Las expresiones en catalán, ciertamente, pueden parecer un misterio. A primera vista, parece que son correctas, pero por una simple preposición errónea, la frase cae. Se le puede sumar el hecho de que el castellano va interfiriendo e influyendo a los hablantes, lo que desdibuja la manera propia de decir las cosas y, así, los pequeños detalles nos pasan por alto cada vez más hasta que llega el punto que ya no son tan pequeños.
¡Ponte a prueba!