Faltan pocos minutos para las dos del mediodía. Greta Fernández se ha pasado todo el día respondiendo a preguntas sobre El fred que crema, thriller ambientado en Andorra durante la Segunda Guerra Mundial, que se presentó en esta última edición del BCN Film Fest. Premio a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián de 2020 por su interpretación en La hija de un ladrón, Greta destaca desde hace tiempo como una de nuestras intérpretes más sobrecogedoras. Una de aquellas actrices capaz de arañarte el alma con tan solo una mirada. Después de una infinita ronda promocional, llega bostezando para, acto seguido, dibujar una gran sonrisa. Faltan pocos minutos para las dos del mediodía y está cansada y tiene hambre. Yo también. "Me pasa que aunque las rondas promocionales son agotadoras, si la entrevista es buena, aprendo mucho de mi trabajo. Me preguntáis, me preguntáis y llego a lugares que no habría imaginado nunca. Trabajo los personajes analizando las secuencias, pero después el conjunto es otra cosa. A menudo me pasan detalles por alto que no descubro hasta que tomo distancia en el tiempo y hablo a vosotros".

¿Alguna vez has hecho una película en que por mucho que pase el tiempo y hables en entrevistas, nada tenga sentido?
Alguna decepción me he llevado, claro. De la misma manera que también soy muy crítica con mi trabajo, pero siempre de forma constructiva. No me gusta autoflagelarme pero sí ser autoexigente y humilde.

¿Pesa el ADN?
¿Lo dices por mi padre?

Sí.
Él ha sido quien me ha enseñado a ser muy crítica, y a veces se arrepiente (risas). Mi padre me ha enseñado a ser muy analítica. Él ha sido quien me ha enseñado a analizar los trabajos, los guiones, a los personajes, por qué una interpretación es buena y por qué no lo es. Me gusta mucho, me parece muy interesante hacer este ejercicio de análisis.

¿Y tú eres crítica con él?
No, porque a mí me gusta todo lo que hace. Me parece un actor buenísimo. Él es el que es crítico conmigo, pero yo lo agradezco. Hay momentos que me ha molestado, eh, pero ahora lo agradezco. Empecé muy pequeña, y lo que puedo hacer ahora es diferente de lo que podía ofrecer como actriz diez años atrás.

¿Eres mejor actriz?
Sí, soy mejor actriz. Soy mucho más consciente del trabajo que hago.

Creo que tengo alguna cosa... visceral. Siento pasión por mi trabajo, me gusta mucho

También hay un talento.
Pero eso es feo que lo diga yo. Creo que tengo alguna cosa... visceral. Siento pasión por mi trabajo, me gusta mucho. Y, como me gusta mucho, sigo aprendiendo día a día.

¿Cuál es la finalidad última de tu trabajo?
Ayudar a explicar una historia. Un personaje es un puente para que el director pueda explicar la historia que quiere descubrir al público.

Vuelvo... ¿Qué pasa cuando trabajas en una película con una historia que no te gusta?
Es más complicado. Pero se ha de currar, y cuanto más curres mejor. Con el tiempo puedes ser más exigente con las historias en que trabajas, pero hasta llegar aquí, e incluso una vez llegas, se ha de currar muchísimo.

¿Ya puedes escoger los trabajos?
Ahora empiezo a poder escoger lo que hago. Hasta ahora no, pero ahora empiezo a mirarme las propuestas con lupa y tomarme las cosas con más calma antes de decidir. Me pregunto qué me apetece hacer, qué es lo que no he hecho hasta ahora, en qué tipo de papeles ya se me ha visto mucho...

La gran mayoría de tus personajes, hasta ahora, han sido muy intensos.
Sí, he hecho a muchos personajes duros, dramáticos... Tengo pendiente de estrenar una película que se llama Unicornios y que, aunque a la chica que interpreto le pasan cosas, no es un dramón. Me apetecía mucho hacer una peli así.

¿Cómo convives con estos personajes tan intensos?
En esta última, Unicornios, he tenido momentos difíciles. No porque somatice al personaje, que un poco también, sino porque te hace revivir experiencias personales que quizás no te apetece recordar. No soy actriz de método, pero hay cosas que te remueven. Eso sí, cuando acaba el trabajo, acaba el trabajo y matamos al personaje.

¿Más allá de Eduard, cuáles han sido les teves referentes?
De pequeña miraba mucho cine, pero no tenía ídolos. Curiosamente, ahora hay muchas más actrices a las cuales admiro. Flipo con Jessica Chastain. Soy muy fan de actrices francesas como Marien Cotillard. Meryl Streep, Michael Caine, Oscar Isaac... son referentes absolutos. De actrices jóvenes me gustan mucho Sydney Sweeney, Zenday, Hunter Schafer... Y de gente cerca de mí citaría a Barbara Lennie, Nathalie Poza, Penelope Cruz...

¿Vas mucho al cine?
Ahora mismo estoy muy enganchada a las series. Ahora estoy viendo Ozark, me encanta. Y antes de esta estuve totalmente obsesionada con Secretos de un matrimonio, del Oscar Isaac y Jessica Chastain. También miro mucho cine. La última película que he visto ha sido un clásico: Fallen Angels de Wong Kar-Wai. Me impresiona mucho una buena interpretación. Lo admiro porque sé cómo es de difícil conseguirlo. Además, aprendo cosas.

Greta Fernández protagoniza El fred que crema - Enric Font Cuberta / EFE

Hace unos años que vives allí arriba.
A veces una no es muy consciente de cómo te ven desde fuera. Soy consciente de que viví un hype con La hija de un ladrón, peli con que gané el premio a la mejor actriz en el Festival de Cine de San Sebastián y me nominaron en muchos más. Pero después vino un parón. No me llegaban trabajos. Estuve más de un año sin trabajar. Después de vivir allí arriba, esperaba que no me faltaran propuestas. Fue todo el contrario. Fue una época difícil de gestionar emocionalmente. Pero me fue bien. También aprendí mucho. Y entonces vino la propuesta de El fred que crema y me tiré. Y tras El fred vinieron muchos más proyectos. Ya he perdido el miedo a no tener trabajo, porque me he dado cuenta de que siempre acaba saliendo alguna cosa, pero este proceso me ha servido para aprender esta parte del hecho de ser actriz que hasta ahora desconocía.

¿Qué has aprendido?
La lección es que nada te asegura nada. Por muy bien que te vayan las cosas, tienes que seguir currando y currando y currando. Eso y aprovechar el tiempo libre.

¿Qué haces cuando no trabajas?
Ahora he estado en Francia aprendiendo francés. El inglés ya lo hablo, pero lo quiero mejorar.

¿Quieres trabajar fuera de casa?
Sí.

¿Hay proyectos?
Sí, pero no puedo decir nada.

¿En inglés o en francés?
En inglés. Bien, en inglés pero también hay un poco de francés. Estoy en un momento profesional muy bueno. No me puedo quejar.

¿Y cómo te abstraes del trabajo (porque estudiar francés o inglés no deja de ser trabajo)?
Soy una persona muy social. Me gusta mucho verme con mis amigas. Ellas son mi clan y mi familia, porque no tengo una familia muy grande: mi madre, mi padre y una abuela. Y ya. El vínculo con mis amigas es brutal. Nos queremos mucho y nos cuidamos mucho las unas a las otras. Con ellas me abstraigo del trabajo.

Mi personaje es muy duro porque no se puede permitir sucumbir a las emociones, todo lo contrario a mí

No tenías que ser la protagonista de El fred que crema.
No, la prota era Aida Folch. De hecho fue con ella que empezó el rodaje. Pero el proyecto se detuvo por la pandemia y cuando se reanudó, ella no podía seguir. Fue cuando me llamaron a mí. Fue todo muy rápido. Un día me hicieron el casting, al día siguiente me dijeron que sí, y el otro nos marchamos a Andorra a rodar. Fue un reto. Una experiencia dura, porque las secuencias de mi personaje eran muy duras.

Pero duras por intensas o por las condiciones climáticas: rodasteis en el Pirineo, en invierno, nevando...
Duras por intensas. Y si además rodábamos en exteriores, mucho más duras. La verdad es que pasé mucho frío. Mucho. Pero valió la pena. Desconocía totalmente la historia. No sabía que en aquellos años había esta figura del pasador. Había pasadores que se aprovechaban de las circunstancias, y pasadores que lo hacían por humanidad y creyendo en la causa. Eso me parece muy honorable y muy bonito. Mi personaje, además, es muy duro porque no se puede permitir sucumbir a las emociones, todo lo contrario a mí, que si quiero estar triste lo estoy, y si quiero enfadarme me enfado, y si hay algo que no me convence me tomo el tiempo que necesite para pensármelo.

Me parece muy interesante la manera en que habéis trabajado el acento andorrano.
Pocos días después de incorporarme al rodaje me enviaron un archivo con "ejemplos de acento andorrano". Me tuve que poner mucho las pilas. Me ayudó mucho en Roger Casamajor, que es andorrano. Estuvimos machacando, machacando y machacando hasta que creímos que sonaba suficientemente bien y creíble.

¿Tu trabajo te ha hecho más sabia, desde la vertiente emocional en el estrictamente intelectual?
No sé si más emocional o intelectualmente, pero es un trabajo en que, dependiendo de los proyectos que te lleguen y escojas, puedes aprender muchas cosas.

¡Ya casi no lo recordamos, pero te descubrimos en La Riera, el culebrón de TV3!
Ufff, de eso ya hace mucho tiempo (risas). Era muy joven. Empecé en La Riera con quince o dieciséis años y estuve hasta los 20. Aprendí muchísimo, allí. Si la volviera a ver ahora, moriría de la risa.

¿Miras las series y las pelis en que participas?
Sí, pero cuando se estrenan. Después ya no. El fred que crema la he visto un par de veces y ya no creo que la vuelva a ver nunca más.

El frío que crema - Trailer