Ferran Palau vuelve. Después de casi dos años sin subir a los escenarios y con seis álbumes a la espalda, mañana publica un nuevo disco: Plora aquí, donde ha querido deshacerse de todo aquello aprendido y volver a la sensación de cuando grabaron su primer álbum con Anímic, su antiguo grupo: dejar el perfeccionismo para hacer un disco más juguetón. El cantante ha querido adentrarse de lleno en la fantasía y los mundos de las criaturas fantásticas, universo que lo ha acompañado toda la vida y, de hecho, considera que este disco es casi como un parque temático o como las pantallas de un videojuego, que vas superando mundos hasta encontrar el monstruo final. Pero Plora aquí no solo es un disco con 13 canciones, sino que también es un cortometraje dirigido por Pablo Maestres, que trata de la historia de amor entre dos monstruos: SnifSmosly.

Palau ha creado una atmósfera fantástica inspirado por los entornos de Montserrat, hasta el punto que "intentaba imaginarme cómo debió ser Montserrat en la época de los dinosaurios y cómo debieron sonar estos gritos rebotando por las agujas de la montaña, con aquel eco", ha comentado el cantante, nacido en Esparreguera, pero establecido en Collbató desde que tenía 3 años.

El disco ya lo podéis encontrar en las tiendas físicas y desde hoy también accesible a las plataformas digitales. Ayer presentaron el cortometraje en el Cine Phenomena de Barcelona y este mismo sábado empieza la gira de presentación del disco con un concierto en la sala Heliogàbal; actuación con la que también descubriremos su nueva banda, ahora acompañado por Malcus Codolà a la batería, Emili Bosch a las "maquinillas" (los dos forman al dúo de música electrónica b1n0), así como, ellos sí antiguos aliados, Jordi Bosch y Jordi Matas al bajo y la guitarra.

Entrevista Ferran Palau, Music / Foto: Carlos Baglietto
Ferran Palau publica nuevo disco, Plora aquí / Foto: Carlos Baglietto

Plora aquí es tu séptimo álbum. ¿Llegados a este punto, te cuesta encontrar nuevos procesos creativos?
En mi caso, hay una cosa que siempre está, que es la costumbre de hacer un poquito cada día, de artesanía, de como quién tiene su taller y va puliendo sus cositas. Hay un poco de cajón de sastre, pero sí que es verdad que siempre hay esta necesidad de avanzar hacia una nueva puerta. No de ser experimental, porque yo creo que experimentar no tiene que ser nunca la finalidad de la música, pero sí que tienes que intentar provocar encontrarte estas puertas nuevas. Y para ello tienes que vivir, te tienen que pasar cosas, tienes que conocer gente, tienes que ser como una especie de receptor: llevar una parabólica en la cabeza, ya que cualquier cosa que te pueda pasar puede ser material para tu música.

Siempre hay esta necesidad de avanzar hacia una nueva puerta

¿Qué puertas se te han abierto en el proceso creativo de este disco?
Una ha sido la de Pablo Maestres, que es el director y guionista con quien he colaborado para pensar la historia. Porque Plora aquí no solo es un disco, sino que también es un cortometraje. En realidad, Plora aquí es un pequeño mundo: una Catalunya donde en los bosques viven monstruos que se esconden de nosotros. Después, hemos abierto la puerta del Sr Chen, que es un productor de hip-hop, con quien nunca me habría imaginado producir música. Pero hemos funcionado super-bien juntos y ha salido música de la cual estoy muy contento y que suena realmente un poco diferente de lo que venía haciendo. Creo que el disco es reconocible, pero hay cositas que todavía no las habíamos hecho antes. Siempre que hago un disco intento avanzar hacia algun lado, pero pienso en toda mi discografía y en la coherencia de que todo funcione. Hoy escucho mi primer disco y me representa, escucho el segundo y me representa. Todos me representan y puedo seguir cantando aquellas canciones. No es una cosa del momento sino que intento ver todos mis discos como una obra conjunta y que todos se porten bien entre ellos.


¿Cómo has llegado hasta el tema de los monstruos y criaturas fantásticas?
Yo creo que aquí llegué cuando era pequeño. Ya cuando tenía 10 años, era uno crío muy fascinado por las películas de terror, de monstruos, de fantasía, y eso nunca lo he dejado. Para mí, no forma parte de mi infancia, sino que es una cosa que me ha acompañado toda mi vida. En cada disco que hago, abordo alguna temática que en algún momento de mi vida me ha interesado. Tenía guardada la carta de los monstruos para algún día hacer alguna cosa con ellos. Se tienen que juntar los astros para poder hacer una cosa así. Hace dos Navidades, me venía un año sin conciertos y estaba buscando un concepto. Empecé a mirar películas de monstruos de los años 80, y vi que era el momento. Escribí a Pablo Maestres, que también es super-fan de estas películas y estaba buscando un proyecto personal para implicarse. Nos hemos pasado un año y medio trabajando en esto y todavía no está acabado. O sea que nos ha llevado una cantidad de trabajo descomunal.

Qué vino primero: ¿el corto o las canciones?
Pues estoy muy contento porque todo ha pasado al mismo tiempo. Sí que hay un par de canciones que ya estaban en mi cajón de sastre. Ideas que las reaproveché y redirigí para aquí. Pero todo eso ha pasado durante este año y poco y creo que eso ha hecho que todo tenga una cohesión. El merchandising, por ejemplo, está inspirado en la película Teen Wolf, donde hay un chico que se convierte en hombre lobo y se acaba convirtiendo en la estrella del instituto. Todo aquel grafismo y estética... No sé, todo acaba cogiendo sentido porque todo pasa a la vez. No es como cuando grabas un disco y después le tienes que buscar una estética, una portada...

Intento ver todos mis discos como una obra conjunta y que todos se porten bien entre ellos

¿De qué trata el cortometraje y cómo lo unes a las canciones?
Esta historia trata de dos de estos monstruos, uno se llama Snif y el otro Smosly, que son pareja, no se sabe exactamente de qué tipo, si un amor romántico, si un amor de monstruos, no lo conocemos, pero en todo caso se aman y tienen una relación. Uno es muy cauteloso, que es Smosly, se esconde mucho, y no tiene ninguna intención de abandonar su casa. Pero en cambio Snif es más curioso, tiene como esta ansia de descubrir mundo: no puede evitar adentrarse un poco en el mundo de los humanos y eso provoca una serie de cosas que todavía no puedo explicar porque sería spoiler. Así empieza la historia. Y este tipo de relación, en el que uno es más conservador y el otro tiene esta ansia de viaje, no impide que haya amor. Es una relación que funciona porque se dejan ser como son y ninguno de los dos pretende que el otro cambie. Todo eso está muy reflejado en las letras de este disco.

Entrevista Ferran Palau, Music / Foto: Carlos Baglietto
Ferran Palau, dos monstruos le han venido a ver / Foto: Carlos Baglietto

¿Cuando te imaginabas los mundos fantásticos, los ubicabas en Montserrat?
Siempre. Voy mucho a correr y a andar, por Montserrat. Es muy fácil ir por estos caminitos, que se te comen los árboles antes de empezar a subir la montaña, y miras a los lados y hay estas hiedras muertas que forman formas que podrían ser monstruos. Aparte, la montaña está vinculada a muchísimas leyendas de monstruos, como el Marmotot. También están los avistamientos de ovnis, muchísimas desapariciones, muertes misteriosas... Montserrat es ciencia ficción y Collbató es como Twin Peaks a la catalana. Es como superfácil imaginarte cosas en Montserrat.


Porque aunque a las canciones no se hable explícitamente de monstruos (menos en Snif), sí que en la producción encontramos ciertos sonidos que hacen entrar en el contexto fantástico.
No me gusta ser evidente con las letras: Parc estaba inspirado en el cine de terror y por las letras no lo dirías nunca. Es más un concepto estético que engloba un pequeño universo, en este caso es lo mismo. No hace falta cantar sobre monstruos para introducirte dentro de un mundo de fantasía y de monstruos. Siempre intento ser poco evidente en este sentido. Si no, no sería mi estilo. Me gustan las cosas borrosas, difuminadas, poco claras y poco directas. Este disco ha sido como una especie de grabación itinerante en que hemos utilizado muchísimos sistemas de grabación diferentes, todo tipo de micrófonos, salas diferentes, cosas grabadas en el patio... Ha sido muy divertido, muy juguetón. Me gusta pensar en este disco como un disco casi de parque temático. Y un poco eso en las canciones sí que pasa: hay una que es como más Motown, una que es más soul, una que es como western... 120, por ejemplo, es como un country tropical, S'estenen flors también tiene un toque tropical... Plora aquí es casi como un parque temático o como las pantallas de un videojuego, que vas pasando pequeños mundos hasta que te encuentras el monstruo final.

Plora aquí es casi como un parque temático o como las pantallas de un videojuego, que vas pasando pequeños mundos hasta que te encuentras el monstruo final

Entonces, como tal, tenemos estos mundos fantásticos, los monstruos, los tipos de amor... ¿Por qué el título es Plora aquí?
Las piezas van encajando, o sea, es como abrir un cajón, tirar muchas piezas a la mesa|tabla y con estas piezas poner, sacar y empezar a construir. Plora aquí es una frase de mi hijo, que la dice en broma cuándo, por ejemplo, me pasa alguna cosa. Viene y me dice: “papa, vols plorar? Vine, plora aquí” ("¿papa, quieres llorar? Ven, llora aquí") (señalándose el pecho). Y cuando ya me lo había dicho centenares de veces, acabé dándome cuenta que "Plora aquí" tenía flow de título. Y a partir de aquí surgieron muchas otras cosas, como el nombre del monstruo Snif. Las piezas empezaron a encajar y se fue haciendo este pequeño mundo. Pero tienes que tener la parabólica puesta y estar muy receptivo. Quizás ahora oigio una frase y digo: "Eso es una canción". Me la apunto en el móvil y a ver si la puedo utilizar. Louise (su pareja) siempre dice que le gusta mucho este título porque, a menudo en Twitter, en días de lluvia o tristes, tengo tuits de gente que dice: "día Ferran Palau" y enlazan alguna canción mía. Siempre me relacionan con cosas de llorar. A Louise le parece que el título tiene mucho sentido con la manera en que la gente utiliza mi música.


Porque tú no lo proyectabas así.
No, yo lo planteaba más irónico. ¿Sabes el "Usted está aquí" que te puedes encontrar en los mapas del metro para que sepas dónde estás. Pues tenía un poco esta idea. La primera vez que escribí el título, puse Plora aquí y una flecha. Pero ya está, me pareció gracioso.

Entrevista Ferran Palau, Music / Foto: Carlos Baglietto
Entrevista Ferran Palau, Music / Foto: Carlos Baglietto

En una entrevista comentaste que durante la grabación habías recuperado la sensación de tus primeros años de música con el grupo Anímic.
Una de las cosas que pensé en el momento que decidimos que me tomaría más de un año sin tocar en directo era desde dónde quería enfocarme. He hecho seis discos, he aprendido muchas cosas, pero me interesó más desaprenderlas y volver a tener la sensación de no tener ni idea de qué hago, ni cómo lo haré para estar abierto de miras al máximo. Sé que hay maneras de hacer las cosas que me han funcionado, pero es que si las volvía a hacer así, volvería a sonar exactamente igual y no sería tan divertido. Necesitaba que hubiera más desorden, quería grabar un disco un poco más sucio y juguetón, no tan quirúrgico, perfeccionista y superminimalista. Intenté pensar en cuando grabamos el primer disco de Anímico. Teníamos 3.000 euros para grabar y teníamos la opción de ir a un estudio o comprarnos una grabadora, llevarla a casa y aprender a utilizarla. Cogimos la segunda opción. Y suerte que lo hicimos así, porque eso es lo que he seguido haciendo toda la vida. Los procesos que son más creativos, quizás. Si tuviera muchísimo dinero y me pudiera gastar miles de euros en un disco, iría a un estudio que flipas y estaría tres meses allí. Pero como no puede ser así, necesito todo este tiempo o más y por eso mejor hacerlo en casa.


¿Cómo llevarás toda esta parte visual al directo?
A veces, es verdad que me complico mucho la vida creando el aspecto visual de los discos y los videoclips, pero no sé por qué motivo, en el escenario me gusta la simplicidad. Me da pereza o encuentro un poco pretencioso llevar un espectáculo de luces, pantallas... Me siento demasiado disfrazado, soy una persona muy sencilla y cuando salgo al escenario solo necesito a mis colegas tocando, una luz bonita y humo, que me gusta mucho. Así que no llevaré monstruos al directo. No será Disneylandia, aunque quizás Snif sale en alguno, pero no diré en cuál.