Después de una edición cancelada por culpa de la pandemia de covid19, el Festival Internacional Castillo de Peralada vuelve a la presencialidad, coincidiendo con la 35.ª edición. Una edición que, además, quiere homenajear la memoria de Artur Suqué, patriarca de la familia Suqué Mateu y fundador junto con su mujer, de esta cita ineludible del verano ampurdanés, muerto el 30 de abril pasado.
Homenaje a Artur Suqué, para la edición del reencuentro presencial
"Mis padres, impulsores de este festival el año 1987, hicieron de Peralada un lugar de encuentro cultural, social y empresarial gracias a su dedicación durante más de 30 años cuidando cada detalle de este acontecimiento", ha asegurado la presidenta de la Fundación Castillo de Peralada, Isabel Suqué Mateu, durante la presentación de esta nueva edición del Festival, que se ha celebrado este mediodía en Peralada.
"El festival es un legado inolvidable que mis hermanos y yo, afrontamos con responsabilidad y un profundo agradecimiento". Para esta edición tan especial, que Peralada enfoca con más fuerza e ilusión renovada, reafirmando su compromiso con el territorio, la lírica y las artes, Isabel Suqué ha destacado la complicidad de artistas amigos para esta celebración, como Sondra Radvanovsky, Jonas Kaufmann o el Béjart Ballet Lausanne, que volverá al escenario habitual del festival, el Auditorio Parco del Castillo. "Los sueños no se pueden detener y este año volvemos porque el público es nuestra razón de ser" ha proclamado la presidenta de la Fundación.
"Dijimos que volveríamos y que reconectaríamos con público y artistas," ha recordado el director del Festival, Oriol Aguilà, que ha definido esta edición 2021 reducida a quinze días, entre el 16 de julio al 1 de agosto, como intensa, segura y con la única pretensión de afimar que el espectáculo tiene que continuar. Este "reencuentro presencial" contará con todas las medidas de seguridad y con un aforo aproximado del 70%.
Un canto a la vida para abrir el Festival de Peralada
El Béjart Ballet Lausanne inaugurará el Festival el 16 de julio con Ballet for life o La Presbytère, un ballet creado por Maurice Béjart inspirado en las figuras de Freddie Mercury y Jorge Donn, dedicado a los que murieron jóvenes por culpa del SIDA, y con lo que se quiere homenajear los que han muerto por culpa de la pandemia, como un canto a la vida, desde una mirada optimista y vital. Ballet for life es un montaje icónico en la trayectoria de Béjart, fruto de un encuentro de genios como Mozart, Mercurie, Donn, Béjart o el diseñador Gianni Versace, que todavía brillan a pesar de su ausencia.
La danza será protagonista con el Ballet de Barcelona, que estrenará Perpectives el 22 de julio en un nuevo espacio, el Mirador del Castillo, y el espectáculo Ballet Under The Stars, que cuenta con cinco grandes bailarinas, como Lucía Lacarra, Dores André, Ada González, Maria Khorev e Iratxe Ansa, que dirigirá la gala junto con Monica Hamill.
Los grandes nombres de la lírica
La Tosca de Puccini será el plato fuerte operístico el 25 de julio en una versión concierto, que contará con algunas de las mejores voces por|para el reparto protagonista de este título memorable del compositor de Lucca. La compañía del Teatro Real dirigida por el italiano Nicola Luisotti, con la soprano norteamericana Sondra Radvanovsky, como Floria Tosca, el tenor alemán Jonas Kaufmann como el pintor Mario Cavaradossi, y el barítono español Carlos Álvarez en el rol del siniestro Barón Scarpia.
La ópera escenificada, con una nueva producción del festival, llegará el 30 de julio de la mano del compositor barroco Georg Friedrich Händel, con Orlando (HWV 31), la primera de las tres óperas del compositor inglés de origen alemán basadas en el poema épico Orlando furioso de Ludovico Ariosto. Dani Espasa dirigirá desde el clavicémbalo el conjunto barroco Vespres d'Arnadí en una producción que reúne las voces de Xavier Sabata (Orlando), Sabina Puértolas (Angeliza), José Antonio López (Zoroastro), Marie Lys (Dorinda) y Eve-Maud Hubeaux (Medoro). Rafael R. Villalobos firma una dirección de escena que centra el foco de la trama en el triángulo amoroso entre Angeliza, Medoro y Dorinda, con nexos entre Orlando: a biography de Virginia Woolf, y The Hours, la novela de Michael Cunningham.
El tenor mexicano Javier Camarena protagonizará una gala lírica para celebrar el 35 aniversario del festival y poner fin a esta edición tan esperada, el 1 de agosto. Al lado de uno de los grandes nombres de la ópera y bien conocido por los espectadores de Peralada, el festival acogerá dos debuts, como los del francés Benjamin Bernheim, que actuará en la iglesia del Carme el 24 de julio, donde también se podrá escuchar la joven soprano noruega Lise Davidsen, el 31 de julio. El mismo espacio acogerá el día siguiente Les Arts Florissants, con la cantata pastoral de Händel, Aminta e Fillide.
Con la voluntad de acercar la ópera a los más jóvenes, los Jardines de Peralada serán el escenario de Opera Followers, un recital fresco y en clave de humor, ideado por Albert Estany y que contará con las voces de Olga Syniakova y Manuel Fuentes, ganadores del Premio Extraordinario Festival Castillo de Peralada al Concurso Tenor Viñas 2020 y 2021.
Amigos y conocidos
Para esta edición de retorno y celebración, se han programado actuaciones de algunos nombres habituales en el Festival de Peralada, como el cantante y compositor Rufus Wainwright, que actuará en solitario la noche del 24 de julio, para presentar "Ah! Live Again. Unfollow The Rules solo", o Sílvia Pérez Cruz, que llevará al escenario su proyecto Farsa (Género Imposible) el 31 de julio, en un espectáculo único acompañado sólo por el bailarín Andrés Corchero.
Espacios adaptados a las limitaciones de formato
El Festival Castillo de Peralada presenta en esta edición 4 escenarios donde se desarrollará su programación. L'Auditori Parque del Castillo se convierte en una gran platea de 1000 butacas, de las cuales se ocuparán aproximadamente el 70% y que se venderán por unidad familiar o grupo de contacto habitual. Los otros escenarios, se adaptarán igualmente a las medidas de distanciamiento y aforo que marque el protocolo. En la iglesia del Carme, uno de los espacios habituales del Festival, este año se añaden el Mirador del Castillo y los Jardines del Castillo como escenarios, adaptados también a las limitaciones de seguridad y prevención.