Tres estrellas de la televisión y de la crónica del corazón, Ana Rosa Quintana, María Teresa Campos y Susanna Griso, fueron convocadas este miércoles como expertas sobre la violencia machista ante la subcomisión del Congreso que estudia la reforma de la Ley contra la Violencia de Género. Su expertise duró poco menos de cinco horas, el arco de tiempo entre la publicación de estas dos notas, la primera a las 12:24 horas y la siguiente a las 17:13 horas de este miércoles:

El gratuito 20 Minutos también ha publicado y rectificado la cosa, citando a Público como fuente en la noticia, aunque no en la rectificación. La noticia original ya no existe en ninguno de ambos medios, como debe ser.

El/la periodista ha sabido que este miércoles se reunía la subcomisión, que inició inició su andadura la semana pasada promovida por Unidos Podemos. En esta ocasión debía designar a los expertos que convocará a petición de los grupos parlamentarios.

El/la periodista ha buscado en Google más detalles del asunto, concretamente, la lista de expertos. El buscador ha encontrado el teletipo de una agencia con este titular. "Ana Rosa Quintana, Susana Griso y Teresa Campos, llamadas a comparecer en el Congreso para hablar de violencia machista". Todo conspiraba a favor. La comisión tenía el mismo nombre, se celebraba por estas fechas y convocaba al mismo número de nombres (60). Bingo. Tres expertas por el simple hecho de ser famosas de la tele y convocadas por el PP. El subidón de tener un buen titular y las prisas han hecho el resto. ¡Noticia! Por desgracia, el teletipo (y otra nota similar de Telecinco) correspondían al año 2009 y el o la periodista no lo ha advertido. Plof.

En la lista real, la de 2017, entre las 60 personas convocadas y las 23 suplentes, no aparecen las tres divas de la tele.

En los tiempos que corren, este es un asunto menor. Gajes del oficio. Cosas que pasan. Los peligros que acechan a la prensa son innumerables y peores. Pero aún en estos tiempos tan tensos, seguramente pueden reducirse a dos: incompetencia y/o mala voluntad. La mala voluntad suele ser fácil de ver, como ocurre con esta portada de La Razón que comentaba el editorial de esta casa. 

En la vida de las redacciones, sin embargo, es más frecuente la incompetencia que la mala voluntad. Incompetencia generada por descuidos y despistes, por la juventud o el exceso de confianza, por las prisas o la pereza. Ahí cae el caso de las expertas de la subcomisión. Y es aquí cuando la matan. La diferencia entre periodismo y propaganda o activismo es que el periodismo rectifica y se corrige. La propaganda y el activismo, no.

Corregir y rectificar es el remedio para que la incompetencia, que suele ser un estado pasajero, no degrade el oficio. Pero la mala voluntad ¿cómo se corrige? El error que se corrige manifiesta voluntad de hacer periodismo pese a las incompetencias en que se incurra. El error que no se corrige manifiesta mala voluntad, ganas de engañar o intención de manipular. Cada cual tiene su trayectoria. La de unos incluye sentenciar antes de que concluya el juicio. La de Público incluye revelar la conspiración del exministro Fernández Díaz y del juez De Alfonso, la Operación Catalunya y la fortuna que su maquinador, el comisario José Manuel Villarejo, cobró por su patriotismo. Es una diferencia.