Hay una euforia especial que solo encuentras cuando escuchas una canción por primera vez y sabes que formará parte de la banda sonora de tu vida para siempre. Un instante brillante en el que todo parece estar en su sitio. Cuando eso pasa —que todo sea dicho, raramente pasa—, y si es de manera colectiva, se podría decir que estamos ante un himno generacional. Quizás a veces se nos comerán los aires de superioridad, pero en la vida hay que ir fuertes. Y si hay una canción en catalán circulando en los últimos tiempos, a la que le podemos atribuir esta etiqueta, es SOTA EL CEL, el segundo sencillo de gavina.mp3. Con una melodía brillantemente pop y una ligereza refrescante, que prácticamente te obliga a ponerte a bailar, encapsula la frustración y el desencanto de tantos y tantos jóvenes, de una manera, de tan individual, universal.
El pasado 23 de abril aterrizó en todas las plataformas MOLTS OSSOS, MOLTS ESTELS, el disco debut de Max Codinach (Barcelona, 1999), más conocido bajo el nombre de su proyecto musical gavina.mp3. Después de su paso por la Sala Heliogàbal, el Mercat de Músico Viva de Vic, y actuar como finalista del Sona9 a la Mercè, ahora tira L'hivern avança, demostrándonos que esto acaba de empezar. Quedamos con él para charlar sobre qué hay detrás de un disco que podría ser la digitalización del grupo revelación del 2008, si estos hubieran hecho música con un móvil en lugar de con un ukelele.
A pesar de confesar que hace poco menos de dos años que hace música, y no domina ningún instrumento como para considerarse músico, Codiach se siente cómodo si se tiene que etiquetar bajo la etiqueta de artista. Eso tiene sentido cuando descubres que ya hace años que publica poesía en catalán. Pero quería algo más. "La poesía no es un trabajo para prácticamente nadie, la música en catalán ya es otra cosa. Existen muchos más espacios y no hay que tener un gran éxito dentro del circuito más tradicional; con la poesía es prácticamente imposible", explica, y afirma que con la música ha sido como volver a empezar. "Escribir, hace muchos años que escribo. Y durante un tiempo muy largo, hasta que no empecé con gavina.mp3, lo único que hacía era escribir y publicar. Y cuando lo publicaban, recitarlo. Entonces, de ir recitando y recitando, y tela lo que recité... Empecé a hacer espectáculos y shows con unos amigos míos, que también son grandes poetas, Guim Baix y Tomeu Crespí. Mezclábamos mucho la poesía con el tecno".
Y continúa. "Después, mi pareja me regaló un piano, un teclado de juguete de estos con sonidos de bombero, y de policía y de animal, pero las teclas son las mismas. Aprendí a tocar un poco, y entonces empecé a componer. Tuve la suerte de encontrarme con gente que me ayudó. Para mí la música fue como empezar de nuevo". Consciente de sus limitaciones, dice que "es imposible que en un año o dos aprenda lo que han aprendido esta gente a lo largo de su vida", y se rodeó de grandes talentos que ya dominan nuestros escenarios para perfilar la producción de este primer disco. "La primera canción que hice yo solo es Quan mori el cos, y la produjo Joana [Subirats]. Hablé con ella, fuimos a su casa y la empezamos, y a la melodía se sumó Marina Rico, de Al·lèrgiques al Pol·len".
La poesía no es un trabajo para prácticamente nadie, la música en catalán ya es otra cosa
"Todo lo que hice yo era sin ningún tipo de conocimiento, más allá de la letra. En aquel momento, ni me lo había planteado, lo hacía para divertirme. Pero eso fue un proceso lento. Seguimos produciendo y, como Joana tenía trabajo, hablé con Pau Esteve de La Ludwig Band, el teclista. Fui a su estudio y allí formé gran parte de los temas". Para él todo fue de forma orgánica. Y a pesar de ser un proyecto en solitario, se acabaron sumando diferentes personas, entre ellas los anteriores mencionados o marco io.
El resultado es ants Ossos,Tants Estels, un disco que se podría etiquetar como postpop catalán. Doce canciones que resultan un punto de fuga bailable ante la frustración cotidiana, bajo una portada donde vemos a gavina.mp3 disfrazado de cometa, "intentando mostrar una grandeza que a veces queda en ridículo". Y después de una primera canción con la grandeza de las aperturas de álbumes propios del french-touch, como quien presenta una gran verdad, es distinguir dos texturas muy claras. Por una parte, un talante folk catalán que tanto funciona hoy como hace diez años. En muchos casos nos da una atmósfera que parece haber estado siempre con nosotros, casi inherente a nuestra cultura. Y por la otra, una voluntad de ir un paso más allá, con una sonoridad electrónica y acabados digitales.
"No quería hacer un disco que sonara todo igual, no me interesaba. La idea era ir probando qué suena bien y qué no. Yo escucho todo tipo de música, y Pau también, por eso se mezclan tantas cosas que quizás de entrada no tendrían que ser". Un ejemplo muy claro es Atracciones Divino. En un disco de base electrónica disparan una canción folk, y lo titulan en castellano, a pesar de no incorporar ni una sola palabra del idioma. Y así crean una constante dentro de su manera de trabajar, su LP nunca acaba de sonar a lo que esperas que suene en el mejor de los sentidos. "Al fin y al cabo, las canciones las iba haciendo de una en una. La primera fue Sota el cel y es bastante más sencilla, más pop, pero después hicimos La Nit Era Vermella y fue más heavy, con muchas guitarras, la una sobre la otra, española, acústica, de doce cuerdas, eléctricas, con diferentes pedales... Realmente fue todo gracias a la gente de la que me rodeé, fueron muchas horas produciendo, y todos le pusimos muchas ganas".
Como acompañantes para este viaje, cita de inicio las influencias de Jonatan Leandoer96 o Björk. "Ambos son referentes internacionales muy potentes, al menos para mí. No tienen miedo de mezclar y a experimentar. Esta otra cara de Yung Lean, Jonatan Leandoer96, la conocí hace poco menos de dos años, y la idea del personaje de su disco Sugar World me encanta. Y con Björk llevo obsesionado toda la vida; desde la estética a las entrevistas que da, o las actuaciones que he visto de vídeos de directos. Llegué a ella por mi madre, y no te sabría decir ni la mitad de los títulos de canciones que he escuchado de Björk, pero sobre todo me interesan como figuras, los personajes que han creado, incluso el movimiento que hay a su alrededor".
Llevo toda la vida obsesionado con Björk
En aquel momento tocaba dirigir el elefante en la habitación, porque si hay un referente musical evidente, queda claro que estábamos hablando con un gen zeta Manel. Se ríe. "Creo que es un poco evidente, también porque es lo que toca escuchar cuando eres de Barcelona, ¿no? Pero tenemos que ser sinceros; cuando empecé el disco, una referencia clara era el último disco de Manel; a mí me habían gustado mucho, pero llegó un punto que ya no los escuchaba, porque las cosas cambian y quizás ya no me interesaban tanto. Pero con el último disco, como sonaba, dije: hostia, aquí me puedo volver a enganchar. Y fue la primera vez que pensé, si ahora hiciera música, me podría sentir representado por esto. Pero si hablamos en el ámbito nacional también hay gente como Albert Pla o las Rombo. Al fin y al cabo, por cada letra me hacía una lista de veinte o treinta canciones de referencia".
Danzando entre el estilo de Guillem Gisbert o Joan Miquel Oliver, Gavina nos habla desde el punto de vista de una persona un poco derrotada por la vida. "Mucha gente me ha preguntado si el disco iba sobre la muerte de un familiar, o de alguien próximo, sobre todo por el título Molts ossos, molts estels. Y aunque la muerte aparezca muchas veces, no hablo de una persona, sino de los millones de cosas que mueren cada día en todas partes, todo el rato. Podríamos decir que sí, que va de la muerte de las cosas, de cuando no puedes más, de estar agotado. Sí, podríamos decir que va del agotamiento, que es de lo peor de hoy en día".
Sin embargo, su sonoridad resulta luminosa y esperanzadora. "En vista que las letras que teníamos no incitaban a la alegría ni a la esperanza, con Pau decidimos, bastante al principio, encontrar una manera de encajar todas las canciones en mayor. La idea era coger las letras tristes y que no tuvieras la sensación de estar escuchando a alguien deprimente, o al menos no constantemente". Este contraste no pretendía ocultar la crudeza de aquello que quería retratar. "Cuando las escribí estaba deprimido profundamente, desencantado. La idea con la música no era esconder estas letras, sino dar otra dimensión a nivel musical, a unas letras que son lo que son. A partir de aquí cada uno puede interpretarlo como quiera, pero hay muchos momentos que está claro de qué van".
Letras sinceras y basadas en sus propias experiencias, que podrían ser las de todos. Las ganas de llamar a alguien y acabar por no hacerlo y seguir saliendo adelante sin saber exactamente por qué, pero estar tan cansado, cansado, cansado, que ya no sabemos ni qué merecemos. Y si tantos lo entendemos, podríamos decir que es algo generacional. "A mí me parece que en la música en catalán actualmente hay poca gente que encare todo esto de una manera sincera. Si tu proyecto es otro, está muy bien, pero tengo la sensación de que no hay muchos grupos que vayan hacia la mierda; en general, la música que yo escucho en la radio no va para allí. Y si va para allí, quizás va toda, incluso musicalmente y con todo lo que comporta hacer una letra triste. Mi idea era sonar en una discoteca, o quizás en una fiesta, pero con una letra sincera".