En las redes, como en la vida, hay de todo. Y dentro del mundo de los creadores de contenido en catalán, también. De estos, a grandes rasgos, podemos distinguir tres tipos: los que lo hacen en catalán por amor a la lengua, los que lo hacen en catalán porque han visto una oportunidad de mercado y, finalmente, los que solo hacen contenido en catalán cuando los pagan. Estoy segura de que has visto muchos ejemplos de estos tres tipos de influencers en las redes y que quizás, incluso, sigues alguno sin saber exactamente por qué motivo.

Los románticos, los conversos y los mercenarios

En primer lugar, los románticos de la lengua, aquellos que hacen contenido en catalán desde el minuto cero porque lo llevan a la sangre y porque tienen claro que la militancia lingüística empieza a las redes. No los verás nunca haciendo un "Q&A" en castellano ni cambiando de idioma porque alguien en TikTok les ha dicho "no té entiendo". Si les pides que hagan el contenido en castellano para llegar a más gente, te contestarán con mala uva y quizás incluso te bloquearán. Estos creadores no se preocupan por el algoritmo, el SEO o las estadísticas de visualizaciones. Bien, sí que lo hacen, pero no los importa lo suficiente para renunciar en su lengua. Para ellos, el catalán no es solo un vehículo de comunicación, sino una manera de entender el mundo. ¡Los encontrarás en Twitch, YouTube, TikTok e Instagram, a menudo lamentándose de lo muy difícil que es monetizar todo esto de las redes en catalán, pero seguirán, sin desfallecer!

Para ellos, el catalán no es solo un vehículo de comunicación, sino una manera de entender el mundo

En segundo lugar, los conversos. Sí, estos son aquellos que empezaron haciendo contenido en castellano porque pensaban que así llegarían a más gente. Pero un día descubrieron que hacerlo en catalán era una buena estrategia para destacar en un entorno menos saturado. Una especie de especialización positiva. Llegar primero a los que me interesan y a los que tengo cerca. Vete a saber, quizás un comentario los hizo pensar "en todo eso del catalán", quizás vieron que había una comunidad deseosa de consumir contenido en su lengua, o, quizás simplemente notaron que, en catalán, era más fácil hacerse un lugar dentro del panorama digital.

Un día descubrieron que hacerlo en catalán era una buena estrategia para destacar en un entorno menos saturado

Sea como sea y sea por lo que sea, un día dieron el paso. Quizás, quién sabe, empezaron tímidamente, e intercalaban el catalán y el castellano, y después fueron haciendo la transición completa. O quizás todavía mantienen algunos subtítulos o pies de foto en castellano. Y aquí viene la gran pregunta (que hoy no podremos responder): ¿lo hacen por amor a la lengua o por estrategia de mercado? La respuesta probablemente es una mezcla de las dos cosas. Y nos es igual. ¿El resultado es que hay más contenido en catalán, y eso siempre es una buena noticia, verdad?

Finalmente, tenemos los mercenarios del contenido, aquellos que utilizan el catalán... pero solo cuándo hay dinero por el medio. Normalmente, su contenido es en castellano, pero cuando llega una campaña institucional o un medio que paga bien para promocionar el catalán, de repente se les activa el modo "somos país, somos cultura, somos lengua". Los verás haciendo anuncios con una ilusión desbordante, como si hubieran hablado en catalán toda la vida. Quizás incluso soltarán un "ay, me encanta hacer este trabajo en catalán" o un "yo siempre he amado el catalán" mientras en realidad solo lo usan cuando el contrato lo especifica.

Su contenido es en castellano, pero cuando llega una campaña institucional o un medio que paga bien para promocionar el catalán, de repente se les activa el modo "somos país, somos cultura, somos lengua"

Estos creadores son los más difíciles de clasificar, porque en el fondo, contribuyen a la presencia del catalán en las redes... aunque lo hagan por interés. Pero ei, si el resultado es que más gente descubre el catalán en internet, bienvenidos sean. Y, si no, siempre nos quedará el derecho de hacer memes o bien simplemente dejar de seguirlos, porque recordamos que tienen influencia porque nosotros se la otorgamos. Al final, todos estos creadores —desde los románticos hasta los pragmáticos pasando por los mercenarios— ayudan a hacer que el catalán tenga más visibilidad en el mundo digital. Quizás no todos con la misma pasión ni por las mismas razones, pero si consiguen que alguien consuma contenido en catalán, ya es una victoria (supongo).