El Museo Hermitage ha presentado un recurso de reposición delante el Ayuntamiento de Barcelona en el cual alega falta de legitimidad del consistorio para vetar su proyecto para invadir competencias de la Autoridad Portuaria, incumplir la ley catalana de Museus y vulnerar incluso la legislación europea.

Con este último recurso por vía administrativa el Hermitage intenta agotar las posibilidades de conseguir una solución no litigiosa con el ayuntamiento barcelonés, antes de iniciar la vía propiamente judicial con un recurso contencioso administrativo, según han explicado fuentes próximas al museo a la agencia Efe.

Convenio no tramitado

En un extenso recurso de cerca de 30 páginas, el Museo Hermitage Barcelona rebate los fundamentos| jurídicos de la denegación de la tramitación de un convenio entre el ayuntamiento y el Port de Barcelona por acuerdo de la Comisión de Gobierno del consistorio por una interpretación "contraria a derecho" del artículo 6.1 del Plan Especial de la Nueva Bocana (PENB) del puerto barcelonés.

Al recurso remarca que la denegación de esta tramitación del convenio por parte del ayuntamiento "comporta una clara interferencia en las competencias de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) de gestión del dominio público de su titularidad". Asimismo, los recurrentes entienden que el ayuntamiento no está facultado para vetar proyectos culturales al Port de Barcelona, al no quedar amparado en las competencias municipales, "ni de carácter urbanístico, ni de intervención en las actividades de los particulares, ni en materia cultural".

El proyecto del museo del Hermitage

Argumentos rebatidos

En este sentido, rechaza el veto del consistorio en su emplazamiento en la bocana del puerto con el argumento de ser "de difícil accesibilidad y casi nulo contacto con el tejido urbano de la ciudad", ya que el planteamiento urbanístico admite el uso cultural en esta zona, incluido el de museo, y se ha hecho un análisis previo de la movilidad que se generaría.

Otro argumento que esgrime el recurso es que la ley catalana de museos de 1990 "no atribuye a los ayuntamientos absolutamente ninguna competencia que les habilite para condicionar, limitar o impedir la implantación de un museo de promoción y titularidad privada".

Interés público del proyecto


Finalmente, el escrito rebate la consideración municipal relativa al "insuficiente interés público del proyecto", ante su "absoluta falta de fundamento". En este sentido un informe que indica que la creación del Museo Hermitage puede tener un efecto positivo económico destacable, con un impacto directo de 21 millones anuales, de 30 millones en el efecto sobre la producción o de 14 millones sobre el valor añadidobruto, además de generar 337 puestos de trabajo directos e indirectos.

En más, hace constar que el Museo Hermitage Barcelona "ha acreditado ampliamente su voluntad de reforzar el proyecto con la colaboración con el tejido cultural y social de la ciudad, y a estos efectos ha firmado varios protocolos con asociaciones de vecinos y entidades docentes y culturales por medio de la plataforma "Más Cultura para Barcelona".

 

Imagen principal, los promotores del Hermitage agotan la vía administrativa antes de ir contra el Ayuntamiento en los tribunales