Roberto Saviano (Nápoles, 1979) tenía 27 años cuando publicó el libro que le cambiaría la vida para siempre. Es posible que intuyera que algo a su alrededor se tambalearía con una páginas que desmembraban el poderío de la Camorra, sus treje menejes más oscuros, el mecanismo sistemático de atemorizar y retener a jóvenes y niños; pero no hasta el punto de perder a su mujer, su familia, y ser perseguido por los malos, amenazado de muerte por la mismísima mafia italiana. Sus años de juventud (y siguientes) condenados a vivir con un par de gorilas pegados las 24 horas que tiene un día.

Todo el imaginario colectivo que tenemos sobre la mafia es necesariamente cierto y necesariamente insuficiente. Hay mucho, muchísimo más bajo la punta del iceberg que nos han contado reportajes y películas de Hollywood que narran los descalabros de un tal Vito Corleone con acento neoyorkino. Hechos ficticios que, aunque se ambienten en realidades, no dejan de ser mentiras bien contadas. Saviano investigó la verdad, la supo y la dijo, igual para ponerse medallas de buen reportero, aunque seguramente para dejar constancia de algo que había mamado desde crío. Pero que la verdadera maldad tiene recovecos minuciosos por donde colar sus tentáculos lo comprende el autor desde 2006, cuando publicó Gomorra y dejó de dormir tranquilo por las noches.

Roberto Saviano vive amenazado de muerte por la Camorra. / CC

En este libro, mezcla de periodismo de investigación y novela, el periodista cuenta con puntillismo todo el funcionamiento interno de las Camorras napolitana y casertana, su estructura y todos los recursos que emplean sus capos para hacerse con la ciudad (y con el mundo); porque el crimen organizado es todo un imperio empresarial que ha sobrevivido a todas las olas de la industrialización y que, por un objetivo común, sortea todos los límites de lo que está bien.

Y no solo se habla de drogas (que se habla y mucho) sino de cómo la mafia es capaz de prostituir cualquier negocio para sacar un provecho económico. Fuentes de ingreso por doquier y sin escrúpulos. Ninguno. En el primer capítulo del libro ya se nos narra un asesinato masivo y una práctica tremendamente asquerosa de suplantación de identidad, muertos cuyo pasaporte pasa a los vivos para ser sujetos (objetos) que nunca mueren.

Más de 10 millones vendidos en todo el mundo. / CC

La serie fue uno de los fenómenos televisivos de Italia

Si el libro causó tremendo furor en Italia y en el resto del planeta (traducido a más de 50 países y con más de 10 millones de copias vendidas), la serie enseguida se convirtió en uno de los mayores éxitos de la historia de la televisión en Italia. Al estilo de Narcos, The Wire o Sons of Anarchy, la Gomorra audiovisual permanece en una realidad marginal y sombreada, viendo de reojo las luchas internas de los capos deleitosos de conservar el pastel entero. Producida por Sky Italia en 2014 y asentada en HBO, la serie no escatima muertos; sinceramente, si quieres fiarte de algún personaje, mejor que hagas scroll y selecciones alguna de las otras perlas que tiene la plataforma.

 
 
Los protagonistas forman el clan de los Savastano, que impone su ley en Secondigliano: Don Pietro y su mujer, Imma, su hijo veinteañero o la mano derecha del capo, Ciro di Marzio; también el gran rival, Salvatore Conte. La ficción, en la que Saviano es guionista, ya suma cuatro temporadas y a finales de año se prevé que se estrene la quinta. Cohabitan religión en las casas y niños callejeros que ven los fardos marrones pasar frente a ellos, pistolas y tiros a plena luz del día. En una entrevista que le hizo Jordi Évole en el programa Salvados el año 2014, Roberto Saviano dijo: algunos no me creerán hasta que me maten.

Pero antes de la serie, también se estrenó la película: fue en 2008 cuando el director Mateo Garrone llevó la historia escrita por Saviano a la gran pantalla, también bajo el título de Gomorra. La crítica avaló el gran realismo y veracidad de la cinta y se puso las manos a la cabeza ante unas descripciones que quitaban el hipo. No en vano, fue premiada en el Festival de Cannes con el Gran Premio del Jurado, así como nominada al Globo de Oro o a los Premios BAFTA en la categoría de Mejor película en habla no inglesa. Entre otros reconocimientos. Lo mejor de la serie, o de la película, o del libro... es que son impredecibles, que enganchan. Lo peor, que es una historia demasiado real. Que esto está pasando todavía.