El humorista Peyu, muy conocido por sus apariciones en programas como APM de TV3, a El matí i la mare que el va parir de Ràdio Flaixbac, el Fricandó matiner de RAC 105 o el Versió RAC 1, lleva a Barcelona el espectáculo El gallardo español, que ya ha sido representado en varias localidades de Catalunya. Se trata de una obra de teatro de humor ácido que toca temas de máxima actualidad, como la manipulación de los medios, el racismo y la crisis de los refugiados, pero que tiene como eje central la represión y la censura que se vive en el Estado español. La obra, dirigida por Joan Roure, se podrá ver en la Sala Rubianes del Club Capitol, hasta el 9 de febrero. Las entradas se pueden adquirir en la página web del Grupo Balañá.
Peyu contra Marchena
Peyu, en El gallardo español, representa a un actor catalán que ha decidido llevar al escenario esta obra de Cervantes para evitar los problemas que podrían surgirle si se implicase en un espectáculo que tocara temas más actuales. Y, en tiempo de crisis, ha decidido hacerlo de forma individual, asumiendo él todos los papeles de la obra. Pero en el monólogo posterior con el público, a Peyu se le irán complicando las cosas, se le irá soltando la lengua y acabará enfrentándose a temas de la máxima actualidad. Y terminará hablando de la monarquía, de la censura, de la represión contra el independentismo, del servilismo de los medios e, incluso, de la justicia española. Eso provocará la aparición estelar del juez Marchena, interpretado, magistralmente, por el propio Peyu.
Un mundo que no gusta a Peyu
Aunque este espectáculo está interpretado en clave catalana, no renuncia a hacer incisivos retratos de otros temas que afectan al conjunto de la humanidad. Algunos personajes de Peyu comparten la homofobia y el racismo de tantos miembros de nuestra sociedad (y de muchas otras). El encarnzamiento morboso de la prensa rosa en los sucesos más truculentos, el cuidado exagerado de niños que son tratados como si fueran huevos, el rechazo a los extranjeros... La obra llega a su punto más emotivo con la crítica a la inacción general ante la crisis de los refugiados en el Mediterráneo y la muerte de niños que intentan huir de sus países cruzando el mar.
Dominio narrativo
Peyu es un maestro de explicar historias. Solo, adopta todos los papeles de la obra, y con la única ayuda de algunas grabaciones, consigue recrear múltiples ambientes y personajes. La obra es una especie de collage en el que Peyu, con el pretexto de la comedia de Cervantes, encadena escenas sobre los diferentes temas tratados. Busca, y encuentra, la complicidad de un público que a menudo ya lo conoce de sus intervenciones radiofónicas o televisivas. Al fin, sobre el escenario no encontramos ni al hidalgo Fernando de Saavedra Alimuzel ni al moro Alimuzel, ni al juez Marchena ni a Francisco Maruenda, ni a Pere ni a Ciscu, usuarios del dispensario de la Seguridad Social en un pueblo catalán... Encontramos continuamente a Peyu con su humor inconfundible y sin ninguna voluntad de callarse nada. Y no defrauda al público.