Los discos físicos hace años que están en decadencia. Poca gente de mi generación va al Disco100 a comprar, excepto los románticos, o los que tienen coches que no pueden entrar a Barcelona y sin cable auxiliar. Quizás es por esta falta de protagonismo que cada vez que tengo uno en las manos me hace mucha ilusión. Si, además, es un disco que tiene la peculiaridad de tener un espejo redondo en la portada, ya lo tendríamos. Vida meva es este disco, y el título representa una dualidad: tanto es cómo te podrías referir a tu pareja, como también cómo podrías hablar del amor propio. Es por eso que con este espejo te puedes ver a ti misma o con quien tú quieras. La ternura y la intimidad siempre ha caracterizado el grupo de Sant Andreu del Palomar, Ginestà, formado por los hermanos Júlia y Pau Serrasolsas.

En este cuarto disco, sin dejar de tener la esencia que hace años denotan, tiene unos toques electrónicos y una voluntad de llenar con su música escenarios grandes: "Cada disco es una apuesta diferente a nivel estético y musical", apunta Júlia. El nuevo trabajo está dividido en dos partes: la cara A es el final de un enamoramiento, la estabilidad y la ruptura; y la cara B es "el camino hacia volver a estar bien", comenta Pau. Es un disco cronológico con el que han podido tener el mejor proceso creativo y grabación, dando a cada canción el espacio que necesitaba y siendo conscientes del privilegio que supone poder hacerlo así.

Foto: Irene Vilà Capafons

El disco cuenta con 4 colaboraciones muy destacadas: Maria Hein, Triquell, Niña Polaca y Maio, su hermana, que también tiene una carrera musical en solitario. Con ella han hecho Mama, un homenaje a la suya y a todas las madres. Esta, sin embargo, no es la única canción de reconocimiento; Pau (letrista) ha hecho una canción de agradecimiento a Júlia —"era también una manera de agradecerle todos estos años que, aparte de ser mi hermana, es mi compañera de trabajo y de vida"—, comenta. De hecho, Júlia no la escuchó hasta la preescucha de principios de febrero en el Ateneo la Harmonia, delante de todos aquellos que tenían ganas de escuchar el nuevo trabajo del grupo en primicia. Ahora mismo se encuentran en su mejor momento, después de dos años de trabajo llega el momento de publicarlo, y "ahora solo toca disfrutarlo". Podremos ver el nuevo directo en el Festival Strenes el 5 de abril y en el Paral·lel 62 el 12 del mismo mes.

¿En qué momento estáis como Ginestà?
Pau:
El disco anterior fue un poco el de "estamos aquí", nos posicionó de una manera muy buena y nos permitió tocar los mejores escenarios del país durante estos dos años. Con el nuevo disco queremos mantener lo que hemos hecho hasta ahora, volver a tocar ens los mejores escenarios del país y un poco más. Y esta pizca más ya nos la encontraremos, porque todo está por venir.

Júlia: Exacto. Lo más fácil sería repetir el último disco, ya que fue bien. Pero nosotros somos personas a quien nos gustan y nos atrevemos con los cambios, y cada disco es una apuesta diferente a nivel estético y musical. Y con este se ve muy claro también.

P: Sí, hemos adaptado la música que estamos haciendo a nivel musical –a nivel de letras no, porque son las que sabemos hacer– en los escenarios que pisamos. Se nos hacía un poco extraño ir con un show pequeño con canciones bonitas e íntimas a tocar en escenarios supergrandes, aunque la gente lo compraba mucho, pero nos lo queremos pasar mejor nosotros y hemos hecho esta evolución.

Se nos hacía un poco extraño ir con un show pequeño con canciones bonitas e íntimas a tocar escenarios supergrandes

También encontramos un cambio de sonoridad.
J:
Nos hemos atrevido también con un beat más electrónico con el que ya habíamos empezado a jugar un poco, pero en este disco tiene una parte más importante también por lo que decía Pau; nos apetecía experimentar la sensación de llenar escenarios grandes enteros, tener mucha más presencia que hasta ahora. De hecho, llevábamos uno directo que era igual de grande que fuera el escenario. Hemos apostado por incorporar a un músico nuevo, que sea todo mucho más banda y al mismo tiempo mucho más electrónico.

P: Sí, hemos hecho estribillos mucho más elevadas y contundentes de las que habíamos hecho antes, que eran muy armoniosos y muy tiernos. Ahora hemos añadido un componente electrónico y rítmico que los hace crecer mucho más y que a la gente eso le gusta mucho cuando está de festival o de fiesta.

J: Hemos trabajado con Xicu como productor, que es la persona que más nos entiende. El que más sabe coger la sensibilidad y llevarla hacia los lugares que él domina. Y también hemos experimentado con el hecho que hubiera otra figura de coproducción, que es Genís Trani, que nos ha cogido un poco las canciones y ha dado un upgrade. Como es una persona que controla mucho de eso. Un además.

Habladme también de las dos caras del disco y la temática que las rodea.
P:
Es totalmente cronológico. Hay tres fases dentro del disco: la primera es el final de un enamoramiento, la estabilidad en el amor, entendido como relación de pareja, una ruptura y una segunda parte, que es el camino hacia el volver a estar bien. Y la cara A es hasta la ruptura y la cara B es la otra mitad. Y por eso también se llama Vida meva para que puedas ver tú con tu propia vida o con a quién tú quieras.

J: Exacto. Es un concepto con mucha dualidad. Por una parte, está la "vida mía" que es como te refieres tú a tu pareja, que sería como esta primera parte, y después la segunda parte que es la "vida mía" del amor propio, cuando te reencuentras y te vuelves a colocar en tu sitio. Y es: ahora me toca a mí otra vez, voy a disfrutar, experimentar, pasarlo bien, quererse y cuidarse.

La mayoría de las colaboraciones las encontramos en la Cara A. ¿Es porque la B tiene un punto más personales para vosotros?
P:
100%. Nos lo queríamos quedar para nosotros y compartirla con Maio, evidentemente. Sí, también las de la cara A eran las canciones más antiguas, y con las que llevábamos más tiempo planteándonos qué hacer, y algunas las hemos tenido que refrescar un poco para que entraran en el disco. Y la manera de refrescarlas ha sido ofrecerle a alguien esta canción para que la haga un poco suya.

J: Y le dé la vuelta. A veces es solo con que entre una voz diferente para que de golpe cambie alguna cosa. Con Maria Hein pasó mucho, cuando vino a grabar al estudio fue muy fuerte.

Foto: Irene Vilà Capafons

¿Y la colaboración con Niña Polaca, cómo fue?
P:
Son ídolos. Fue muy guay, un amor a primera vista. Nos conocimos por redes, ya hace años, nos molamos mucho mutuamente y nos conocimos en persona un día por Madrid, y nos encontramos otra vez cuando fuimos a tocar allí. El cantante (Surma) y yo estábamos en un momento vital muy parecido y volvimos a conectar mucho, nos empezamos a enviar canciones y hasta que encontramos la nuestra, de alguna manera, para compartirla.

En la colaboración con el Triquell en la canción Sota els focus sí que hay un poco un cambio de temática del amor.
J:
Sí. Al final las historias de amor y todas las vivencias pasan a la vez que te van pasando muchas cosas como músico. Hay días que subes al escenario y estás hecha una mierda y puedes bajar mejor o todavía más seca, que te saca la energía, ¿sabes? Y Triquell fue muy especial porque las primeras veces que charlamos, el tema de la exposición y el tema de cómo te sientes bajo los focos era muy central en las conversaciones. Enseguida cuándo se lo propusimos nos dijo que sí porque se sentía cómodo con eso. Y además yo creo que Cesc es una persona que necesita sentirse muy cómodo y muy seguro para hacer algún tipo de colaboración así, y está guay que haya pasado.

P: Tampoco creo que se desvincule mucho de la temática del amor, porque al final cada fin de semana recibimos amor de nuestra gente que nos viene a ver a los conciertos y también un reconocimiento hacia el público que, aunque estemos bien o mal, nos cuidan y nos curan siempre.

En la cara B encontramos 3 canciones seguidas muy especiales: Cançó per a mi, Mama y Júlia.
P: Cançó per a mi 
es una canción que hacía mucho tiempo que quería hacer con una letra mucho más explícita, salir una pizca de la poesía, dejar de darle muchas vueltas a todo, romantizarlo metafóricamente, comparaciones por todos lados, y quería que fuera supercruda y que mi canción fuera así, porque es todo lo contrario a lo que llevo haciendo durante muchos años.

J: La frase de "Són totes teves les meves cançons"...

P: Sí, tocaba en algún momento, y también pensaba que también me la merezco, que llevo mucho tiempo dedicándole canciones a la gente.

J: Y la de Mama es un homenaje a nuestra madre que quisimos hacer los tres. Maio se apuntó al carro de participar. Y de la misma manera que es un homenaje a nuestra madre —una persona sensible, luchadora que nos ha sacado adelante, las ha pasado bastante canutas... — también es un homenaje a todas estas madres, a una generación muy concreta que son aquellas que ahora ya tienen los hijos de 20-30 años, que ya hace un tiempo que tiran solos y que ellas se empiezan a mirar a sí mismas con su propia vida, y creo que empiezan a amarse desde esta edad también. Y fue muy fuerte porque era un regalo, se la pusimos a nuestra madre e hicimos un vídeo, no esperábamos que fuera un reel ni nada, pero al final lo colgamos y de golpe nos empezaron a seguir a muchísimas madres y fue heavy porque no me lo esperaba.

P: Y después la canción de Júlia era también una manera de agradecerle todos estos años que, aparte de ser mi hermana, es mi compañera de trabajo, de vida muchas veces también, y de dramas, de todo un poco. Era como que ya tocaba también, igual que con la mama... En Vida meva tocaba hacer reconocimientos y homenajes a las personas que están alrededor y que hacen la vida más sencilla y bonita.

J: Y es el mejor regalo del mundo, sí, lloré tanto... No la escuché hasta la preescucha del viernes pasado.

Es muy guay trabajar con Maio, es una tía muy potente y muy creativa

¿Es la primera colaboración que hacéis con Maio?
P:
Sí, sí que nos ayudamos, nos enviamos canciones, yo por ejemplo con alguna canción de su último disco le he dicho "podrías poner este acuerdo aquí o empezar la melodía esta así", y muchas veces ella me da consejos con temas que le envío. Pero aquello de decir: "vamos a hacer una canción", no había pasado hasta ahora.

¿Tenéis ganas de hacer más?
J:
Sí siempre, es muy guay trabajar con ella, es una tía muy potente y muy creativa. Yo creo que, si tenemos que hacer otra canción con ella, tiene que ser desde el proceso creativo, para que también haya más de su esencia, más allá de su voz.

¿Ella también te dedicó una canción, verdad?
J:
Sí, soy una privilegiada... Se las tengo que devolver ahora.

P: Después de la preescucha me dijo que me hará una canción para el próximo disco a mí.

J: Tengo un año o dos para trabajarlo y sí, le dije que le haría una... Además estaba tan emocionada que era como que le quiero devolver todo eso... Y claro, a Maio también, se me acumula trabajo (ríen).

Tú Pau eres el letrista del grupo. ¿Cuál es el proceso cuando escribes?
P:
Este es el primer disco que hago todo entero dedicándome exclusivamente a la música, ha sido un cambio muy grande en mi vida, porque ahora me levanto por la mañana y me pongo a tocar, sobre todo a tirar melodías, acuerdos y a encontrar sobre todo una buena idea, que es lo más importante para hacer una buena canción. Y no lo sé, creo que he tenido la libertad para hacer lo que he querido, sobre todo a nivel conceptual, de hacer otro disco conceptual, que era una cosa que la gente no está acostumbrada, pero que nosotros nos hemos acostumbrado y nos gusta. A nivel de hacer canciones, todo ha salido de manera cronológica, lo único que hay canciones que las reanudas más adelante cuando tienes la emoción un poco más estabilizada, quizás para no decir cosas que después no quieres que salgan a la luz. Por ejemplo, ahora tenemos una canción nueva que tiene una segunda parte que la escribí muy en caliente, y el otro día lo escuchaba y pensaba: demasiada sobreexposición. Y entonces pensé que la cantara alguien más, tenemos que hacer una colaboración porque me quiero desvincular un poco de una parte.

Foto: Irene Vilà Capafons

¿Y en este sentido, cómo lleváis la exposición?
P:
Bien, depende de la época, pero en general bien.

J: Sí, somos gente en general muy tranquila y que estamos mucho en el barrio, no salimos mucho del barrio (ríen). No venimos mucho a Barcelona... Últimamente, mi máxima exposición es la estanquera delante de casa que está al máximo.

P: Sí, tampoco hemos tenido ningún punto de explosión fuertísima o sea, dos puntos sí: Estimar-te com la terray Eva iJana. Pero no lo vivimos de una manera desmesurada ni sobreexpuesta.

J: Y también creo que tenemos un público muy guapo. Nosotros nos mostramos próximos y quizás sería muy fácil que de la misma manera la gente te enganchara y tal. Creo que la gente que nos escucha es muy respetuosa y cuando acabamos los conciertos hay un momento de firmar discos en que hay respeto, orden...

P: Siempre mucho respeto, y si en algún momento el ego nos sobrepasa un poco, tenemos amigos y familia que nos hacen: "Sht!" (haciendo el gesto de bajar con la mano).

Antes hablabais del barrio, de Sant Andreu, ¿a medida que habéis ido creciendo habéis seguido encontrando espacios de allí donde ir a tocar?
P:
No hemos tocado tanto, en el barrio. Nunca hemos tocado en bares, nosotros. Este tipo de cosas que hacen muchos grupos para empezar, nosotros no lo hemos hecho. Hemos tocado más en espacios comunitarios, culturales...

J: Realmente hemos tocado por Fiesta Mayor dos veces y en el Ateneo la Harmonia, que es la segunda vez que hacemos la preescucha allí. Es un espacio muy simbólico, en la Fabra i Coats, porque es la fábrica donde trabajaron nuestros abuelos tiñendo hilo. Y también de alguna manera es un retorno al barrio. Es un intercambio bonito, llevar a mucha gente y que conozca el Ateneo, que es un sitio increíble.