Washington, 22 de febrero de 1819. Hace 206 años. Los representantes plenipotenciarios Luis de Onís —en nombre del rey español Fernando VII— y John Quincy Adams —en nombre del presidente norteamericano James Monroe— firmaban un "Tratado de amistad" que, básicamente, establecía la venta de la colonia hispánica de la Florida a Estados Unidos. Pocos años antes (1803), Napoleón había vendido la Luisiana a los norteamericanos, con el objetivo de financiar las guerras de expansión francesas en el continente europeo (1804-1815). Y unas décadas después (1868-1869), el general Prim negociaría la venta de Cuba a Estados Unidos para enjugar el déficit público español y empezar de cero y sin lastres. Pero, en cambio, la transferencia de la Florida no supuso ningún beneficio para los vendedores. Entonces, ¿por qué Fernando VII vendió la Florida a Estados Unidos?

Mapa del continente norte americano (finales del siglo XVIII). Fuente Cartoteca de Catalunya
Mapa del continente norteamericano (finales del siglo XVIII) / Fuente: Cartoteca de Catalunya

¿Cuál era el mapa del continente americano a principios del siglo XIX?

Cuando se produjo aquella venta (1819), Estados Unidos ya hacía tres décadas largas que habían ganado su independencia (1783) y ya postulaba su liderazgo continental en América. En 1803, con la compra de la colonia francesa de la Luisiana (los valles de los ríos Missouri y Misisipi, entre los Grandes Lagos —en el norte— y el golfo de México —en el sur—) le había permitido duplicar su superficie inicial (y las expectativas de extracción de recursos). Y, sobre todo, le había abierto la posibilidad de proyectarse hacia el oeste, hacia la tierra, en gran parte inexplorada, situada entre el Misisipi —en el este— y el océano Pacífico —en el oeste—. La historia y el presente de Estados Unidos no se explican sin el fenómeno de la conquista del Far West. Por lo tanto, a principios del siglo XIX, toda la energía del poder y de la sociedad norteamericanos está orientada a la expansión territorial.

Mapa del mar Caribe (medios del siglo XVIII). Fuente Cartoteca de Catalunya
Mapa del mar Caribe (mediados del siglo XVIII) / Fuente: Cartoteca de Catalunya

¿Por qué Estados Unidos se había fijado en Florida?

La expansión estadounidense hacia el oeste tenía un propósito claro: proyectar su dominio sobre la totalidad del continente norteamericano. Pero esta estrategia expansiva no era la única. La Doctrina Monroe, que se resumía en la cita "América por los americanos" (la totalidad del continente americano), no se proclamaría hasta 1823, pero la investigación historiográfica revela que los fogones del Capitolio de Washington ya la cocinaban desde el día siguiente a la independencia (1783). Y esta ideología de estado —que tan bien explicaba la extraordinaria ambición de aquellas clases dirigentes surgidas de la independencia— postulaba, ni más ni menos, que la conversión de las colonias europeas en repúblicas aparentemente independientes, pero subordinadas, política y económicamente, a los intereses de Estados Unidos. El camino para acceder al continente sudamericano pasaba por el Caribe, y la Florida era el trampolín para dominar aquel mar.

Fernando VII y Luis de Onis. Fuente Museo del Prado y Wikimedia Commons
Fernando VII y Luis de Onís / Fuente: Museo del Prado y Wikimedia Commons

¿Por qué los españoles se vendieron la Florida?

Desde que los españoles habían puesto los pies en la Florida y habían reclamado su posesión en nombre de la monarquía hispánica (1521), nunca habían tenido un dominio efectivo sobre el territorio de la Florida, más allá de algunas fortificaciones situadas sobre la línea de la costa. Como pago a su apoyo a la independencia, Washington les cedió una franja de territorio en el sur de Georgia (1778), con el compromiso de vigilar las incursiones de la nación indígena de los seminolas. Pero la incapacidad española para cumplir dicho compromiso sería el argumento que Washington esgrimiría para lograr la transferencia del dominio de la Florida. Y la España de Fernando VII —que era un gigante, más que con pies de barro, decrépito y sin capacidad ni recursos para hacer valer su posición— no tuvo más remedio que sentarse en una mesa negociadora.

Presidente Monroe y vice presidente Adams. Fuente Galería de Retratos de la Casa Blanca
Presidente Monroe y vicepresidente Adams / Fuente: Galería de Retratos de la Casa Blanca

Las condiciones de la venta de la Florida

Se tiene constancia de que desde 1795, los españoles ya habían tenido contactos negociadores para la venta de la Florida. Y este detalle resulta muy revelador, pues dibuja claramente la dinámica ascendente y descendente, respectivamente, de norteamericanos y españoles. Pero lo más revelador de ese cuadro escénico son las condiciones pactadas en la venta de la Florida. Fernando VII se vendió la colonia a cambio de cinco millones de pesos de oro (el equivalente a quinientos millones de euros, que resultaría una cantidad ridícula para una transacción de dicha naturaleza... y que, además, ¡¡¡no llegarían a cobrar nunca!!!). Y a cambio, también, del compromiso del gobierno de Washington de que se respetaría el dominio español sobre Texas, que, tan solo dos décadas después, se convertiría en una pieza clave de la épica conquista norteamericana del Far West.