Los hoteleros de Barcelona han pedido un acuerdo para que el museo del Hermitage se instale en la ciudad, ya que consideran que se trata de un proyecto que traerá turismo de calidad. Se trata, aseguran, de un proyecto que la ciudad no puede perder y avisan de que si no está aquí, se acabará instalando en otro sitio.
En un contexto donde la captación de nuevo turismo será fundamental para recuperarse de la crisis de la Covid-19, el presidente del Gremi d'Hotelers de Barcelona, Jordi Mestre, ha dicho que, si la ciudad hace una apuesta por el turismo de calidad, "no hay duda que el turismo cultural lo es" y, si no hay infraestructuras culturales de calidad, este tipo de visitante no vendrá. "Si el Hermitage nos permite acceder al turismo cultural bienvenido sea", ha añadido Maestro, aunque ha dicho que, lógicamente, se tiene que respetar la normativa vigente.
Ubicación conveniente
El director general del Gremi d'Hotelers de Barcelona, Manel Casals, ha pedido que las partes se pongan de acuerdo para que el Hermitage se quede en Barcelona "en una ubicación que nos convenga a todos".
El Gremi de Hotelers de Barcelona no es el único que ha posicionado a favor del proyecto para instalar en el puerto de Barcelona el Hermitatge. También lo ha hecho la Cambra de Comerç y otras entidades de la ciudad. Precisamente la presidenta del Port de Barcelona, Mercè Conesa, insistió el julio pasado en que defenderá hasta el final su propuesta de llevar a la ciudad un Museo Hermitage y advirtió al Ayuntamiento que puede aprobar el proyecto porque tiene las competencias. En opinión de Conesa el proyecto sería de gran ayuda en la recuperación de la zona, atraería turismo de calidad y no costaría un euro público porque es financiado de forma 100% privada.
El Ayuntamiento de Barcelona paró el proyecto en enero del 2020 al considerar que la ubicación escogida, junto al Hotel vela junto a la nueva bocana del puerto, no es la adecuada. Igualmente argumentó que el proyecto presentaba un riesgo para la seguridad, problemas de circulación, dudas de la viabilidad económica y nulo proyecto cultural.