"Hemos conseguido a peña muy importante, pero todavía hay nombres que se nos han resistido, sobre todo artistas internacionales", admite Genís Pena, project manager de las Gallery Sesiones. "Mi sueño, sin embargo, sería traer a la Rosalía. Hemos hablado con ella y sabemos que le mola lo que hacemos. A ver si ahora con el nuevo disco se enrolla y viene. También molaría que se apuntaran C. Tangana, Nathy Peluso...".
Un pequeño escaparate en una antigua fábrica del Poblenou. Un artista enjaulado dentro. Todo es blanco. Nada es asfixiante. La música fluye. La actuación se graba. Se monta. Se sube a Youtube. Una Gallery Sessions más. Millones de visitas más. El escritorio de la redacción de la NPR en los Tiny Desk, la habitación del Bizarrap en las Bzrp Music Session. Encontrar el elemento distintivo. Esta es la clave. "Al final es que la idea originaria funcione, y en nuestro caso, la idea de escaparate es muy potente". Y metafórica. "Acostumbra a haber una distancia muy grande entre qué es un videoclip y qué es una sesión en directo. Normalmente, hay un salto muy bestia en la diferencia estética y de calidad entre una cosa y otra. Nosotros queríamos acercar los dos extremos. Las Gallery Sessions no son un videoclip, pero tampoco un live session al uso".
La casa ácida
Todo empezó con la confluencia del estudio de diseño y narrativa Folch y la productora audiovisual White Horse. Una suma de talentos que condujo a la compra de la Acid House, una antigua fábrica escondida en la calle Àvila de la antaño barriada industrial de Barcelona que reciclaron en hub cultural y creativo. "Dentro de este espacio había una microgalería, un rincón para hacer exposiciones y enseñar de puertas a fuera lo que hacíamos dentro", recuerda Genís. Dándole vueltas visualizaron que esta idea también se podría adaptar a un formato musical: "podíamos meter a los músicos allí dentro y que el espacio sirviera de escaparate de su propuesta". Nacieron las Gallery Sessions. O todavía no.
"Teníamos que grabar un vídeoclip para Amaia, pero la idea no salió adelante. Le propusimos grabar un tema en este espacio". La antigua concursante de OT se apuntó inmediatamente. Enredó a Alizzz. Juntos hicieron una versión de 'El encuentro', uno de los temas más destacados de Tiene que haber algo más, el disco del cómplice habitual de C. Tangana y productor del momento. "Pensamos que sería genial que eso que había pasado con Amaia y Alizzz pasara también con otros artistas". Ahora así, nacían las Gallery Sessions. Aquel primer vídeo de la serie se publicó el 11 de noviembre de 2020. Un año y medio y millones de visualizaciones después, ya han pasado por el Poblenou una treintena de artistas, muchos de ellos, nombres fundamentales para trazar el mapa sonoro del momento.
Pensamientos
Genís Pena defiende que otro de los secretos para que las Galley Sessions sean el must del momento muy probablemente es la intimidad con que se muestran los artistas: ellos solos defendiendo su propuesta. "Todos los elementos ayudan a que el espectador centre la atención en que está pasando dentro". Eso y que ya de salida, como admite, pudieron contar con la complicidad de tres o cuatro artistas muy potentes que provocaron un efecto dominó en otros músicos: si Morad, el trapero de l'Hospitalet, se apunta a encapsularse en la Acid House, quién no querrá hacer una Gallery Session. "Morad fue clave. Su sesión se viralizó y la vio muchísima gente. Con él crecimos mucho y muy rápidamente". Sen Senra también fue clave, dice. Él y La Zowi. "Fuimos mucho tiempo tras de ella, hasta conseguir que la propuesta se materializara".
Gran dama de la música urbana, la cantante francesa grabó 'Smartphone', un tema suyo icónico, pero del cual no había rodado nunca ningún videoclip. Gallery también está hecho por eso, para identificar estos hits que no tienen videoclip, para ayudar a elevar todavía más temas que ya son clásicos. Es que pasó con la sesión de la Zowi". Los artistas ya han entendido que lo pasa en las Gallery tiene que ser especial. Tiene que tener valor, tanto para los mismos músicos como para las Gallery Sessions como proyecto. Paradigma del consumo de música el año 2022, "la gente que entra a ver el vídeo no quiere tener la sensación que el artista está ofreciendo una versión en karaoke de su propio tema, sino que está proponiendo alguna cosa diferente o una canción nueva que todavía no se ha publicado. De hecho, ahora ya son los mismos artistas los que vienen con propuestas de versiones diferentes de sus temas. Es aquí donde queríamos llegar, que los artistas se hicieran suya la idea de las Gallery Sessions".
Como un trueno
Otro momento clave en la eclosión de las sesiones fue cuando empezaron a participar de ellas artistas internacionales como Trueno, Duki o Bizarrap. Eso les dio proyección más allá de nuestro país, especialmente en el mundo latino. "Aunque ya empezamos a recibir propuestas de artistas anglosajones. De hecho, es muy loco lo que nos está pasando. Gestionar la agenda de grabaciones es muy complicado, porque tenemos que pedir permisos y tenemos que conseguir que eso coincida con que el artista que queremos invitar esté de gira en la ciudad. Ahora tenemos muchas propuestas y estamos intentando hacer malabares con la agenda para poder meterlos a todos".
Entre los objetivos y retos de futuro, Gallery Sessions quiere dar el gran salto y empezar a grabar en el continente americano. "Este es uno de los objetivos. Otro es ampliar la presencia de Gallery en otras plataformas de streaming más allá de Youtube. También nos gustaría dar más presencia a las Gallery Studio Interviews, donde entrevistamos a los artistas que participan de las sesiones. Una plataforma que queremos ampliar a los productores para que nos expliquen cómo trabajan y hacen las canciones. Eso y la creación de un sello discográfico propio.
¿Todos los artistas tienen cabida en las Gallery?
Seguimos un patrón estilístico, pero estamos abiertos a cualquier propuesta artística. La música urbana es lo que prepondera, pero también hemos tenido artistas más pop, como la mexicana Bratty, o cantaores flamencos como Israel Fernández. Queremos hacer una radiografía de la música que se escucha actualmente. Sabemos que es lo que gusta a nuestro público, pero también nos gusta descubrirlas otras propuestas. También es verdad que estamos limitados por el espacio. Nos gusta crear esta sensación que todo sea limpio y que se respire aire. Por eso cuanta más gente ponemos dentro del escaparate, más difícil es recrear este ambiente. El máximo de personas que hemos puesto dentro de la galería fueron tres y fue difícil de gestionar. También grabamos una sesión con la Cutemobb. Eran siete y tuvimos que buscar un espacio diferente, mucho mayor, donde poder meterlos a todos. Pero ya tenemos alguna idea medio concretada para empezar a grabar a bandas.