God Only Knows (como dirían los chicos de la playa) que no soy amigo de los titulares clickbaiteros. Bueno, también lo sabe Oriol Rodríguez, el jefe de cultura y coordinador de Revers, con quien acostumbramos a tener nuestros estira y afloja sobre el tema. Pero esta vez no me he podido resistir… Y tú, lector o lectora, que con toda probabilidad hace nueve años que no te pierdes ni una sola edición del Vida, y seguro que te mueres de ganas de saber qué grupo de culto saldrá del pastel durante el secret show con que el festival vilanovino celebrará su décimo cumpleaños este sábado, has mordido el anzuelo como la carpa Juanita (el pez setentero que comía con cucharilla y bebía a gollete de un porrón, y que situó —junto con la moto de Pere Tàpias— a la capital del Garraf en el mapa). Pero he decidido traicionar la confianza de Daniel Poveda, el incauto director del certamen, que, bajo juramento de silencio, me lo chivó en el transcurso de esta entrevista. O quizás solo juego con tus sentimientos, lector o lectora… En cualquier caso, te animo que sigas leyendo. Te gustará, de verdad. Poveda habla muy bien, y explica cosas muy interesantes a pesar de que mis preguntas son un poco tontas. Además, quizás haya dejado pistas ocultas, rollo backmasking, a través de las cuales puedas deducir de qué banda se trata y qué aclamado disco tocará íntegramente. Quién sabe. Tendrás que comerte la entrevista hasta el final.
Os definís con un claim que recuerda a La traición de las imágenes de René Magritte: 'This is not a festival'. Entonces, ¿qué es (o que no es) el Vida?
Siempre hemos querido un festival totalmente diferente a todos los que había en el resto del Estado: genuino, original, próximo, y con una programación novedosa y cuidada, y no encontrábamos un concepto que explicara el certamen que hacíamos mejor que 'festival'. Pero no nos sentimos del todo cómodos con lo que representa un festival o un macrofestival hoy en día. Se me ocurrió el 'this is not a festival', y a pesar de que al principio no nos gustaba definirnos con una negación, con el tiempo creo que ha cuajado. Evidentemente, somos un festival: hacemos un cartel, dura tres días, tocan bandas nacionales e internacionales... Ahora cada vez hay más acontecimientos de este tipo en otras partes del país, pero creemos que el Vida ha cumplido con una cosa que antes quizás no existía: un certamen que sitúa al público en el centro, donde lo importante no es la cantidad sino la calidad, donde los servicios funcionan... Nuestro público compra las entradas mucho antes de que saquemos el cartel. Sabemos que no necesitamos la dictadura de los grandes nombres, porque creemos que el concepto es bastante genuino y el público se siente querido.
El Vida ha cumplido con una cosa que antes quizás no existía: un certamen que sitúa al público en el centro, donde lo importante no es la cantidad sino la calidad
El Vida cogió el relevo del Faraday (que hoy cumpliría 20 años), que a la vez fue heredero del Verano*Freak y otros acontecimientos anteriores celebrados en Vilanova i la Geltrú. Por otro lado, la capital del Garraf es desde los 90 y hasta hoy un caldo de cultivo de bandas míticas de la escena independiente catalana: Alias Galor, Biscuit, Tokyo Sex Destruction, Gentle Music Man… ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?
Uhm… No sé qué vino primero, si los festivales o la escena, pero lo que tengo claro es la suerte de haber tenido los amigos que he tenido en mi ciudad. Hemos sido muy inquietos y nos hemos especializado en seguir movimientos culturales, no solo de nuestro país, de otros países, sobre todo de Inglaterra y Estados Unidos. Y no movimientos necesariamente actuales. Desde muy jovencitos nos interesamos por la música de los años 60. Y cada vez que escuchábamos un disco o leíamos un fanzine (recuerdo uno que hacía el Marc Argenter de los Flashback Five, el Pippermit), investigábamos y era maravilloso, viajábamos para conseguir discos y todo eso. Esto hacía que a menudo saliéramos de nuestra ciudad y tuviéramos que venir a Barcelona por la noche hasta coger el primer tren de vuelta, y nos lo pasábamos de maravilla. Pero al final pensamos que podíamos hacer algunas cosas para que el ocio y la cultura de Vilanova tuvieran nuestro sello. A partir de aquí empezamos a montar los primeros conciertos, y esto hizo que el Faraday tuviera esa alma y el Vida haya seguido con esta manera de entender la cultura, donde se mezclan diferentes décadas y diferentes escenas subculturales, a pesar de que el Faraday era mucho más especializado que el Vida, donde la mirada es mucho más abierta.
Sabemos que no necesitamos la dictadura de los grandes nombres, porque creemos que el concepto es bastante genuino y el público se siente querido
Vilanova tiene una escena muy potente que no tienen otras ciudades de tamaño comparable. ¿Por qué?Porque es una ciudad maravillosa para vivir: tiene muchos servicios y está muy bien conectada, yo la quiero mucho, he vivido allí toda la vida... Es una ciudad muy abierta al mundo de la cultura y a acoger estas propuestas, especialmente en verano. Hay mucho tejido asociativo, algunos acontecimientos promovidos por el ayuntamiento y otros por los movimientos juveniles y las asociaciones culturales. Nosotros seguramente somos de los pocos profesionales que vivimos de esto durando todo el año, pero siempre ha sido una ciudad muy disponible... Mucha gente de fuera de Vilanova me dice '¡siempre estáis de fiesta!', y no, no siempre estamos de fiesta, simplemente es una ciudad donde se vive muy bien y a sus habitantes nos gusta vivir en comunidad.
Estás vendiendo demasiado bien tu ciudad… En Barcelona, el precio de la vivienda, de la vida y las políticas municipales en relación al ocio y la cultura, cada vez más restrictivas, echan a todo el mundo que no tenga un sueldo de expat… ¿No tenéis miedo de que os invadamos y os gentrifiquemos?Es que tenemos el peaje de 8 euros de ida y 8 de vuelta (más la gasolina) que hace que os lo penséis muy bien antes de venir... cuando lo saquen ya hablaremos. Así que ojo si queréis venir a vivir a Vilanova y tenéis que ir a trabajar en Barcelona. Fuera bromas, sí que nos parece importante descentralizar la cultura, y lo que nos gustaría es que hubiera más apoyo a la movilidad, un plan más interesante para las propuestas que se hacen fuera del área metropolitana de Barcelona.
parece importante descentralizar la cultura, y lo que nos gustaría es que hubiera más apoyo a la movilidad, un plan más interesante para las propuestas que se hacen fuera del área metropolitana de Barcelona
Además de la buena programación, hay cuatro cosas que siempre me han llamado la atención del Vida: la primera, que no falte nunca agua de la fuente ni papel de váter.Realmente, siempre multiplicamos como mínimo por dos los servicios a los que estamos obligados por ley. Queremos que el público tenga una experiencia lo más cómodo posible.
Segunda: la gran oferta gastronómica. ¿Quién come en un festival?
Ganas no me faltan, pero yo ni como ni ceno en el festival, son cosas que delego muchísimo a la responsable, que es Irene Valencia y que lo ha hecho muy bien desde el primer año. ¡Incluso le dieron un premio al festival con mejor restauración del Estado! Es cierto que la zona de restauración es maravillosa... Queremos que las barrigas también estén contentas.
Y tercera: la medida “humana” del sarao: que puedas ver todos los conciertos a la primera fila y no tengas que hacer nunca cola a la barra.Realmente caben 25.000 personas por ley, pero nosotros no queremos pasar de las 10.000 por día. Aparte, las grandes actuaciones nunca se solapan.
Realmente caben 25.000 personas por ley, pero nosotros no queremos pasar de las 10.000 por día. Aparte, las grandes actuaciones nunca se solapan
Cómo diría mi yaya, en estos 10 años el Vida “no ha engordado, ha crecido a lo ancho".
¡Eso sí! Crecer de manera horizontal es una de las cosas que siempre hemos tenido clarísimas: somos melómanos, nos gusta mucho la cultura, estar junto a las nuevas propuestas... Hemos sido pioneros en apostar por talentos emergentes: tuvimos a Rosalía antes que sacara el primer disco, y a Rigoberta Bandini, o a escala internacional un Father John Misty o un Benjamin Clementine, o artistas noveles como los Fontaines D.C o Shame... esto ya lo tenía el Faraday, que trajo a muchos artistas por primera vez a nuestro país. Este año hay un grupo muy importante que son los Cannons, y también los Cucamares. También decidimos hacer una discográfica y un management para estar cerca de la escena de nuestro país. En Madrid están haciendo muy bien las cosas a nivel de escena, y nosotros, en el ámbito catalán, también queremos estar muy cerca de nuestros artistas, y haciendo que el Vida sea un apoyo —y no una invasión— a la escena que ellos mismos quieren crear. Por otro lado, ponemos a disposición un nuevo proyecto llamado Vida for Musicians, el nuevo centro artístico de difusión digital donde el artista puede hacer cosas como grabar un disco, producir, grabar videoclips (tenemos profesionales y todo el material necesario), preparar un directo, hacer un primer concierto de gira, ruedas de prensa, exposiciones, teatro cine... Es una nave industrial junto a la Masia d'en Cabanyes, y estos días tendremos ensayando a la M.I.A y a Vance Joy. El año pasado tuvimos a los Libertines.
Queremos estar muy cerca de nuestros artistas, y haciendo que el Vida sea un apoyo —y no una invasión— a la escena que ellos mismos quieren crear
En los escenarios del Vida (como en muchos festivales grandes y pequeños) podemos ver lonas de grandes marcas… ¿Es la brandalización el precio a pagar para mantener la medida del festival? ¿Cómo vivís la relación con los patrocinadores?
Sí, es una pregunta muy interesante, porque creo que somos un buen ejemplo de cómo se puede generar una buena conexión entre el público, los artistas, el entorno y los patrocinadores que quieren tu foto. Nosotros no dejamos entrar a ningún patrocinador para hacer ninguna acción dentro de nuestro festival: las hacemos todas nosotros, y las integramos dentro de nuestro entorno. Al principio siempre se asustan, pero nos es igual, porque tienes que sentir orgullo de tu propio proyecto y no dejar que te invadan las marcas. Con todo, se tiene que reconocer que así como en Inglaterra cualquier festival puede poner la entrada a 200 pounds y no hace falta que entre ningún patrocinador, ni ayudas de ninguna administración, aquí la cultura se ha visto con otros ojos. Hay muchas actividades gratuitas, y el público mainstream no está dispuesto a pagar por nuevos artistas. Nosotros hemos tenido que encontrar un equilibrio. Estamos muy contentos en este sentido.
The Libertines, The Charlatans, Primal Scream, Ride… por el Vida han desfilado una gran cantidad de bandas inglesas (algunas un poco hooliganeras) que no acostumbran a hacer escala en Vilanova. ¿Qué se les ha parecido la ciudad? ¿Les ha gustado el xató? ¿Han hecho balconing? ¿Han escuchado discos de Pere Tàpias? ¿Les habéis explicado la historia de la carpa Juanita?… ¿Podrías explicarme algunas anécdotas?Soy la persona menos adecuada para hablarte de esto. Muchos de estos artistas son muy amigos míos, pero cuando vienen al festival hago la función de director, e intento guardar una distancia de seguridad para que no se generen confianzas que hagan que nadie pase por encima de mi equipo de trabajo, que han estado todo el año trabajando. Así qué intento no estar cerca de los artistas... Te explicaré solo una, va, que sé que te gustará: los Madness estuvieron a punto de cancelar en último momento, y su mánager llegó a amenazarme de muerte... Y yo no sabía por qué quería matarme... Hacía meses que programábamos las pruebas de sonido (los grupos grandes tienen 2-3 horas de pruebas), y ellos no respondían a ningún correo... Tras insistir mucho nos dijeron 'Madness no hace pruebas de sonido desde 1984'... Todavía me estoy riendo... Y se presentaron 45 minutos antes del concierto, sin pulseras ni nada... son los Madness, joder. El bajista y el saxofonista entraron y fueron directamente a comer, e Ian, que es uno de mis mejores amigos y tiene un restaurante maravilloso a Vilanova llamado Local, y es el que da de comer a los artistas, les dijo 'si no lleváis ticket, no podéis cenar. No ticket, no food.' El jefe de restauración no tiene por qué saber quién son los Madness, y no sé ni si tú o yo podríamos reconocer al bajista y al saxofonista hoy en día. Yo siempre subo en el último momento a hablar con los artistas para pedirles que digan 'buenas noches Vilanova' (si no siempre dicen Barcelona), y con el cantante muy bien, pero el mánager me amenazó de muerte. Finalmente, hablamos con el chef y salieron a tocar... Por cierto, tenemos un grupo sorpresa el sábado que te encantará, pero es top secret... Además, quizás me cancelen a última hora, vete tú a saber. No puedes publicarlo porque si lo haces pagaré el peaje y vendré a Barcelona a matarte, como el mánager de los Madness, te lo juro: son los S*********, que vendrán a tocar íntegramente el I ****** ****, que cumple 30 años. Será increíble.