El Festival Grec coproduce el nuevo espectáculo de Jordi Casanovas, Immunitat, un texto de encargo para hablar de la pandemia y sus derivadas sociales y políticas que se estrena el 6 de julio en La Villarroel. Immunitat es como "un juego de pistas" escénico -según ha ilustrado Casanovas este viernes- diseñado para hacer una especie de auditoría a la pandemia. Seis personajes son convocados en un muestreo demográfico después de la crisis sanitaria para, precisamente, mejorar la gestión política en futuras crisis. Pero sus firmes convicciones chocan con una condición: todas las decisiones se tienen que tomar por unanimidad. Así, la función plantea también preguntas sobre los límites de la gestión democrática y la complejidad del consenso social.
Ejercicio demoscópico
Jordi Casanovas propone un juego de pistas escénico con seis personajes que son arrastrados por los designios de un algoritmo de caja negra (del cual no se conoce el funcionamiento interno). Convocados para participar en un ejercicio demoscópico sobre la gestión de la pandemia, los personajes y sus firmes y varias convicciones sobre la materia son obligados a tener un consenso total para seguir avanzando en esta prueba-experimento aparentemente bienintencionado.
"Es una ciencia ficción de dos semanas", bromeaba el dramaturgo hoy, por como la propuesta resuena en determinados usos ya vigentes del algoritmo en ámbitos sociales. Y es que el texto mira tanto atrás -hacia la gestión de la pandemia- como hacia adelante, preguntándose qué habría que cambiar en el futuro y, todavía más importante, si hay que hacerlo desde el consenso total o no, guiados a ciegas por algoritmos matemáticos, etc.
"Los personajes tienen valoraciones respecto de los dos últimos años, y ahora paran y lo analizan"
"Los personajes tienen valoraciones respecto de los dos últimos años, y ahora paran y lo analizan". Este es el punto de partida de la obra, un "juego de pistas" para que el público vaya averiguando cuál es la posición de cada uno de los seis protagonistas respecto de las cuestiones que se les plantean. De esta manera, la función va creando una tensión dramática mientras va haciendo una auditoría de todo lo que ha pasado los últimos tiempos y aventura qué puede venir.
Consenso obligatorio
Uno de los hilos donde se coge la obra es el de la dificultad en encontrar el consenso social sobre la cual es más conveniente en cualquier situación. "Siempre tienen que votar unánimemente, y eso da pie a la pregunta de si es posible convencer a alguien a que piensa el contrario de ti", comenta Casanovas. Más que tomar partido por el consenso total o por el criterio de unos escogidos, el dramaturgo dice que se limita a plantear la duda sobre los límites del "punto de acuerdo" entre los legítimos pensamientos contrarios existentes a la sociedad.
"Siempre tienen que votar unánimemente, y eso da pie a la pregunta de si es posible convencer a alguien a que piensa el contrario de ti"
Mercè Pons, Vicenta Ndongo, Borja Espinosa, Javier Beltran, Ann Perelló y Òscar Muñoz son los seis 'ciudadanos' escogidos para participar en este estudio demográfico de consecuencias inciertas. Tanto, que hoy no han querido suscitar casi ningún detalle de los posicionamientos que llevan sus personajes al debate en el cual han sido convocados.
Immunitat, por otra parte, es el título que finalmente escogió Casanovas para titular el espectáculo. No fue fácil, ha dicho, pero se decidió porque el concepto se podía jugar desde pandemia (inmunidad a la enfermedad, individual y de grupo) y también como metáfora de los anticuerpos que los ciudadanos pueden desarrollar ante el sistema político, de las injusticias, etc.