La Fundación Gala-Salvador Dalí, creada por el propio pintor en 1983 para fomentar, proteger y defender su legado y su imagen, ha puesto en su punto de mira las máscaras de la caricatura de Dalí de los personajes de la serie de Netflix La casa de papel, según informa El País. Los ocho atracadores que protagonizan la serie llevan una máscara con la fisonomía, el bigote y los ojos salidos del pintor surrealista para asaltar la Fábrica Nacional de la Moneda para imprimir 2.400 millones de euros durante 11 días de reclusión.
La serie de Álex Pina, producida por Atresmedia con colaboración de Vancouver Medía, se estrenó en mayo de 2017. Después fue adquirida por Netflix que la editó y distribuyó por todo el mundo convirtiéndola en la serie de ficción de habla no inglesa más vista de la historia de la plataforma.
Desde la Fundación recuerdan que tienen asignada la "gestión exclusiva" de los derechos inmateriales derivados de la obra y de la persona de Salvador Dalí. Al mismo tiempo, aseguran que cualquier persona que quiera explotar alguno de estos derechos "tiene que contar con la autorización previa de la fundación". La Fundación ve vulnerados estos derechos y por eso han empezado acciones jurídicas por "reconducir la situación" y regular los "usos no autorizados de la persona de Salvador Dalí", afirman.
Por otra parte, Vancouver explica que se pidió una caricatura de la cara de Salvador Dalí y en aquel momento se planteó si se tenía que pedir permiso, pero según la compañía, sus equipos jurídicos recomendaron que no era necesario al tratarse de una caricatura. Netflix, por su parte, se limita a repetir que la decisión fue de los creadores de la serie con el apoyo de su equipo jurídico.