El Arxiu Fotogràfico de Barcelona presenta una exposición, organizada con el Observatori de la Vida Quotidiana, sobre el aparato de propaganda de la CNT durante la guerra civil. Gráfica anarquista. Fotografía y revolución social, 1936-1939 se podrá ver en el Arxiu Fotogràfic a partir de este miércoles y hasta el 16 de mayo. Con esta muestra se hace evidente el aspecto revolucionario que tuvo la guerra civil y, al mismo tiempo, se nos dan a conocer imágenes extraordinarias, a menudo poco vistas. Este proyecto, producido inicialmente por La Virreina Centre de la Imatge, y que ha contado con la colaboración del Ateneu Enciclopèdic Popular y la Fundación Anselmo Lorenzo, dispone de un espacio web, graficaanarquista.com, donde se puede ver buena parte de la investigación. Quién no pueda acercarse al Arxiu Fotogràfic de Barcelona, siempre tiene la posibilidad de consultar la web, pero se perderá las magníficas reproducciones de las fotografías de Campañà, Pérez de Rozas o Kati Horna que se pueden contemplar en la exposición.
Milicianos en el Cuartel Bakunin (Cuartel del Bruc). 27/08/1936. Antoni Campañà © Arxiu Campañà.
El aparato de propaganda anarquista
La exposición se centra en la tarea de la Oficina de Información y Propaganda de la CNT-FAI, que se situó en la sede expropiada del Foment del Treball. Allí, los propagandistas anarquistas trataron de combatir la imagen estigmatizadora que habían dado de ellos tanto el Estado como buena parte de los medios de comunicación. Para hacerlo, a menudo recurrieron a la fotografía y a la ilustración. Compraron fotos a los mejores fotoperiodistas catalanes, como Pérez de Rozas o Antoni Campañà (aunque algunos de ellos estaban ideológicamente a las antípodas de la FAI). También reclutaron a la fotógrafa anarquista húngara Kati Horna. Y contaron con la colaboración desinteresada de fotógrafos voluntarios que enviaban sus materiales. Con todo eso, la CNT-FAI consiguió crear su propia iconografía que difundió a través de postales, publicaciones, películas y revistas. Incluso dispusieron de la mejor revista gráfica del periodo: Umbral.
Monumento a Antonio López derribado, 26/8/1936. International Institute of Social History. Margaret Michaelis. ©The Estate of the late Margaret Michaelis.
La creación de un estilo propio
La lucha que se libraba al frente bélico también llegó al frente periodístico. Los organismos de propaganda luchaban por ganar a la opinión pública para los diferentes sectores en conflicto. Los anarquistas crearon un estilo propagandístico propio, al que se adaptaron muy bien los fotógrafos que trabajan para ellos. Las fotografías anarquistas nos presentan victoriosamente las expropiaciones: es muy reveladora la serie de reportajes de Pérez de Rozas sobre las colectivizaciones agrícolas, que siempre presenta alguna fotografía de los campesinos en las mesas de trabajo de las oficinas. En la exposición también se puede contemplar una serie magnífica de fotos sobre las incautaciones de las empresas lecheras, y también cerveceras (se ve la leche embotellada con el logo de la CNT, y también las fábricas colectivizadas de Damm y Moritz). La CNT, propagandísticamente, intentó darle la vuelta a las relaciones de género. Las fotografías de milicianas (por ejemplo, las de Antoni Campañà), se convertirán en todo un icono de la revolución (tanto para sus defensores como para sus detractores). Incluso el derribo de monumentos, como el de Antonio López, o las destrucciones de templos católicos, tendrán la suya propia mítica, en la propaganda anarquista.
Miliciana en el Cuartel Bakunin (Cuartel del Bruc). 27/08/1936. Antoni Campañà ©Arxiu Campañà.
Redescubrir todo un mundo
Andrés Antebi, Pablo González, Teresa Ferré y Roger Adán, que han trabajado conjuntamente como comisarios de la obra explican que se vieron muy sorprendidos por la cantidad y la calidad de la fotografía y la propaganda anarquista. Una parte de los materiales de la Oficina acabaron por ser depositados en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona, muchos otros acompañaron a los cenetistas al exilio, y después de pasar por París y Londres, y sufrir importantes pérdidas, acabaron en Àmsterdam, donde están depositados en el International Institute of Social History. Y allí han sido poco estudiados. Justamente, lo que ha sorprendido a los comisarios es la falta de estudios sobre el tema. Se habla mucho, últimamente, de la guerra civil, pero muy poco de la revolución social a la que estuvo asociada a Catalunya; "eso es porque ahora no le interesa a nadie este discurso" explica Antebi. Pese a que, no hay que olvidarlo, Barcelona fue la ciudad donde tuvo lugar la mayor revolución anarquista del siglo XX.
Colectividad General de Amposta, 1937. Arxiu Fotogràfic de Barcelona. Pérez de Rozas.
Nuevos rostros de la revolución
En la exposición se pueden ver fotografías emblemáticos de grandes fotoperiodistas, como Pérez de Rozas, Campañà u Horna. Pero esta no es, fundamentalmente, una exposición sobre el valor estético de unos pocos fotógrafos, sino sobre la articulación de un aparato de propaganda anarquista. Y, en este sentido, es tan revelador ver las grandes fotografías de Campañà, como contemplar las publicaciones ilustradas anarquistas y analizar cómo funcionaba el aparato de propaganda, con su propia radio, con la revista Campo, con Umbral, con el reparto de pancartas y banderolas... La exposición deja con ganas de saber más. Por ello, será interesante ver el libro sobre Gráfica anarquista que se derivará de esta exposición y que está previsto que se publique en febrero de 2020. Y también se prevé, un año más tarde, la edición de un libro sobre la ilustración anarquista en la guerra civil. Dos materiales que, sin duda, ayudarán a visualizar el papel de la CNT en el conflicto.
Foto de portada: La casa CNT-FAI (la que había sido sede del Fomento del Trabajo Nacional), convertida en sede de la Oficina de Información y Propaganda de la CNT-FAI, en el segundo aniversario de la muerte de Buenaventura Durruti 20/11/1938. International Institute of Social History. Autor desconocido.