El tiempo es un elemento central en las obras de Patricia Dauder (Barcelona, 1973). Ya lo constatamos en la exposición que se le dedicó en 2021 la Virreina, Sòl i subsol. Actualmente, lo podemos comprobar en Interiors, una muestra abierta hasta el 11 de noviembre en la galería ProjecteSD. En este caso, trata el pasado a partir de los interiores de casas y edificios antiguos. Dauder vive y trabaja en Barcelona, tiene el estudio en Poblenou y últimamente pasa mucho tiempo en su ciudad natal. Eso lo ha llevado a observar la gran cantidad de obras y reformas a la que está sometida la capital a cuenta de un supuesto progreso, pero que en ojos de a artista es destrucción del patrimonio. El espacio íntimo es un tema que ya había salido en otras obras del artista, pero, hasta ahora, nunca había sido el tema principal de su trabajo.
Esta barcelonesa establece un vínculo entre el espacio íntimo y los conceptos de fragilidad y vacío. Un ejemplo bien claro es la obra escultórica Tercer espai (2023), formada por dos estructuras realizadas con cera. Son dos módulos rectangulares e iguales que parecen sugerir una cornisa, pero realmente son los espacios negativos generados por un posible mueble. Por una parte, el hecho de que el material escogido por esta obra sea la cera, otorga una fragilidad y una vulnerabilidad a la obra que, como una vanitas, nos recuerda que todo es efímero, todo es finito. Por otra parte, transforma el vacío para que, con palabras de la artista; "el vacío me permitía descubrir marcas, rastros de la vida, y me permitía imaginar".
Investigar estos interiores es un proceso de autoconocimiento y eso lleva a Patricia Dauder a tener muy presente el cuerpo como una herramienta más para el descubrimiento de uno mismo. Un buen ejemplo es la obra Night Shift (2023); sobre una base hecha con módulos de cera, se disponen una serie de pequeñas piezas de cerámica. Formas orgánicas que son las marcas dejadas por un cuerpo inclinado, ausente. Esta obra nace de preguntarse como vivo un sin techo, una persona que no posee ningún interior. A partir de aquí, van surgiendo otras reflexiones que marcan la evolución de la obra. La artista barcelonesa a menudo se sirve de este proceso creativo, que, normalmente parte del dibujo, la técnica que la acompaña desde pequeña.
Estéticamente funciona muy bien y obliga al espectador a redoblar la atención; en caso contrario, corre el peligro de abandonar la sala con indiferencia
La mayoría de las obras son minimalistas y se exponen siguiendo la línea de pensamiento de la artista; paredes blancas y libres de texto. La galería es un espacio acogedor e íntimo, además, ofrece una hoja de sala que contiene información de las obras. Estéticamente funciona muy bien y obliga al espectador a redoblar la atención; en caso contrario, corre el peligro de abandonar la sala con indiferencia. Son obras que reúnen ideas diferentes y a veces inconexas, por lo tanto, son difíciles de captar. La exposición fue inaugurada el pasado 15 de septiembre aprovechando el Barcelona Gallery Weekend. Este acontecimiento ha traído nuevas exposiciones a muchas galerías de Barcelona. Es un buen momento, pues, para visitar estos espacios de arte que a veces nos pasan por alto, pero a menudo ofrecen exposiciones de alta calidad.