No es como la cerveza, que hay que acostumbrar el paladar para que guste. Esto entra de primeras. No sabes cómo, resulta familiar sin contacto previo. Es un artefacto que despierta emociones parecidas en todos: la magia de las canciones, como demostraba el músico Bobby McFerrin. Sean los teclados, el tempo calmo o las notas menores, algo hay en Yesterday, En las trincheras de la cultura pop, Don't look back in anger. Tenemos un cerebro acomodaticio. Al que le van los premios. La IA ya ha identificado qué hace que una pieza musical nos conmueva. Va tarde. Mujeres no ha necesitado nunca de un software complejo para ello. El apartado baladista de los catalanes es insuperable.
Mujeres no ha necesitado nunca de un software complejo para ello. El apartado baladista de los catalanes es insuperable
Frágil y leve
Voces grabadas a lo lejos de una habitación enmoquetada, cálida, más dominancia del susurro que del mensaje afirmativo, mucho eco y coros casuales. Un estribillo tardío e inconcreto. Dubitativo, tropezado. Volver a volver. ¿Volver a volver? Y todo breve, muy breve; ni tres minutos que, por la concatenación de elementos, parece muchísimo menos. A su vez, dice la ciencia, de vez en cuando nos van las sorpresas. El punteo mínimo alargado, pero después, un sinte en forma de escalera de caracol, infinita, a lo Canon de Pachelbel. Pero más que lo concreto o lo sorprendente, nos gusta el pasado. Una atmósfera, frágil y leve, como la de la memoria. El miedo al miedo de no recordar bien y, sobre todo, de no poder volver a ese recuerdo. Pasado, frágil y leve.
Una atmósfera, frágil y leve, como la de la memoria. El miedo al miedo de no recordar bien y, sobre todo, de no poder volver a ese recuerdo. Pasado, frágil y leve
Mujeres han mecido su carrera entre el garage de multa de tráfico, pasando de la aceleración permitida, y el pop sesentero. Sus temas han vivido la insolencia, el amor puro, la tontería. Pero Horizontal en llamas no es nada de todo eso. La canción es un pause que las personas sienten en algún punto de sus 30 (o sus 40 o 50); el que dice que esto se acaba, y que qué bonito sería “volver a sentirte, volverte a perder”. Una maniobra, efectivamente, en que solo volver a volver.
Horizontal en llamas es la primera canción que el trío barcelonés publica desde su EP Rock y Amistad (2021) y desde la colaboración con Rombo de hace un par de meses. Más allá de lo pragmático, la alegría de ver que la banda de Barcelona puede que incline su próximo disco hacia las aguas tranquilas, lo genial es que el grupo ha creado una canción de las que gustan a todos. Y han acompañado el lanzamiento con El Club de los Sentimientos, un buzón donde poder lanzar consultas: propuestas, preguntas y peticiones de consejos vitales. No hacía falta. Todo eso ya estaba en el loop de “volver a volver”.