Si una cosa se puede afirmar sobre el 2024 es que la música ha sonado indiscutiblemente en femenino. Taylor Swift protagonizando la gira más ambiciosa de la historia, Charli XCX marcando el Pantone del año con un inconfundible verde slime, y artistas como Sabrina Carpenter o Chappell Roan convirtiéndose en iconos para una nueva generación. Esta tendencia se ve reflejada también en festivales —el Primavera Sound tendrá, por primera vez en nuestro país, tres cabezas de cartel femeninas—, en listas de éxitos, donde la artista más escuchada a escala mundial es una mujer, y en premios como los Grammy, que han visto una abrumadora presencia de mujeres en las categorías principales.

Sin embargo, esta realidad no ha estado siempre así. Durante muchos años, ser mujer y músico significaba ser etiquetada en el género reduccionista de "música para mujeres" o tener que soportar una observación escrupulosa, seguida de críticas feroces al más mínimo error. Pero algunas chicas no se rindieron. Y si alguien simboliza esta perseverancia, estas son Hinds: el triunfo de un sueño y de una amistad que, este miércoles 16 de enero en la Sala Apolo, se materializará con la presentación de su cuarto trabajo discográfico, ¡VIVA HINDS!.

Un espíritu único

Para entender cómo hemos llegado aquí, hay que mirar atrás. Nos situamos en la década de los 2010, la época de los hipsters, los tejanos ajustados, los labios rojos, el #tolrato y los temazos. Era un momento en que todo el mundo quería tener una banda, subir a un escenario y sonar en festivales. En este contexto, después de romper con sus parejas, Carlotta Cosials y Ana Perrote, madrileñas de raíz, decidieron hacer un viaje improvisado hasta el mar. Impulsadas por la libertad de los veinte años, unas cuantas cervezas y la pasión por la música, una de ellas pronunció aquello que marcaría el futuro: "Tía, ¿y si montamos un grupo?". Más de una década después, Hinds han recorrido el mundo: Europa, Asia, Oceanía y América, donde fueron la primera banda española de guitarras a actuar en el Coachella. Han obtenido el respeto de la crítica nacional e internacional, y se han convertido en referentes para chicas que hoy miran sus amigas y se preguntan: "¿Y si montamos un grupo?". Pero este éxito no ha estado exento de dificultades.

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Hinds a inicios de esta década, cuando todavía eran un cuarteto

Más de una década después, Hinds han obtenido el respeto de la crítica nacional e internacional, y se han convertido en referentes para chicas que hoy miran a sus amigas y se preguntan: "¿Y si montamos un grupo?"

En el 2014, bajo el nombre Deers —que cambiaron a Hinds después de una disputa legal con otra banda—, lanzaron su primer EP, Demo. Dos canciones sencillas, Bamboo y Trippy Gum, con una portada en la que aparecían en un bar. La respuesta de la crítica fue inmediata, y a menudo polarizadora: ¿cómo unas chicas sin grandes pretensiones osaban hacer música para divertirse? En un panorama lleno de grupos masculinos que tocaban rock de garaje con presupuestos mínimos, muchas voces se apresuraron a desacreditarlas. Pero ellas no se rindieron. A las dos fundadoras originales se sumaron Ade Martín en el bajo y Amber Grimbergen en la batería. Su música era fresca, desinhibida y divertida, con un espíritu que conectaba con las vivencias de una generación. Desde sus primeros conciertos, llenos de energía y de público que acababa encima del escenario cantando con ellas, hasta sus giras por la península y el Reino Unido, Hinds empezaron a ganar seguidores y, también, detractores. Por suerte, los medios internacionales reconocieron su talento.

¿Cómo unas chicas sin grandes pretensiones osaban hacer música para divertirse? En un panorama lleno de grupos masculinos que tocaban rock de garaje con presupuestos mínimos, muchas voces se apresuraron a desacreditarlas. Pero ellas no se rindieron

En el 2016, con el lanzamiento de su primer álbum, Leave Me Alone, hicieron historia al The Late Show con Stephen Colbert, convirtiéndose en el primer grupo estatal en tocar en un late night americano. Después vendrían actuaciones en festivales como Glastonbury, SXSW y, en el 2017, el sueño de cualquier banda: Coachella. Todo mientras seguían evolucionando musicalmente y ofreciendo directos cargados de energía. Con su tercer álbum, The Prettiest Curse (2020), Hinds exploraron un sonido más maduro, añadiendo letras en castellano y trabajando con la productora Jennifer Decilveo. El disco, que habla sobre sus experiencias en la industria musical, reflejaba una nueva faceta del grupo. Pero la pandemia interrumpió sus planes de gira y marcó un punto de inflexión en su trayectoria. Después de un largo silencio, Hinds volvieron a los escenarios en el 2023, abriendo los conciertos de Coldplay en Barcelona. La sorpresa, sin embargo, fue la ausencia de Ade y Amber, que poco después anunciaron su salida del grupo. Hoy, Carlotta y Ana reanudan el camino como dúo con ¡VIVA HINDS!. Este nuevo disco, con colaboraciones destacadas como Beck y Grian Chatten (Fontaines D.C.), muestra una banda más madura, capaz de afrontar temas como la pérdida y la vida adulta sin renunciar al espíritu que las hizo únicas. Un nuevo comienzo para Hinds, que promete seguir rompiendo barreras e inspirando una nueva generación de músicos.