Gossos, uno de los grupos históricos del rock catalán, presentó hace poco, en el Mercat de Música de Viva de Vic, Zenit, su 13º disco. El grupo de Manresa, que lleva en activo desde 1993, está preparando la gira de presentación de este álbum. Oriol y Roger Farré, Juanjo Muñoz, Santi Serratosa y Natxo Tarrés vuelven con fuerza con este álbum. Este último explica el proceso que les ha llevado hasta Zenit.

 

El título de vuestro último disco es Zenit. ¿Os sentís en el punto más alto de vuestra carrera?

Intuimos que sí, por la acumulación de 23 años de experiencia, que no es poco. En estos momentos nos sentimos libres de hacer lo que queremos: ya no nos vemos obligados a preguntarnos quiénes somos. Estamos más o menos a la mitad de nuestra vida, y eso nos ayuda a mirar hacia atrás para contemplar todo lo que hemos hecho y lo que hemos vivido, y a mirar también adelante y a aprender a vivir de lo que hacemos contemporáneamente. El presente es muy importante para nosotros, pero ya somos un grupo veterano.

¿Y os sentís también en el punto más alto de vuestras vidas? Ya no sois los chavales que formasteis el grupo. Ya sois padres de familia...

Ya hemos llegado a los cuarenta, y nos sentimos en un momento muy enriquecedor, porque a esta edad lo que has vivido te sirve para proyectar tu nueva etapa de vida. Ahora bien, hay muchas cosas que ya has hecho y que no podrás volver a hacer. Hay un punto de ilusión que ya no tienes, pero al mismo tiempo tienes la ilusión de hacer las cosas bien hechas, de dar la talla. No tenemos la voluntad de vivir del pasado, sino que creemos que podemos ofrecer cosas interesantes en el presente, desde el punto de vista de la madurez.

A la canción "Volia dir-te" habláis del momento de revisar el pasado. ¿Ahora también es el momento de repasar lo que habéis hecho como grupo?

Esta perspectiva del tiempo también te lleva a repensar quién eres. Cuando teníamos dieciocho años empezamos una aventura que no sabíamos adónde llevaba. Y ahora podemos analizar adónde nos ha llevado. Ahora nos encontramos con cosas que nos sorprenden, como ver la influencia que tenemos sobre gente más joven, o aparecer en un libro de secundaria en un ejercicio de comprensión de textos.

¿En cierta medida, este es un disco generacional?

A raíz de esta experiencia de encontrarnos con músicos más jóvenes, nos hemos dado cuenta de que tenemos cosas para decir, y que ya es el tiempo de nuestra generación. La generación de los años setenta ya se tiene que empezar a posicionar. Y eso es un mensaje que queremos transmitir a nuestros coetáneos: es el tiempo de hacer cosas, de situarnos.

Otra canción se titula "Un nou present" y habla de la necesidad, a veces, de volver a empezar. ¿Cómo se hace eso?

"Un nou present" nos habla de la necesidad de tener tantas oportunidades como haga falta. El mundo de hoy va de reinventarse, de cambiar, de no hacer siempre lo mismo. Es un mundo duro y complejo, pero alguien que tiene nuestra edad todavía tiene tiempo de hacer muchas cosas. Es importante darse segundas oportunidades; segundas y las que hagan falta. Detrás de las crisis hay oportunidades, oportunidades de volver a hacer las cosas de forma diferente. El modelo actual de mundo es insostenible, pero estoy seguro de que lo que vendrá será diferente, para el mundo. Y también será diferente para nosotros, como grupo.

El mundo pasa por un momento muy complicado, el país también, pero vosotros parecéis muy optimistas hacia el futuro.

Es una cuestión de mirada. Puedes decir que el vaso está medio lleno o medio vacío, pero si podemos escoger, nosotros escogemos la mirada del optimismo. La otra mirada sólo nos lleva a la decadencia, a no dar valor a aquello que es importante. Aunque vivimos momentos complicados, si me pongo en la piel de un refugiado me doy cuenta de que tengo mucha suerte. Tenemos que ser conscientes de lo que tenemos. La utopía todavía está aquí y siempre estará. Prefiero vivir la vida con optimismo. Sino, ¿cómo les explico a mis hijos que vale la pena luchar por aquello que creen? Si no nos ven hacerlo a nosotros serán palabras que caerán en el vacío.

Gossos. Foto: Eva Bozzo.

Sois un grupo veterano, pero además sois un grupo que habéis mantenido los mismos miembros durante lustros. ¿Cómo lo hacéis?

La clave es la amistad. Pero hay otro secreto: valoramos mucho la gran oportunidad que ha sido para nosotros este proyecto. Gossos nos ha permitido crecer como personas y nos ha permitido vivir cosas que sin este proyecto no habrían pasado. Y todo se basa en unos amigos que un día soñaron que podían hacer cosas con la música. No podemos pedir a Gossos más de lo que hemos podido vivir. Y por lo tanto, no puede haber ya un fracaso. Lo que hemos vivido, ya vale la pena. Empezamos a tocar cuando el rock catalán era una rareza y ahora vivimos una situación en que el rock catalán está normalizado. Y nos alegramos mucho de cómo va la música catalana: tenemos una gran variedad de estilos y las nuevas generaciones vienen muy fuertes, muy preparadas.

En el disco tenéis una canción, "Volia dir-te", con un sonido muy ska, pero también habéis incorporado canciones muy diferentes. Eso de hacer un disco ecléctico, ¿os ha salido expresamente?

Creo que eso es bastante común a Gossos. Pasa en muchos de nuestros álbumes. Hemos tocado muchos palos diferentes. Gossos es una banda, y en ella todo el mundo opina. Y a medida que crecemos, las diferencias sobre gustos musicales también crecen. Somos gente que hemos crecido con músicas muy distintas. En Gossos somos cinco que opinamos y hay mucho respeto por la opinión del otro. Este disco tiene una característica: tiene una representación amplia de todo aquello que hemos hecho a lo largo de nuestra carrera: un reggae, una canción acústica, otra que es más épica...

¿Tenéis una obsesión por hacer temas diferentes?

Con Gossos, en estos 23 años, hemos tenido una suerte: en la música catalana había muchas cosas por hacer. Había muchos estilos que no se habían experimentado en catalán (ahora las cosas han cambiado mucho). Intentábamos pensar algún tipo de canción que todavía no se hubiera hecho en catalán, y tratábamos de hacerla. Cuando hicimos el disco Oxigen nadie había hecho hip-hop en catalán, y nosotros lo intentamos. Estos años han sido para nosotros una oportunidad de ir creando espacios sonoros. En este país nos hacía falta un imaginario sonoro diferente del que teníamos, más amplio, no limitado a la nova cançó. Había que darse cuenta de que en catalán se podían hacer muchas cosas diferentes.

No estáis solos. En este álbum habéis contado con la colaboración de varios músicos. ¿Quiénes son?

Destacaría sobre todo a tres personas muy jóvenes, que pertenecen a una generación más joven que la nuestra: Alguer Miquel, de Txarango, Judit Neddermann, y el compositor Alfred Tapscott, que viene de Hollywood de hacer música de películas. Tocando con ellos queríamos conectar con la nueva generación. Nos hace mucha ilusión ver que hay nuevos grupos que ocupan el espacio sonoro catalán. Y lo que nos sorprende más, es que teniendo conversaciones con ellos ves que Gossos somos un referente para ellos, aunque hagan cosas muy diferentes.

El videoclip de Zenit es absolutamente espectacular. ¿Cómo surgió?

Todo está hecho con talento manresano. Todos los que han participado son amigos nuestros. Todos son gente de nuestra edad que son muy buenos haciendo lo que hacen. Todos han hecho todo el posible para que con cuatro recursos pudiéramos hacer alguna cosa que diera el nivel. Usamos el croma, una vieja técnica, pero de forma imaginativa. El vídeo transmite el tipo de energía que queríamos que el disco transmitiera. Es el vídeo que se tenía que hacer para esta canción: con gente alegre, tranquila, diversa...

Habéis pasado un tiempo tocando en salas pequeñas. ¿Continuaréis así, o queréis volver a los grandes escenarios?

Este disco está planteado más para grandes escenarios. Llevamos año y medio haciendo una gira más íntima, porque queríamos explorar un formato diferente: dábamos un concierto de dos horas, en el centro de la sala, rodeados de gente... Era como invitar a la gente a tu casa o a tu local de ensayo. Es un formato que tiene magia. Pero ahora tenemos ganas de volver coger el pulso de otras citas con escenarios mayores. Algunas de las canciones de este disco están pensadas para ser cantadas en grandes concierto y tomar el relevo de nuestros temas clásicos.

Ya tenéis a punto una gira de presentación de Zenit. ¿Cuándo la empezáis? ¿Dónde tenéis previsto ir?

La idea es arrancar el 15 de noviembre, inaugurando el festival del Mil·lenni en la sala Barts. Un concierto que esperamos que sea muy especial, con la presencia de invitados y de la gente que ha colaborado en los temas del álbum. En invierno, haremos el rodaje en las salas de concierto de Catalunya, en salas cerradas; y en primavera-verano esperamos ir a los festivales, a escenarios al aire libre, más abiertos.

¿Y Manresa?

No podemos faltar en Manresa. Nos sentimos muy queridos allí y hay un feedback muy importante con la gente de nuestra ciudad. Hay complicidad. Somos los Gossos de Manresa, y nos sentimos orgullosos de serlo.