Hay una fecha que marcó un antes y un después en la historia del cómic nacional. El mes de octubre de 1969, el dibujante barcelonés Jordi Longaron viajó a Nueva York junto con Barry Coker (el agente de la agencia Bardon Art que lo representaba) para firmar un contrato con el Chicago Tribune-New York Daily News Syndicate para dibujar una tira de prensa titulada Friday Foster, que se publicaría en multitud de diarios norteamericanos con guiones del célebre Jim Lawrence. Entonces, siguiendo la recomendación de un agente de policía, visitaron el barrio de Harlem en taxi y el dibujante aprovechó para hacer fotografías que le sirvieran para recrear aquel ambiente tan pronto como volviera al barrio de Horta de Barcelona. Entonces no podía imaginar que los tiempos estaban cambiando y que aquella fotógrafa-detective se convertiría en la primera protagonista afroamericana de una tira de prensa mainstream en los Estados Unidos coincidiendo con el apogeo del Black Power.

Cinco décadas después de su cancelación en los diarios norteamericanos, el Museu Nacional d'Art de Catalunya ha organizado una exposición titulada Longaron y Friday Foster. La heroína inesperada que se puede visitar hasta el 24 de junio y sirve de continuación a la tarea de reivindicación patrimonial del cómic como género artístico que están llevando a cabo desde hace unos cuantos años. Más que una exposición, esta muestra tan mediática es un recorrido apasionante por el universo de Friday Foster a través de tiras de prensa originales, esbozos, fotografías de referencia, correspondencia con el guionista y material inédito rescatado del archivo del dibujante barcelonés (muerto el 2019) que permite redescubrir la historia de este personaje que trascendió los tabúes de su época y demostró que entonces ya había espacio para las mujeres empoderadas más allá de los roles femeninos estereotipados de antaño.

Jordi Longaron en su estudio del barrio de Horta / Foto: Archivo @longaronmuseum

Este personaje que trascendió los tabúes de su época y demostró que entonces ya había espacio para las mujeres empoderadas más allá de los roles femeninos estereotipados de antaño

Como acostumbra a suceder con la mayoría de las reivindicaciones de la cultura popular, la historia que se esconde detrás de esta exposición también ha sido una auténtica gesta en sí misma y es producto de varias coincidencias separadas por medio siglo de diferencia. Para entender su magnitud, primero de todo es necesario conocer como trabajaba Jordi Longaron desde su casa en Barcelona a principios de los años setenta porque las tiras diarias en blanco y negro, y las tiras dominicales a color llegaran a tiempo para publicarse en los Estados Unidos. Entonces, la única opción que tenía era enviar los originales por correo (una cosa impensable hoy día) y confiar en que no hubiera ningún contratiempo. Cuando no llegaban, los editores del Chicago Tribune-New York Daily News Syndicate encargaban una versión de emergencia basada en el mismo guion a algún dibujante norteamericano, aunque la tira se publicaba con la firma de Longaron, que era el artista titular. Este sistema tan habitual en aquella época permitía que Friday Foster apareciera día tras día en multitud de diarios al lado de otras tiras de prensa icónicas, como Dick Tracy y Terry y los Piratas. Sin embargo, los originales nunca se devolvían en Barcelona y, todavía hoy, la mayoría siguen perdidos o en manos de coleccionistas privados.

De la tira en la pantalla

Friday Foster dejó de publicarse a inicios de 1974 a causa del agotamiento físico y mental de Jordi Longaron (las últimas semanas publicadas las firmó el dibujante Gray Morrow). El año siguiente se estrenó la versión cinematográfica dirigida por Arthur Marks y protagonizada por Pam Grier, la gran estrella del movimiento Blaxploitation que triunfaba en aquella época (no es extraño que Quentin Tarantino la recuperara la década de los noventa para protagonizar Jackie Brown). Entonces ya era evidente que la influencia de este personaje de cómic era enorme y, durante mucho tiempo, hubo varios intentos de recopilar sus historias en un libro, aunque resultó imposible hacerlo porque ningún editor tenía acceso al material original.

Friday Foster dejó de publicarse a inicios de 1974 y, el año siguiente, se estrenó la versión cinematográfica dirigida por Arthur Marks y protagonizada por Pam Grier, la gran estrella del movimiento Blaxploitation

Esta situación sin pies ni cabeza dio un giro inesperado cuando el divulgador de cómics Javier Mesón (y un servidor) conseguimos coeditar un ambicioso proyecto para Norma Editorial que consistía en recuperar todas las tiras dominicales de Friday Foster impresas en diarios de la época y escanearlas en alta resolución para restaurarlas. Una tarea muy laboriosa que nos llevó casi cuatro años de trabajo porque se tenía que aislar la línea del dibujo impreso (lo más parecido a recuperar el trazo original) y colorear de nuevo las viñetas, tomando como referencia el color mecánico utilizado en los años setenta. El mismo Longaron fue testimonio de este proceso de restauración antes de su muerte y se mostró encantado con el resultado obtenido porque decía que las tiras restauradas se parecían más a su visión original.

Cubierta del proyecto Friday Foster, un icono del Black Power

Publicado el 2021, el libro Friday Foster, un icono del Black Power cuenta con numeroso material inédito del archivo personal del dibujante, entrevistas en profundidad con todas las personas implicadas en la tira de prensa (incluida la actriz Pam Grier, que recibió el Premio Honorífico del Festival de Cine de Sitges en el 2018) y varios ensayos sobre aquella época tan marcada por las reivindicaciones sociales. El libro recibió críticas entusiastas por parte de la prensa especializada e, incluso, hubo una edición americana que estuvo nominada al premio Eisner (el equivalente en los Oscars del cómic) en la categoría de mejor colección o proyecto de archivo.

Avanzada tres décadas

Entonces sucedió otro hecho inesperado en esta historia. Al mismo tiempo que la recopilación de las tiras dominicales iba tomando forma, el hijo mayor de Jordi Longaron (Marc Longaron) empezó a reivindicar la figura artística de su padre mediante una exitosa cuenta de Instagram denominada LongaronMuseum, donde recupera material de archivo inédito y abres originales, tanto de sus cómics como de sus sorprendentes portadas para novelas de duro que hacía para el mercado europeo. También empezó a comprar tiras de prensa originales de Friday Foster en casas de subastas para cerrar un círculo personal y que volvieran a Barcelona, de donde no se habrían tenido que marchar nunca. Gracias a este trabajo de recuperación y de difusión internacional, Friday Foster volvía a estar en boca de los aficionados al cómic de todo el mundo y, por primera vez, tenían acceso a sus historias y a los secretos de su dibujante: el primer catalán que debutó en el mercado de las tiras de prensa norteamericanas y merecedor del Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona de 2011.

Imagen de la exposición Longaron y Friday Foster. La heroína inesperada / Foto: David Moreu

Todas estas coincidencias, junto con la voluntad de difundir la obra de Jordi Longaron más allá del ámbito del cómic, favorecieron los primeros contactos de su hijo con los comisarios del MNAC, que están muy comprometidos con la preservación de la historia del cómic nacional. El resultado ha sido Longaron y Friday Foster. La heroína inesperada, una exposición comisariada por Alex Mitrani y Marc Longaron que pone el foco en este personaje de cómic transgresor que causó controversia, generó admiración y sufrió el rechazo en ciertos sectores conservadores de la sociedad norteamericana de principios de los años setenta. Además, apareció justo en el momento que cobraban fuerza las reivindicaciones feministas y que se vivía el apogeo del Black Power después del asesinato de Martin Luther King.

El destino quiso que Friday Foster se convirtiera en la primera heroína afroamericana de una tira de prensa sindicada mainstream en los Estados Unidos cuando solo habían pasado cinco años desde que las mujeres afroamericanas habían conseguido el derecho a votar

Visto en perspectiva, el destino quiso que Friday Foster se convirtiera en la primera heroína afroamericana de una tira de prensa sindicada mainstream en los Estados Unidos cuando solo habían pasado cinco años desde que las mujeres afroamericanas habían conseguido el derecho a votar. Como era de esperar, fue cancelada en los diarios del sur del país tan pronto como los editores descubrieron su raza. En las ciudades del norte, como Chicago, Los Angeles y Nueva York, estuvo mejor aceptada, aunque también incomodaba a las élites más retrógradas porque era una fotógrafa empoderada que buscaba el éxito profesional y la independencia en un contexto bastante conservador y todavía marcado por la segregación racial.

Friday Foster, una mujer que se avanzó treinta años / Foto: Archivo @longaronmuseum

Medio siglo después de este alboroto cultural que se gestó entre Nueva York y el barrio de Horta de Barcelona, algunos de los rasgos más revolucionarios de Friday Foster continúan vigentes gracias a movimientos como el Black Lives Matter, que nos recuerdan que la sociedad no ha cambiado tanto como creemos. Tal como me comentó Jordi Longaron durante una de nuestras conversaciones para el libro: "Supongo que el guionista Jim Lawrence, siendo norteamericano, sí que era consciente de la importancia que tenía el personaje. Yo me di cuenta de ello porque era una cosa atípica en aquella época. Creo que nos avanzamos treinta años".