Hoy se ha presentado en rueda de prensa al Teatre Lliure de Montjuïc L'herència, la multipremiada pieza del dramaturgo Matthew López sobre la cultura gay y el legado del sida, en esta adaptación dirigida por Josep Maria Mestres. El montaje, que consta de dos partes y una duración total de seis horas, cuenta con Carlos Cuevas, Abel Folk, Carles Martínez, Albert Salazar y Marc Soler encabezando el reparto. La obra se centra en la vida de un grupo de jóvenes gais que viven en Nueva York en el año 2016, una generación después del momento álgido de la crisis del sida y coincidiendo con las elecciones presidenciales de los Estados Unidos que ganó por primera vez Donald Trump. "Cuando leí el texto me pareció impresionante. Me concernía emocionalmente, políticamente... Y vi que podía ser una gran experiencia para el público, profundamente conmovedora", ha explicado Mestres. Inspirado libremente en la novela Howards End, de E. M. Forster, el espectáculo coge la estructura, algunos de los temas y personajes y la presencia del mismo escritor, que Matthew López introduce en la trama.
La lucha continúa
El espectáculo arranca como un taller de escritura con unos jóvenes –en la adaptación del Lliure interpretados por Dafnis Balduz, Ricard Boyle, Francesc Cuéllar, Carlos Cuevas, Eudald Font, Víctor G. Casademunt, Lluís Marqués, Albert Salazar, Marc Soler y Ferran Vilajosana- que no saben qué escribir. A partir de aquí, empiezan a interpretar los personajes que se van inventando y la ficción se convierte en realidad, construyendo una historia que cruza la vida de este grupo de jóvenes gais con la que vivieron las dos generaciones anteriores –Carles Martínez, Abel Folk y Teresa Lozano-, marcadas por el impacto de la epidemia del sida. "La epidemia y sus estragos ciernen por todo el montaje y en muchos momentos se apoderan del relato", explica Mestres. Se habla de la gente que estuvo en primera línea durante el estallido de la epidemia –a finales de los años 80 y principios del 90– y cómo lo vivieron: unos desde el miedo y la paralización, otros desde los cuidados, la solidaridad y la lucha", añade. Carlos Cuevas explica que decidió hacer este espectáculo "por el símbolo político, social y teatral". Dafnis Balduz confiesa que "es la vez que más representado me siento a la literatura". Carles Martínez, después de leer la obra, tuvo una sensación que hacía mucho tiempo que no tenía: "Encontrarme con un texto que todo él te da luminosidad". Abel Folk, por su parte, confiesa que devoró el texto, que "habla de cosas terribles, pero habla del futuro con esperanza y eso es muy extraordinario". Y Teresa Lozano se siente muy agradecida: "Cuando leí la obra me di cuenta de que me habían ofrecido un regalo y un personaje precioso a la edad que tengo, que son 80 años".
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Carlos Cuevas explica que decidió hacer este espectáculo por el símbolo político, social y teatral
L'herència es una pieza sobre las transmisiones y los legados materiales y espirituales, que reflexiona sobre qué debemos a los que vivieron y amaron antes que nosotros y sobre nuestra responsabilidad hacia las generaciones futuras. "Va de la gente que nos ha precedido en la lucha por los derechos y las libertades que disfrutamos ahora, pero que últimamente vemos peligrar día tras día, y de los que continúan y seguimos luchando por preservarlos y expandirlos", explica Mestres. La escenografía de Lluc Castells –construida con materiales y mobiliario reciclado de La gavina, Tots eren fills meus, Si mireu el vent d'on ve y L'ànec salvatge siguiendo el plan de sostenibilidad del teatro– coge el alma del taller de escritura donde arranca la obra y reproduce la sala de ensayo del Lliure de Montjuïc donde los intérpretes han estado ensayando la obra las últimas semanas. El montaje se completa con el vestuario de Nídia Tusal, la caracterización de Toni Santos, la iluminación de Ignasi Camprodon, el sonido de Joan Camprodon y la música original de Iñaki Salvador. L'herència tiene una duración total de 6 horas, y consta de dos partes que se pueden ver en días alternas –jueves la primera parte y viernes la segunda– o seguidamente durante el fin de semana. "Una vez pasas la barrera mental de saber que durará seis horas, como si después dura doce. Tú quieres estar allí, seguir viviendo con aquella gente que ya amas, y no quieres salir de sus vidas", reflexiona Mestres. Desde el punto de vista de los intérpretes, Mar Soler explica que "es como si fuera una jam, tú entras y ya no puedes parar, no tenso tiempo ni de mirar lo que has hecho ni lo que vendrá. Es un acto muy bonito de presencia y de estar conectado con todo el grupo".
L'herència va de la gente que nos ha precedido en la lucha por los derechos y las libertades que disfrutamos ahora, pero que últimamente vemos peligrar día tras día, y de los que continúan y seguimos luchando por preservarlos y expandirlos
El estreno del montaje contará con dos actividades paralelas. Por una parte, la sesión de In situ Els ecos del primer cas con el doctor Bonaventura Clotet (26/02) y, de la otra, un coloquio postfunción moderado por la periodista Anna Guitart (28/02). Además, el texto de L'herència, con traducción de Joan Sellent, se ha publicado a Llum de guàrdia, la nueva colección de textos teatrales del editorial Comanegra y el Teatrr Lliure. Se puede adquirir en la taquilla del teatro, en las librerías y por internet, en formato papel o electrónico. La producción original de L'herència, con dirección de Stephen Daldry, se estrenó en el Young Vic Theatre de Londres en marzo del 2018. Después de la gran acogida que tuvo, el espectáculo saltó al West End y, en septiembre del 2019, la misma producción cruzó el Atlántico y se estrenó en Broadway. Desde entonces se han hecho otras producciones en Alemania, Suecia, Brasil, Dinamarca, Australia, Canadá y Japón. Ahora llega por primera vez a Catalunya (y a todo el Estado español) y se podrá ver del 20 de febrero al 16 de marzo en la Sala Fabià Puigserver del Teatre Lliure Montjuïc.