Isona Passola i Vidal (Barcelona, 1953) es directora, productora y guionista de cine. Presidió la Acadèmia de Cinema Català del 2013 en el 2021. Aquel mismo 2021 asumió la presidencia del Ateneu Barcelonès a propuesta de Jordi Casassas, el presidente saliente y el adversario a latir a las elecciones del 20 de marzo. Ahora se enfrentan en candidaturas separadas desde la experiencia de haber presidido el Ateneu Barcelonès. Para valorar su mandato, profundizar en las propuestas de su candidatura: L’Ateneu batega, y avistar los retos de futuro que tendrá que asumir el Ateneu, nos sentamos en la sala Carme Karr para poder hablar reposadamente.

Asumiste la presidencia de la Junta en 2021 en un contexto de pandemia y en unas circunstancias excepcionales, sin elecciones.
Tomé la presidencia en 2021 porque Jordi Casassas vino a buscarme. Me llamaron desde su Junta porque el Ateneu estaba en una crisis muy grave. "En quiebra", fue la palabra. Soy socia desde los dieciséis años y siempre he pensado que el Ateneu tiene un potencial enorme, pero hacía tiempo que no me acercaba. No me atraía hacerlo, vaya. Y pensé que, si podía crear mi propio equipo para arreglar todo lo que me decían que estaba tan mal, un equipo de gente competente, lo haría. Que la situación era realmente mala se confirmó en la Asamblea en la que se realizó el traspaso de poderes. El señor Carles Llorens, que en ese momento era vicepresidente económico, reconoció que, efectivamente, dejaban el Ateneu en malas condiciones. Yo me lo tomé como un reto. Me gustan los desafíos, sobre todo si puedo afrontarlos rodeada de gente que creo que es capaz de transformar lo que haga falta. Como Elisabet Cirici, que es la responsable de conservación y se ha encargado de las obras del segundo y tercer piso; Daniel Faura, que fue presidente del Col·legi d’Auditors de Catalunya; o Lluïsa Julià, que ha impulsado la política cultural con vitalidad y una visión amplia de la cultura catalana.

Entrevista a Isona Passola, candidata a la presidencia del Ateneo Barcelonès / Foto: Carlos Baglietto

Me gustan los desafíos, sobre todo si puedo afrontarlos rodeada de gente que creo que es capaz de transformar lo que haga falta

Si fuiste presidenta a propuesta de Jordi Casassas, el presidente anterior, ¿cómo es que esta vez os presentáis por separado?
Estoy muy perpleja. Vaya, todos estamos muy perplejos, porque alguien que ya ha tenido dos mandatos para hacer y deshacer debería irse con la tranquilidad de haber dejado el trabajo consolidado. Nos ha sorprendido mucho y nos ha costado entenderlo. Creo que todo el mundo reconoce el éxito de nuestra Junta al frente del Ateneu. Con mucha ilusión, hemos conseguido animar a la comunidad, porque todo esto estaba muy deprimido. Hoy hay un ambiente excelente en el Ateneu.

Vuestro programa dice: "Hemos salvado económicamente el Ateneu".
Antes de la Covid, el Ateneu ya estaba en una situación muy difícil. No todo fue culpa de la Covid. Es evidente que el Ateneu ha cambiado radicalmente, y ese cambio lo ha llevado a cabo esta Junta. Al inicio del mandato, dijimos que haríamos un Ateneu sostenible y lo hemos conseguido. Esta casa es costosa de mantener; solo llegar, tuvimos que arreglar todo el sistema antiincendios, porque estaba obsoleto. También tuvimos que renovar toda la planta noble. El Ateneu se mantiene gracias a los socios, cuyas cuotas suponen un 66% de los ingresos. También se financia con el alquiler de espacios, que representa casi un 6% de los ingresos, con subvenciones, que aportan un 16%, y con patrocinios, que cubren el resto. Esto significa que, si no conseguimos socios, estamos en problemas. Durante nuestro mandato, se han incorporado 650 nuevos socios, y eso partiendo de una situación muy complicada, porque durante la Covid se perdieron 1.200. Sé que el tema de los números puede ser pesado, y a mí tampoco me gusta hablar de cifras, pero me tocó a mí buscar el dinero para reducir el déficit, y sé bien la dificultad que ha supuesto encontrarlo. Cuando asumimos la gestión, el déficit era de 668.515 euros. En 2022, debido a la guerra en Ucrania, la electricidad se encareció de manera espectacular, lo que nos ocasionó una desviación considerable. El déficit ascendió a 820.000 euros. En este momento, al final de nuestro mandato, el déficit es de 262.000 euros. Hemos reducido casi 600.000 euros del déficit. Hubo un momento en que ni siquiera sabíamos cómo pagar a los trabajadores. Tuvimos que negociar con La Caixa para intentar solucionarlo, y se ha hecho un enorme esfuerzo para revertir la situación, con la condición de no generar más déficit. Y el resultado de los dos últimos años ha sido de superávit, lo que demuestra que la gestión ha sido buena.

Entrevista a Isona Passola, candidata a la presidencia del Ateneo Barcelonès

Hemos reducido casi 600.000 euros del déficit y el resultado de los dos últimos años ha sido de superávit

Vuestro mandato empezó con una serie de despidos polémicos.
Cuando nosotros entramos, había un 10% de bajas laborales. Ahora hay prácticamente cero. Aquí se trabaja bien. De hecho, no sé si lo ves, pero toda esta sala de trabajo donde nos encontramos es nueva. Quisimos dar buenos despachos a los trabajadores, procuramos cambiar el sistema de trabajo y fomentar el trabajo en equipo. Todo lo que se ha decidido se ha comunicado a los trabajadores de la casa, que son importantes porque son quienes tratan con los socios, y los socios son muy importantes. Me imagino que cuando por aquí paseaban Dalí, Sagarra o Pla, había una alegría de vivir, y nosotros hemos querido recuperar ese buen ambiente. En el momento más difícil económicamente, evidentemente, tuvimos que hacer una reestructuración, que es lo que hace cualquiera que actúa con responsabilidad en una situación de crisis. A veces hay personas que dan por sentado que harán el mismo trabajo toda la vida, pero los que hemos estado en la empresa privada sabemos que la gente cambia. Lo normal en las entidades es que haya movilidad. También, debido a los cambios tecnológicos que afectan al Ateneu, necesitábamos gente especializada en determinadas áreas. Y ahora, en general, yo diría que los trabajadores están contentos, también en lo que respecta a la comunicación con la gerencia y la presidencia. Ningún despido fue arbitrario, eso sí quiero dejarlo claro.

Hay quien dice que el Ateneu pertenece menos a los socios hoy que hace cuatro años.
El Ateneu no se ha privatizado, el Ateneu se ha hecho sostenible, que es algo muy distinto. Y se ha hecho sostenible de la misma manera en que se sostienen los ateneus: a través del alquiler de espacios, por ejemplo. Eso no es incompatible con haber abierto más espacios para los socios, algo que también hemos hecho. Pronto ganaremos toda la planta superior para los socios. Con la mentalidad de hace cuatro años no se puede entender el Ateneu de hoy. Hay que estar muy atentos –y esta Junta lo ha estado– a cómo todo va cambiando y evolucionando.

Entrevista a Isona Passola, candidata a la presidencia del Ateneo Barcelonès

El Ateneu no se ha privatizado, el Ateneu se ha hecho sostenible, que es una cosa muy diferente

¿Habéis detectado malestar entre los socios por los cambios que se han hecho?
Hay una síndica de los socios que ha recibido todas las demandas que se han hecho y las hemos contestado una por una. Si hubiera habido malestar por parte de los socios, en las tres asambleas que hemos hecho no habría habido un 99% de votos a favor de la gestión de la Junta. Es cierto que el restaurante ha tenido éxito y eso ha favorecido la apertura, pero también hemos estado muy atentos. Y no solo eso, sino que también hemos garantizado que el jardín estuviera distribuido entre el restaurante y los socios para que estos pudieran conservar su espacio. A mí no me llega este malestar que mencionas, sino al contrario: cuando paseo por abajo, recibo muchas felicitaciones. Ahora en el Ateneu viene gente que antes no venía nunca.

En el programa de la candidatura de Jordi Casassas se habla de “recuperar el Ateneu como referente nacional” y de “participar activamente en la preservación de la identidad catalana”. ¿Ha dejado el Ateneu de ser un referente nacional y nacionalista?
Yo creo que el Ateneu tiene que ser absolutamente consciente de las necesidades que tiene el país. Nosotros no hablamos de catalanismo, nosotros hacemos catalanismo. Hoy uno de los problemas más importantes que tiene el país en términos culturales es la lengua catalana, que solo la está hablando un tercio de la población de manera habitual. En este contexto, nosotros queremos iniciar un club de catalán para que sea el centro de la cultura catalana para los recién llegados. Solo de abrirlo y poner a disposición clases de catalán ya se han inscrito 150 personas. Pensamos que el Ateneu tiene que ser un punto de encuentro para la cultura catalana y queremos conseguirlo creando vínculos para incorporar la inmigración a la catalanidad. Y el Ateneu, aquí, tiene que tener un papel clave. Nuestro proyecto más ambicioso es el de bajar el Ateneu a la plaza: nuestros espacios dan mucho de sí y los tenemos que poner a disposición de estas iniciativas. El club de catalán ha arrancado a toda prisa, pero si ganamos las elecciones, lo sacaremos adelante. Y no hablaremos tanto de país, haremos país, porque el Ateneu no tiene que ser un lugar de disputas, tiene que ser un lugar apartado de lo que hacen los políticos.

Entrevista a Isona Passola, candidata a la presidencia del Ateneo Barcelonès

El Ateneu del futuro debería ser un ateneo con mucha más diversidad racial desde la catalanidad. Deberíamos haber podido hacer este esfuerzo de incorporar a los migrantes a nuestra cultura

¿Y qué papel juegan los jóvenes, aquí?
Ahora mismo tenemos tres tertulias de jóvenes que agrupan alrededor de noventa personas. Yo diría que los jóvenes están más motivados para venir al Ateneu. Y no solo para venir, sino para implicarse. Cuando se hicieron las elecciones, casi la mayoría de los jóvenes que se presentaron fueron elegidos. A veces miramos los números, pero también tenemos que mirar la implicación, y es evidente que hoy los jóvenes se implican más en las cosas de la casa, y que, por tanto, nuestro Ateneu es más intergeneracional que el de hace cuatro años. En estos momentos hay 400 jóvenes que tienen menos de veintiocho años.

¿Cómo te imaginas el Ateneu dentro de cuatro años?
El Ateneu del futuro debería ser un ateneo con mucha más diversidad racial desde la catalanidad. Deberíamos haber podido hacer este esfuerzo de incorporar a los migrantes a nuestra cultura. El Ateneu del futuro debe ser un Ateneu muy saneado y sostenible económicamente, y que tenga una proyección ciudadana aún más importante de la que ya ha tenido. Yo me lo imagino sobre todo con gente feliz. Hoy mismo, de hecho, si sales afuera verás a la gente contenta. Con una biblioteca, que es la joya de la corona, bien conservada. Y me imagino un Ateneu incorporado plenamente a la modernidad, en este mundo que ya tenemos encima, el mundo virtual y de la inteligencia artificial. Un Ateneu puesto al día. Esta idea de que el Ateneu es algo anacrónico debe pasar a la historia de una vez.