Después de dos permisos de maternidad y una reducción de jornada, sus jefes la someten a un plan de acoso laboral que consiste en no pasarle ningún tipo de trabajo. Cada día enciende el portátil y se enfrenta a seis horas de vacío. Decepcionada, trama una venganza que escribirá en forma de dietario: durante 365 días no comprará nada que no le sea de vital importancia. En medio, sin embargo, la vida personal también le cambia cuando su marido decide dejar el trabajo para convertirse en una estrella del rock. "Hay un momento en que la protagonista cobra vida y ya no te pertenece. Deja de ser tú y toma las riendas de su vida". Glòria de Castro (Caldes de Montbui, 1974) acaba de debutar en el mundo de la literatura con L'instant abans de l'impacte (Edicions del Periscopi, 2022) una novela con mucho de autobiográfico con la que acaba de ganar el Premi Llibreter 2022. Un retrato ácido y corrosivo sobre las políticas de conciliación y la sociedad de consumo. Cartografía teñida de negro y trazada con mucha rabia sobre el hecho de ser una mujer joven el año 2022.

L'instant abans de l'impacte es tu primera novela pero... ¿es tu primer intento de escribir?
¡No! Recuerdo una vez que leí una entrevista a Jorge Herralde, el fundador de Anagrama, que decía que hasta que no llegaras al quinto manuscrito no consideraras publicar alguna cosa.

¿Cuántos manuscritos tienes tú?
Cinco y la novela (risas). Eran ejercicios. Están guardados pero sin ninguna intención de publicarlos en el futuro.

¿En qué momento L'instant abans de l'impacte deja de ser tu historia y se convierte en un ejercicio literario?
Siempre he escrito mucho y siempre eran relatos de ficción. Historias muy lejanas en mi experiencia vital. Quizás por eso nunca había conectado con la verdad que hay en L'instant abans de l'impacte. No he intentado reflejar mi historia al cien por cien, pero sí esta sensación de rabia y frustración que sentía entonces en el trabajo.

¿Qué te pasó?
Me hicieron un bullying muy exagerado. Me ignoraban y tenía seis horas por delante cada día en las que no tenía nada que hacer.

Una novela necesita mucha verdad, que los sentimientos nazcan de una voz

Y ocupaste este tiempo escribiendo la novela.
Fue saliendo este texto. Pero como decía, llegó un momento en que el personaje cobró vida y lo que le pasa no es exactamente lo que me pasó a mí. Yo no viví una situación tan dura y cruel.

¿Una novela necesita verdad para impactar en el lector?
Una novela necesita mucha verdad, que los sentimientos nazcan de una voz.

¿Cuál fue la primera novela en que como lectora sentiste esta verdad?
La campana de vidrio de Sylvia Plath (novela, curiosamente, reeditada en catalán por Periscopi, el sello con que ha aparecido el libro de Glòria). Tenía 20 años y desde el primer capítulo sentí que aquella voz me hablaba directamente a mí. Aquel primer capítulo fue un detonante. De hecho, lo transcribí tantas veces que me lo aprendí de memoria.

Y entonces supiste que querías ser escritora.
Siempre había querido ser dibujante. Eran mis hermanas las que de pequeñas ganaban los concursos literarios. Escribir nunca me había llamado la atención.


Glòria de Castro acaba de publicar su primera novela, L'instant abans de l'impacte: Archivo Periscopio

¿Nunca?
Acabé siendo redactora publicitaria porque yo quería ser directora de arte. Me ofrecieron el trabajo y acepté con la idea de pasarme a la dirección de arte cuándo quedara una plaza vacante. No pasó nunca. Me quedé atrapada en este trabajo porque el mundo de la publicidad en los años 90 era muy divertido. Todos éramos muy jóvenes y vivíamos en una especie de estado de fiesta continúa. Se hacía vida dentro de las agencias. Había mucho dinero, muchos rodajes, muchos viajes...

También había una parte oscura.
Había mucha droga y alcohol. Frédéric Beigbeder lo explica perfectamente en su libro 13,99. Leedlo y descubriréis cómo era el mundo de la publicidad en los 90.

¿Cómo te ha influenciado el trabajo de redactora publicitaria en tu voz literaria?
En publicidad cada palabra vale dinero, y cuando escribes vas ahorrando todo aquello que sobra.

L'instant abans de l'impacte está lleno de frases cortas.
Tampoco hay mucha descripción, ni muchos adjetivos, ni muchos adverbios. En este sentido es una novela muy contundente.

Me di hasta el 2020 de plazo. Si no hubiera salido esta novela, creo que habría dejado de escribir

Publicar una primera novela a los 47 años no es muy habitual.
De todos los manuscritos que he escrito, este ha sido el único en el que verdaderamente confiaba. Lo escribí en el 2016 y hasta entonces lo estuve reescribiendo y reeditando. Me di hasta el 2020 de plazo. Si no hubiera salido, creo que habría dejado de escribir.

Pero ha salido.
Quedé finalista del Premio Pollença, pero en el jurado estaba Manuel Baixauli y fue él quien lo envió a Periscopi recomendando que publicaran la novela. Justo en aquel momento también quedó finalista del Premio Clarín.

Porque es un libro que has escrito en las dos lenguas: catalán y castellano.
Era muy curioso, porque en catalán tenía una voz y el castellano otra. No recuerdo cuál de los dos fue el idioma original de la novela. En su primer estado, todavía estando en la oficina, el relato tenía forma de dietario y estaba escrito en castellano. Pero en el momento en el que decidí que de aquello haría una novela, empecé a escribirla en catalán.

Es una novela, pero podría ser un ensayo sobre el hecho de ser una mujer joven a inicios del siglo XXI. Un vómito a chorro de todos los problemas con los que os encontráis: laborales, sociales, familiares...
Paso que el hecho de que sea ficción y lo ponga en voz de un personaje me permite ser más ácida y tener todavía peor leche de lo que sería si hubiera escrito una historia de no ficción. Todos los pensamientos y acciones que hago hacer a la protagonista, yo no los haría en la vida real donde tienes que aguantar en un trabajo que no te gusta, tienes una pareja, tienes hijos, tienes que pagar un alquiler y no lo echas todo a perder así porque sí. Muchas veces la vida va de aguantar. La protagonista sí que se podía permitir sacar la parte más punk de mí.

La protagonista se podía permitir sacar la parte más punk de mí

¿Qué sentiste cuando recibiste las galeradas de la novela?
Me puse a llorar. Después fui al super y compré la botella de cava más cara que tenían. Tras tantos de año de lucha con el hecho de escribir, por fin había salido alguna cosa.

¿Hay más manuscritos...?
Después de L'instant abans de l'impacte he escrito dos manuscritos más que ya tienen al editorial y que seguramente acabaremos publicando.