"El hotel Chelsea es un establecimiento que fue todo un referente de la creatividad artística durante la década de los sesenta y setenta", descubre la periodista y escritora Olga Suanya, una de las personas más estrechamente vinculadas al Chelsea en nuestro país (pero ya os descubriremos el motivo más adelante). "En su libro de registro figuran nombres legendarios de la música, la literatura, el cine.... Y entre las paredes de sus habitaciones se compusieron canciones, se escribieron libros, se rodaron películas y se vivieron allí todo tipo de historias regadas con alcohol, drogas y noches de sexo. En definitiva, fue un local donde pasaron muchas cosas, gran parte de las cuales seguramente están por descubrir".
Una odisea de la cultura
El Hotel Chelsea se construyó el año 1883 en el número 222 Oeste de la calle 23, entre la séptima y la octava avenida de Manhattan. Fue el edificio más alto de Nueva York hasta 1902. Tres años después, el 1905, abrió sus puertas como hotel. Un establecimiento donde se podía pernoctar una, dos, tres... noches, pero pensado especialmente para que sus inquilinos pasaran largas temporadas.
A inicios del siglo XX, el barrio de Chelsea era uno de los epicentros de la actividad teatral y cultural de Nueva York, muy probablemente por eso se convirtió en una de las guaridas favoritas de artistas de todo pelaje. Al principio fue uno de los refugios predilectos en Nueva York de escritores de la magnitud de Mark Twain, Arthur C. Clarke (allí escribió 2001: Una odisea del espacio), William S. Burroughs, Arthur Miller,Tennessee Williams, Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Simone de Beauvoir, Robert Oppenheimer, Charles Bukowski o Dylan Thomas, que murió alcoholizado el 4 de noviembre de 1953.
Catálogo de bohemios al que a lo largo de las décadas se sumarían cineastas, actores y actrices como Stanley Kubrick, Miloš Forman, Ethan Hawke, Dennis Hopper, Uma Thurman o Jane Fonda o artistas como Andy Warhol: su filme de 1966 The Chelsea Girls está rodado allí (las chicas de Chelsea eran las particulares musas de Warhol: Viva, Larry Rivers, Ultra Violet, Mary Woronov, Holly Woodlawn, Andrea Feldman, Edie Sedgwick, Nico, Paul America y Brigid Berlin. Sid & Nancy (1986), Nueve semanas y media (1986) o Chelsea Walls (2001), entre muchas otras, son algunas de las películas que han sido rodadas en el primer edificio que el ayuntamiento de Nueva York declaró bien de interés histórico y cultural.
El hotel de los músicos
El Chelsea, sin embargo, pasará a la historia para ser el escondite de algunas de las más rutilantes estrellas de la música. Leonard Cohen, Madonna, Patti Smith, Dee Dee Ramone, John Cale, Anthony Kiedis, Joni Mitchell, Bob Dylan Janis Joplin, Jimi Hendrix, Richard Hell, Ryan Adams, Jobriath, Rufus Wainwright, Sid Vicious (el capítulo más dramático de la crónica negra del hotel lo escribió el bajista de los Sex Pistols al asesinar allí a su pareja Nancy Spungen el 12 de octubre de 1978)... Todas y todos ellos han buscado descanso e inspiración en sus paredes.
"Leonard Cohen escribió 'Chelsea Hotel Nº2', una canción que hace referencia a la noche de sexo que tuvo con Janis Joplin a finales de los sesenta en una de las habitaciones del hotel. También se merece una mención especial 'Sad-eyed lady of the Lowlands', la canción que Bob Dylan escribió para su primera mujer Sara". Una playlist que se podría ampliar con composiciones como 'Hotel Chelsea Nights' de Ryan Adams, 'Chelsea Girl' de Nico, 'Third Week in the Chelsea' de Jefferson Airplane, 'Midnight in Chelsea' de Jon Bon Jovi, 'We Will Escarpa' de The Stooges o 'Chelsea Burns' de Keren Ann.
"Esta idea de un hotel con historias escondidas detrás de cada una de las puertas de sus habitaciones me pareció una buena metáfora para dar nombre a mi blog", descubre Suanya.
Olga Suanya tuvo la idea del chelseahotel.blog en octubre de 2019. Hacía tiempo que tenía recopiladas algunas historias de canciones y tenía en mente reunirlas de alguna manera. "Pensé en diferentes opciones y al final vi que un blog era una buena plataforma para hacerlo. A partir de aquí empecé a dar forma al proyecto tanto a nivel formal como de contenido, articulándolo en torno a un concepto que se resume con la frase: una efeméride, una canción y la historia que las conecta. Si hubiera sido un poco prudente hubiera tenido que destinar en el 2020 a producir el contenido y lanzarlo en el 2021, pero me quemaba en las manos y decidí salir el primero de enero con el material que ya tenía escrito e ir adelantando el resto en paralelo durante el resto del año".
¿Qué era primero, la efeméride o la canción?
Normalmente empezaba a partir de la canción. Escogía un tema que pensara que se me interesara y empezaba un proceso de documentación para ir desovillando la historia hasta encontrar un hilo lo bastante interesante que me llevara a una efeméride a partir del cual tejer la historia. Pero también escribí algunas haciendo el ejercicio inverso, fijándoseme en algún hecho histórico relevante que me sugiriera que habría podido inspirar alguna canción.
¿Cómo elegías las canciones de que hablas?
Principalmente me guie por la popularidad de las canciones y de los artistas. Quería que fueran temas lo suficiente conocidos a fin de que pudieran conectar con un público más mayoritario y que el interés por la pieza musical y su relación con una efeméride que, a primera vista, no tenía una vinculación evidente, fuera el elemento que animara a leer la historia.
Uno de los atractivos del blog, es la variedad estilística de las propuestas. Aunque tiendes hacia el rock más clásico, tocas todos los palos.
Me gusta mucho la música y, aunque es cierto que he bebido mucho de la tradición de los setenta, tengo una gran variedad de estilos como referentes. Y supongo que eso se nota también en el conjunto de temas que hay tanto en el blog y como en elñ libro. Me gusta remarcar que las canciones del Chelsea no son la selección completa de las canciones de la banda sonora de mi vida, sino la elección de las que he pensado que podían tener una conexión especial con un mayor grupo de personas.
Mantener un proyecto así requiere mucha constancia y dedicación.
Es cierto que ha sido una gran cantidad de trabajo y que he dedicado muchas horas. Pero cuando ahora miro el resultado, no tengo ninguna duda que ha valido la pena. No sólo por la evolución que está teniendo el proyecto en todos sus formatos (como el libro o el podcast que estoy haciendo también semanalmente en RAC1). Sino porque trabajándolo he aprendido muchísimo. Y es que, de hecho, la principal beneficiaria del Chelsea soy yo, ya que me ha permitido descubrir muchas historias que desconocía y profundizar en detalles de otras de las cuales sólo tenía una ligera idea.
¿Alguna efeméride preferida?
Complicado escoger sólo una. Pero entre mis preferidas: la historia que conecta los hechos de Little Rock Nine con el 'Blackbird' de los Beatles; o la que explica la relación entre el tenista John McEnroe con el 'Don't Get Me Wrong' de The Pretenders.
¿Cómo surgió la idea de transformar el bloque|bloc en el libro 121 cançons i 1 hotel?
Fue a partir de la propuesta que me hizo Jaume Ciurana de Símbol Editors. Me llamó un día para decirme que había descubierto el blog y que creía que podía tener buena salida como buen producto editorial. Quedamos para tomar un café y en poco más de una semana ya estábamos arremangados dando forma al proyecto.
¿Fue duro tener que hacer una selección de 121 historias de las 366 publicadas?
Fue complicado dejar a 245 criaturas fuera, pero no tenía sentido publicar la totalidad. Hicimos dos listas de un centenar de canciones cada una, mi selección y la del editor. El número final, 121, es el resultado de la fusión de ambas elecciones. O sea que coincidimos bastante.
¿Qué te ha reportado a ti el proyecto?
Por una parte la satisfacción de idear, conceptualizar, diseñar, desarrollar y hacer realidad un proyecto en su totalidad. Y de la otra, lógicamente, com ya he adelantado, todo el que he aprendido que se esconde detrás de canciones que he escuchado infinidad a veces.
¿Recuperarás el proyecto?
El proyecto inicial del Chelsea es un proyecto concebido para mantenerse vivo a lo largo del tiempo. Las efemérides de donde parten las historias hacen referencia a una fecha del calendario donde no importa el año. De esta manera, si alguien descubre el blog este año puede seguirlo igual que lo hizo alguien que lo descubrió el año pasado. Otra cosa son las dimensiones que le pueda seguir dando al contenido de base que ya tengo trabajado. Por ahora tenemos ya el producto editorial y el podcast, que son los productos a los cuales me estoy dedicando este 2021.
¿Algún proyecto nuevo en mente?
Algunas ideas me bailan por la cabeza pero trato de dejarlas volar a la espera de encontrar el momento oportuno para hacerlas aterrizar.