Las tendencias funcionan en ciclos, siempre lo han hecho y siempre lo harán. Lo que realmente desconcierta a periodistas, historiadores, padres y profesores es que cada vez aparecen con más rapidez y se atreven a cuestionar todo aquello que había existido con anterioridad sin ningún tipo de compasión. En muchos casos desaparecen con la misma rapidez con la cual llegaron, pero en otros se convierten en fenómenos sociales de largo alcance que tienen un gran impacto en la moda, la música e, incluso, el lenguaje. Uno de los casos actuales más paradigmáticos es el del trap, un subgénero del rap que se originó en la década de los noventa en el sur de los Estados Unidos y que hoy ha invadido todos los rincones del mundo con sus rimas incendiarias, sus ritmos primitivos y una estética deliberadamente decadente.

Tal como explicaba el periodista Yeray S. Iborra en un artículo en Media.cat sobre el auge de este género musical tan controvertido: "La discriminación por edad, el edadismo, es una práctica demasiado frecuente cuando quien escribe tiene un resquicio generacional enorme respecto de los protagonistas. La misma lógica que cuando un padre le dice a un hijo que aquello que escucha es mierda –no, es trap– porque no recuerda que su padre también le decía que el punk era música de segunda y quien la tocaban unos tarambanas". Esta reflexión tan acertada sobre los cambios generacionales, la manera de afrontarlos y la incomprensión adolescente enlaza perfectamente con el tema central de la exposición Agony in the Garden de la fotógrafa Lúa Ribeira, que forma parte del programa oficial de PhotoEspaña24 y se puede visitar de forma gratuita hasta el 26 de octubre en la sala Wonder Expo de Fujifilm en Barcelona.

Entre el hedonismo y el nihilismo

Sumergirse en esta propuesta es lo más parecida a recibir una invitación exclusiva para asistir a una fiesta de carnaval donde no conoces a los asistentes. Sin embargo, una vez entras en el salón de baile, te dejas llevar por la música que suena a todo volumen y sientes fascinación por lo que se esconde detrás de los vestidos tan chillones que lleva la gente. Contemplar esta impactante colección de fotografías te hace sentir como un voyeur con permiso para observar gracias a la mirada cómplice de la fotógrafa y la actitud relajada de los adolescentes que aparecen en estas instantáneas tan crudas y, al mismo tiempo, llenas de vida (casi como si fueran los protagonistas de una performance). Sin duda, se trata de una paradoja que magnifica la esencia de la cultura underground que retrata, pero sin buscar justificaciones generacionales ni ofrecer respuestas incongruentes a aquellos y aquellas que no entienden lo que están viendo.

Lúa Ribeira. Untitled, from the serías

Imagen expuesta en Agony in the Garden de la fotógrafa Lúa Ribeira / Foto; Lúa Ribeira

Contemplar esta impactante colección de fotografías te hace sentir como un voyeur con permiso para observar gracias a la mirada cómplice de la fotógrafa y la actitud relajada de los adolescentes que aparecen en estas instantáneas tan crudas y, al mismo tiempo, llenas de vida

Agony in the Garden es un proyecto fotográfico que parte del interés de Lúa Ribeira por la música trap y lo desarrolló en colaboración con jóvenes de varias nacionalidades a lo largo de los paisajes áridos del centro y sur de España durante los meses posteriores a la pandemia. Acostumbrada a retratar las dinámicas de opresión y los mecanismos de exclusión que implica la cultura dominante, esta vez ha optado por centrarse en gestos, detalles, objetos y paisajes con la voluntad en evocar una atmósfera particular, producto de las relaciones que establece con las personas que fotografía. Tal como ella misma comenta: "El objetivo es leer entre líneas, reflexionar sobre el potencial emancipador de una expresión dominante de nuestro tiempo —a menudo representada como performativa o superficial— para explorar su riqueza y cómo se relaciona con el contexto actual de precariedad laboral, violencia institucional y crisis migratoria, financiera y medioambiental".

En estas fotografías podemos ver a varios jóvenes en los lugares donde realmente se siente libres para ser como quieren ser y para hacer aquello que realmente desean hacer. Aunque esta idea de libertad en mayúsculas contrasta con unos paisajes urbanos en decadencia y plenos de escombros. En una de las instantáneas de gran formato podemos contemplar un vertedero de desperdicios en un descampado y, en un rincón, encontramos medio escondida una caja de cartón vuelta del revés con una inscripción que dice: "Esta caja está al revés. Giradla. Gracias". Este detalle tan sutil y aparentemente irrelevante puede servir como resumen de la exposición, ya que la generación del trap que nos presenta a la fotógrafa (igual que muchas otras generaciones anteriores) se ha dedicado a cambiar todo aquello que dábamos por hecho, aunque la sociedad y el sistema insisten en mantener el statu quo con instrucciones que nos parecen ridículas e insultantes cuando las analizamos con una cierta perspectiva.

Lúa Ribeira. Untitled, from the serías

Imagen expuesta en Agony in the Garden de la fotógrafa Lúa Ribeira / Foto; Lúa Ribeira

La generación del trap que nos presenta la fotógrafa (igual que muchas otras generaciones anteriores) se ha dedicado a cambiar todo aquello que dábamos por hecho, aunque la sociedad y el sistema insisten en mantener el statu quo

Más allá del atrezo y de los tatuajes radicales que definen la estética de esta generación, las fotografías también nos muestran cómo estos jóvenes que viven al margen del sistema han adaptado elementos de tradiciones aparentemente inconexas, como la religión católica (resulta impactante la imagen que evoca a un Jesús herido, sangrante y caído) o el capitalismo salvaje, que pone el automóvil en un altar como paradigma del éxito económico, aunque acabe apilado en un desguace después de un accidente. El resultado, como afirma Eduardo López, director de Imaging de Fujifilm España, es: "Una serie de imágenes líricas y enigmáticas, en las cuales Lúa Ribeira contrapone dos extremos, el hedonismo y el nihilismo, encarnados en algunas de las personas, involucradas en una ola cultural que se desarrolla de manera única en nuestro país y que ha impactado en las generaciones más jóvenes, que se sirven de la música trap como vehículo para expresar las problemáticas sociales del momento actual".