Hay un momento delicioso en Venus, la nueva película de Jaume Balagueró que hoy inaugura la 55.ª edición del Festival Internacional de Sitges, con unas pastillas de éxtasis y una Ester Expósito dispuesta a lo que sea para sobrevivir y para proteger a su pequeña sobrina, que ejemplariza a la perfección el espíritu juguetón del filme. Una historia de persecuciones, de edificios malditos, de brujas, de traficantes peligrosos, de eclipses inesperados, de rituales demoníacos, de niñas amenazadas, de sangre y vísceras. Una fiesta para los amantes de lo fantástico y el terror que llenará hoy el Auditori donde se proyectan las grandes pelis. "Estoy un poco nervioso, sí", reconoce el cineasta, uno de los representantes de aquella generación de hijos de Sitges que han roto barreras insólitas con el cine de género hecho en nuestro país.
🎞️ Festival de Sitges 2022: programa, entradas y todo lo que debes saber del ciclo de cine fantástico
Álex de la Iglesia abrió la puerta con Acción mutante y El día de la bestia, y después vendrían los J.A. Bayona, Paco Plaza, Nacho Vigalondo, Alejandro Amenábar o un Jaume Balagueró (Lleida, 1968) feliz desde que recibió la noticia de que Venus inauguraría un festival que conoce como si lo hubiera parido. "Estrenar una peli siempre es un momento impactante, pero inaugurar Sitges es otra liga. Una cosa muy importante para mí, por todo lo que implica el festival en sí en mi trayectoria, pero también en mi vida personal. Porque yo iba como espectador desde adolescente. Es en Sitges donde tenía que nacer el camino de la película, y aquí es par donde ha sido pensada, diseñada. ¡Era el momento, sí!", admite.
🎞️ 11 películas imperdibles del Festival de Sitges 2022
Estrenar en Sitges también es un arma de doble filo, tú conoces mejor que nadie cómo es el espectador del festival y sus exigencias...
Eso siempre pasa, tú haces un trabajo de la mejor manera que puedes, con toda la pasión y todo el amor, y después la película queda en manos del público y es cosa suya, tú ya no puedes hacer nada más. Tú sólo estás pendiente de qué pasará. En todo caso, es verdad que Venus está pensada para este tipo de público, pero no sólo: aunque es una peli muy de terror y muy fantástica, hay otros elementos, dramáticos o de thriller, que hacen que espectadores que no estén necesariamente acostumbrados al género la puedan seguir fácilmente.
En el origen de Venus se habló de inspiración en un relato escrito por H. P. Lovecraft.
Es una inspiración muy sutil, se habló en su momento y ha quedado este rumor. Es cierto que hay un cuento suyo, Los sueños en la casa de la bruja, que está un poco en el origen del proyecto: ¿y si una persona del mundo real acaba en un mundo completamente fantástico, relacionado con la brujería y los demonios? Pero no hemos hecho ninguna adaptación de Lovecraft, en absoluto. Era un punto de partida mío. Eso también venía del hecho de que, cuando Álex de la Iglesia me propuso hacer una película para su sello, The Fear Collection, me dio libertad absoluta: "Haz lo que quieras, mientras sea una peli de terror, mejor si es terror cósmico". Eso del terror cósmico me hizo mucha gracia, y al principio empecé a pensar en hacer un Lovecraft, por este tipo de maldición, que parece que no se acaba de hacer una buena adaptación. No pasamos de la idea, pero quedó en el ambiente eso del terror cósmico.
¿En qué momento pensaste en Ester Expósito, qué buscabas en ella?
Contar con Ester fue una de las ideas principales, porque es una actriz joven, que aparte de Élite había hecho papeles secundarios en cine que ya mostraban que era muy buena, y me parecía perfecta para embarcarnos juntos en un proyecto que era arriesgado. Desde el principio le dije que sería un rodaje difícil, y un personaje muy físico que lo obligaría a entregarse física y anímicamente. Y eso le encantó, fue el motor para apuntarse. Y lo hizo: se entregó completamente. Muchas escenas violentas se rodaron con especialistas, pero también con los actores. Y finalmente, en el montaje hay lo que rodaron Ester y los otros actores. La verdad es que rodando con ella íbamos descubriendo cada día el gran nivel que tenía como actriz, y cómo encajaba a la perfección con el cliché de una protagonista de una peli tan de género como esta.
Me gusta mucho el uso de la música en la película. Los temas de Mina o de Mari Trini...
Es curioso, porque la canción de Mari Trini, "Yo no soy esa", la teníamos clara desde el inicio. Y me sorprendió muchísimo cuando fui a ver Alcarràs, que también la utiliza. ¡No puede ser! Que una canción tan particular como esta aparezca en dos películas tan diferentes el mismo año. Es muy fuerte.
Qué link tan curioso entre dos imaginarios tan diferentes como los de Carla Simón y Jaume Balagueró. Mari Trini, pero también el buen ojo dirigiendo a niños actores. Aquí, la jovencísima Inés Fernández está estupenda...
Pondremos de moda a la Mari Trini (ríe). ¡Y sí, Inés está fantástica! No sé si soy un buen director de niños o si he tenido mucha suerte. Y también es verdad que he tenido la colaboración de un coach que trabaja mucho con niños. ¡Y la niña de Alcarràs me gusta muchísimo, como la película!
Hacer Venus ha sido maravilloso, era volver a las raíces, casi volver a ser un niño pequeño
Vuelves al género después de tu incursión en el cine de atracos con Way Down. ¿Te apetecía especialmente?
Sí, siempre apetece volver al género. Eso no quiere decir que no me guste hacer otras cosas, pero volver al género es volver a casa. Y con Venus ha sido maravilloso, era volver a las raíces, casi volver a ser un niño pequeño. Un niño pequeño que hace cine.
¿Qué tiene el cine de terror?, ¿qué te da hacer pasar miedo a la gente?
Lo que engancha es crear emociones en el espectador. Eso es una maravilla, la satisfacción que implica es absoluta. El miedo es una emoción muy intensa y provocarla es brutal, muy gratificante. Pero también provocar otras emociones, la melancolía, la tristeza, el humor... hacer sentir cosas al espectador con tu trabajo es una cosa maravillosa.
El miedo es una emoción muy intensa y provocarla es brutal, muy gratificante
¿Cómo ha sido este primer encuentro profesional con Álex de la Iglesia? Porque os conocéis desde hace muchos años y tener como productor alguien que siempre decís que os abrió las puertas al resto de cineastas que os habéis dedicado a hacer género...
Álex ha sido siempre una inspiración, desde principios de mi carrera, porque El día de la bestia nos abrió las puertas a todos. Con Álex nos conocíamos desde hace mucho, somos amigos, pero de repente poder trabajar con él ha sido muy emocionante. Lo hemos hecho como buenamente hemos podido, porque mientras nosotros preparábamos Venus, él estaba con el rodaje de la segunda temporada de 30 monedas. La que siempre estaba allí para lo que hiciera falta es Carolina Bang (coproductora, pareja y socia de De la Iglesia en Pokeepsie Films), que nos apoyaba, controlaba, ayudaba...
¿Ha sido un productor intervencionista?
El proceso fue muy fluido. De hecho, hicimos una primera versión del guion con Fernando Navarro y Álex nos dijo que no cambiáramos nada. A ver, era una primera versión, evidentemente que cambiamos cosas, pero Álex, que es muy entusiasta, nos decía: "¡No cambiéis nada, nada!" (río). Pasó un poco lo mismo con el primer montaje de la peli, la vimos y él: "¡No cambiéis nada, nada!" (vuelve a reír). Él es así. Y fíjate en que esta es una peli de terror, pero también es más cosas: da miedo, pero también tiene drama, intriga, thriller y survival. Es también una historia de empoderamiento. Es muchas cosas que me interesaban, y que queríamos explorar. Hacer sentir más cosas al espectador, y no sólo miedo.
Después de convertir en icónico un bloque de pisos del Eixample de Barcelona con [REC], ahora vuelves a dar protagonismo a otro edificio.
La realidad es que el edificio que escogimos para Venus no tiene ningún interés. Lo encontramos en un barrio de la periferia de Toledo, y si lo ves ni te fijas. Los interiores los rodamos en un hotel de Madrid que estaba cerrado por covid. Lo convertimos en alguna cosa inquietante, pero por sí mismo no tiene nada destacable ni perturbador. La idea era que en la película viéramos un edificio normal, el Mal elige un lugar donde hay sufrimiento, pero no un lugar terrorífico, un haunted building.
Nunca nos cansamos de celebrar [REC], al contrario
Se cumplen 15 años del rodaje de [REC], y en Sitges se proyecta un documental sobre el fenómeno. ¿Es una onomástica que celebraréis de forma especial o ya estás un poco harto?
No, no, en absoluto, nunca nos cansamos de celebrar [REC], al contrario. Nos reuniremos en Sitges con los actores, hace muchos años que no nos vemos, y será muy bonito. Y el fenómeno sigue asombrándonos, no salimos del asombro. ¿Realmente ha pasado todo lo que ha pasado con aquella idea loca que tuvimos con Paco sentados en una terraza tomando un café? Que se haya convertido en eso, que se siga hablando, que sea un clásico internacionalmente... ¿Es verdad o me lo estoy imaginando, lo estoy soñando? Es alucinante, de aquellas cosas que no te esperas nunca que pasen.
Las mejores ideas llegan en el momento más inesperado...
¡Son las mejores ideas ahora, con el paso del tiempo! Pero cuando nos pusimos dudábamos mucho, eh... ¿Quieres decir que no la estamos cagando? Dejémoslo correr... Paco y yo lo pensábamos constantemente. Sin embargo, poco a poco, la cosa fue cogiendo forma y nos entusiasmó, pero tuvimos muchas dudas.
También has hecho un episodio de la segunda temporada del remake de Historias para no dormir, para Amazon. Otra colaboración con lo que es un icono del género...
Participar en eso ha sido maravilloso. ¡La hice en plena posproducción de Venus, ¡qué lío! Pensaba que no podría con todo, y me lo pasé bomba!