué hicisteis vosotros"? Se preguntarán qué poca vergüenza tuvimos, porque les dejamos un mundo con una habitabilidad de una calidad reducida.

Llega un momento en que tenemos que ser nosotros, los pueblos, los que tomemos la palabra

¿Cómo es que cada vez hay más gente que desconfía de la ciencia?

Todo eso es minoritario, no nos engañamos. La mayor parte de la gente no se deja engañar tan fácilmente. Todo eso sale porque es lo que interesa a esta minoría que son los grandes capitales que son los que dirigen el mundo, los que llegan y dicen "más dinero para los militares y para defensa", y nosotros vamos corriendo. ¿Pero qué es eso? ¿Todos los días se gastan 4.000 millones y todavía quieren más? No nos engañemos, llega un momento en que tenemos que ser nosotros, los pueblos, los que tomemos la palabra. Es una decisión que no podemos esquivar. No podemos decir que estamos distraídos... No, no. Ahora tenemos que decir: "¡Alerta! Sabemos lo que puede pasar".

¿Cuáles tendrían que ser las prioridades en este momento?

El sistema de Naciones Unidas tiene 5 prioridades, y la primera es el hambre... ¡No puede ser que la gente se muera de hambre, no puede ser! ¡Caray! Tenemos todos los medios para que eso no pase. Segundo, el agua potable. Tercero, los servicios de salud de calidad. Cuarto, el cuidado del medio ambiente. Y cinco, que es muy importante, la educación... Y no esta educación de los informes PISA que dice "Los niños tienen que aprender más inglés". No... Eso no es educación... Eso es una manera de capacitación... Saber más matemáticas, más inglés, más química, es capacitación... Educación, y lo dice la constitución de la UNESCO de forma muy clara, es "ser libre y responsable". Seamos libres y responsables, y seamos nosotros, los pueblos, los que tomemos la palabra. Eso hace unos años no lo podíamos hacer. Ahora podemos hacerlo, y lo tenemos que hacer.

No podemos mirar a los ojos a los nuestros nietos y decirles "Ya os fastidiaréis, nosotros no haremos nada".

¿Estamos en mejores condiciones para reivindicar esto ahora que hace unos años?

Hace unos años, la mayoría de la gente, incluido el que le habla, no podíamos hablar porque no teníamos la voz. Ahora la tenemos. En parte gracias a la tecnología digital podemos decir lo que pensamos. Y todos sabemos qué pasa en el mundo. Y además, sobre todo lo más importante, es que la mujer, que hace treinta años no pintaba nada, ahora, por fortuna, ya empieza a ser protagonista de la historia. Ahora es el momento para que nosotros tomemos la palabra, no la fuerza, sino la palabra y digamos basta. Y que le digamos al señor Trump, por ejemplo, que ya basta. ¿Usted se imagina lo que pasaría si un número importante de gente joven cogiera los 5.000 millones de móviles que hay al mundo y por WhatsApp o por lo que sea le dijera al señor Trump que si no cumple los objetivos de desarrollo sostenible dejarán de comprar productos norteamericanos? Hay que poner las cosas en su sitio. No podemos mirar a los ojos en los nuestros nietos y decirles "Ya os fastidiaréis, nosotros no haremos nada". No, tenemos que ser coherentes.

A nivel del Estado español, ¿cómo ve el estado de la ciencia y de la política científica?

Mire, hasta el año 2010 las cosas no iban nada mal. La verdad es que se consiguió que en algunos aspectos fuéramos los primeros del mundo. Somos todavía los primeros del mundo en trasplantes, seguimos siendo los segundos o terceros del mundo en algunos aspectos de la biomedicina... España y Catalunya han tenido un desarrollo muy importante en el campo científico. Catalunya tiene genéticos fantásticos, gente de primera... Lo único que pasa es que después del año 2011, todo eso, como la educación, como todo, se ha ido disolviendo.

Llega el momento en que nos tenemos que repensar todo el sistema económico. Estamos en una economía basada en la especulación y en la deslocalización productiva. Y eso es una vergüenza

¿Han fallado los presupuestos?

Que no nos digan que no ha habido dinero... No ha habido dinero para eso, no ha habido dinero para mucha gente, pero el número de millonarios se ha incrementado de una manera extraordinaria. Llega el momento en que nos tenemos que repensar todo el sistema económico. Estamos en una economía basada en la especulación y en la deslocalización productiva. Y eso es una vergüenza. Es una vergüenza que lo estamos haciendo todo fuera... Todo lo hemos deslocalizado para hacer más dinero, los que ganan dinero, claro está. Eso es una vergüenza. Pues ahora a ver si ponemos los puntos sobre las "íes" y somos capaces de redimensionar todo lo que tiene que ver con el desarrollo, con la calidad de vida de la gente y con la libertad.