Volviendo a casa por la AP-7 el cronista se pregunta si Oques Grasses son el mejor grupo de la música pop catalana. Y, aunque hiperbólica, pero los críticos musicales ya son exagerados, se responde que, al menos, figurarían en el Top 10. Y eso que su concierto de hoy en el Festival Strenes de Girona ante más de 7.000 personas presentando su nuevo disco, Fruit del deliri, ha sido notable, pero no excelente como el que ofrecieron a finales de enero del pasado 2023 en el Palau Sant Jordi prometiéndonos que nos volveríamos a ver un año más tarde. Fieles a su palabra, aquí los tenemos de nuevo.

Oques Grasses, delirio en el Strenes de Girona / Foto: Gaspar Morer

Suerte de ellos

Se sorprende el cronista por cómo ha evolucionado su relación con el grupo de Josep Montero. Al principio, cuando publicaron sus dos primeros discos: Un dia no sé com (2012) y Digue-n'hi com vulgui (2014), no les veía ninguna gracia. Una banda más de trompetas en la sobrepoblada escena mestiza catalana. Con You poni (2016) empezó a pensar que quizás no estaban tan mal. Con Fans del sol (2019), primera aproximación a unas producciones más contemporáneas, le cautivaron. Flirteo que fue además con A tope amb la vida (2021), un disco que creía que ya no superarían nunca. Ahora que han sacado Fruit del deliri, el crítico ya no puede hacer de crítico porque se ha vuelto fan. La gente de su alrededor dice que este disco tiene tres o cuatro canciones buenas y el resto 'sin más'. Y, aunque no hay paquidermos, ni gente a la que ama, considera que han hecho un disco brutal, que se balancea entre el ángel y el diablo, las baladas telúricas y las canciones que despegan con catas de electrónica y hip hop, la alegría y la tristeza, la infancia y la madurez, el amor y el desamor.

"Lleva't que has de fer pasta" / Foto: Gaspar Morer

Hoy, quizás llevado por el recuerdo de aquella noche única en el Sant Jordi, esperaba muchísimo y ha obtenido mucho. Con una de las puestas en escena más elaboradas de nuestro país (la entrada, jugando con el imaginario de novelas como 1984 con ellos simulando una especie de cofradía futurista y distópica con Montero ejerciendo de líder supremo ha sido espectacular) , los de Osona han iniciado su concierto del Strenes con Molta tralla, uno de los cortes de su nuevo disco. De hecho, a lo largo de la noche irían desgranando todos los temas de Fruit del deliri. Y aquí es donde el muchísimo ha pasado a mucho, porque si bien es cierto que las piezas nuevas encajan perfectamente con los ya clásicos de su repertorio, hay quien todavía le falta rodaje para lograr su mejor versión en directo: Jubilar-me, Com està el patí... (la acústica del recinto, no apta para grandes conciertis, ni para pequeños, tampoco ayudaba). Otros ya se presentaban radiantes: Pingpong con un crescendo final que rememora a los mejores Coldplay, la estremecedora Sort de tu o Bambi que hará de todos sus conciertos una gran rave. Entre medio, imbatibles como siempre han sonado éxitos grasos de ayer y siempre como Elefants, Petar-ho, Sta guai, In the night, Bye bye y una La gent que estimo que se está convirtiendo en el Boig per tu de su generación.

Oques Grasses lo vuelven a petar como butterflies / Foto: Gaspar Morer

¿Los mejores de todos los tiempos? Los periodistas musicales son siempre exagerados, pero parte de razón tienen. Así que gracias Convergència per Oques Grasses y noches como la de hoy. Y esto va a misa.