Joan Manuel Serrat pondrá fin a cinco décadas de trayectoria con tres conciertos en el Palau Sant Jordi de Barcelona: mañana 20, jueves 22 y viernes 23 de diciembre. Leyenda de nuestra cultura popular, su discografía es la banda sonora de un tiempo, la segunda mitad del siglo XX, y un país, el nuestro. Autor de algunos de los mejores discos nunca publicados en casa, Serrat, el nano que nació en el Poble Sec para convertirse en un ídolo admirado mundialmente, es inexplicable, porque cualquier intento por describir su obra quedará pequeño delante del embergadura de la misma. Aun así, recorremos la vida de una de las mayores leyendas de la Nova Cançó a través de sus 10 álbumes más esenciales.

10. Dedicado a Antonio Machado (1969)
La prensa de la época bautizó el caso como 'La bomba Serrat'. Era el año 1968 y Joan Manuel Serrat era el artista escogido para representar Radiotelevisión Española en el festival de Eurovisión. El chico del Poble Sec, sin embargo, se negó a participar si no era interpretando la canción 'La, la, la' (compuesta por el Dúo Dinámico), en catalán. Denegada por el régimen franquista la petición del cantautor, el medio público estatal envió a Londres a la cantante Massiel, que acabaría ganando el certamen con la versión en castellano del tema.

Cantaste (Caminante no hay ando|camino)

Fue una decisión arriesgada, en tiempo de dictadura, pero lejos de acabar con su carrera, pocos meses después Serrat reaparecía con uno de sus álbumes más sublimes: Dedicado a Antonio Machado (1969), trabajo en que musicaba versos del poeta andaluz, escritor, recordamos, perseguido por las fuerzas fascistas. Grabado en los estudios Fonit – Cetra de Milán, se trata del quinto elepé en la discografía de Serrat, el segundo en que canta íntegramente en castellano. Recibido con escepticismo por su sello fonográfico de entonces, Zafiro, acabaría convirtiéndose en uno de sus discos más elogiados, escondite de creaciones desde entonces imprescindibles en su repertorio como Cantares.

Joan Manuel Serrat en Madrid el año 1969 / Foto: Joana Biarnés

9. Cada loco con su tema (1983)
La llegada de la década de los ochenta nos mostró un Serrat que elevaba a su máximo exponente su vertiente como letrista costumbrista, su 17 trabajo de estudio, este Cada loco con su tema es paradigmático de este ejercicio de sublime poesía mundana. Seguramente más optimista y vitalista que su predecesor, a pesar de que un peldaño por debajo, Serrat grabó el disco en mayo de 1983 en los estudios Eurosonic, de Madrid.

Cada loco cono su tema

Lo acompañaban sus colaboradores habituales de la época: Josep Maria Bardagí en la guitarra; Jordi Clua en el contrabajo, Francesc Rabassa en la batería y Ricard Miralles en el piano y la dirección musical. Obra que destaca por una orquestación más sutil y sencilla que en títulos anteriores, Cada loco con su tema contiene tres composiciones básicas en cualquier playlist de grandes éxitos de Joan Manuel Serrat: Algo personal, De vez en cuando la vida y, muy especialmente, la pieza que da nombre al disco.

8. En transito (1981)
Título más que descriptivo para el primer álbum de la década de los ochenta de Joan Manuel Serrat. Con la llegada de la democracia muchos de los cantautores de los sesenta y setenta transitaron de la canción protesta hacia estampas más costumbristas. Serrat, que nunca había sido una artista de clara implicación política en su obra, justamente hace el camino a la inversa. Solo así se entiende la visión ácida de la sociedad del momento como A quién correspondaA ustedLas malas compañías.

Hoy puede ser un gran día

Junto con estas, dos canciones que acabarían reivindicándose icónicas en el cancionero del Noi del Poble Sec: Hoy puede ser un gran día, composición luminosa y optimista en medio de un álbum, de tono más bien pesimista, y Esos locos bajitos con aquel mítico hacia de "niño deja ya de joder cono la pelota, niño que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca".

Joan Manuel Serrat se despide de los escenarios con tres conciertos en el Palau Sant Jordi de Barcelona

7. 1978 (1978)
Joya oculta en la discografía de Jan Manuel Serrat, quizás por haber sido publicado en un año, el 1978, en el que la música empezaba a olvidarse de las formas de la canción de autor para entregarse a la efervescencia de otros géneros emergentes, como el punk. Un trabajo, elaborado en colaboración del 'maestro' Josep Maria Bardagí, que en las letras incide en la vertiente más costumbrista del 'Nano', que a pesar de todo, destaca por méritos propios en el marcador final del legado de Serrat.

Qué bonito se Badalona

En su repertorio mención especial merecen piezas como Historia conocida, donde Serrat musica un poema de José Agustín Goytisolo; Ciudadano, crónica del hombre gris de la época; Tordos y caracoles, esputo poético contra las clases conservadoras o Qué bonito es Badalona, oda en la ciudad del Puente del Petróleo que acabaría versionando Manolo Escobar.

6. Joan Manuel Serrat (Com ho fa el vent) (1969)
Hay discos que los justifican una sola canción. Es el caso de Com ho fa el vent y Palabras de amor, que bien podríamos erigir en nuestra respuesta a Yesterday de los Beatles. Com ho fa el vent, sin embargo, no solo es reseñable para ocultar una de las mejores canciones de amor de todos los tiempos.

Palabras de amor

Tercer trabajo de largo de Joan Manuel Serrat, Com ho fa el vent, disco que oficialmente fue publicado bajo el homónimo título de Joan Manuel Serrat, es la cima creativa de la primera etapa de la carrera del cantautor del Poble Sec. Una obra en que, detalle importante en su trayectoria, colabora por primera vez con Ricard Miralles, pianista que estaría al cargo de la dirección musical de algunos de los discos más aclamados de Serrat. Un álbum injertado de efervescencia juvenil. Vitalidad, libertad y ganas de vivir traducidas en composiciones imprescindibles como Com ho fa el ventEn qualsevol llocMartaCamí avall o la esencial Cançó de matinada.

Joan Manuel Serrat, el noi de Poble Sec que se convirtió en un ídolo en todo el mundo

5. Mí niñez (1970)
Joan Manuel Serrat vuelve de su primera gira por América del Sur con un buen puñado de canciones nuevas que acabarán dando vida a uno de sus discos más excelentes. Un álbum que clausura su primera etapa colaborativa con el pianista y arreglista Ricard Miralles, con quien volvería a trabajar años después, nuevamente con resultados más que notables.

Señora

Mí niñez es un álbum, en su conjunto, introspectivo y autobiográfico (no falto de humor y fina ironía), donde sobresalen piezas como Cuando me vaya, Los debutantes, Amigo Mío o Fiesta. Y al frente de todas ellas, Señora, su particular carta de amor en su (ficticia) suegra.

Recibimiento a Joan Manuel Serrat en el retorno de su exilio / Foto: Archivo Pere Mas

4. Para piel de manzana (1975)
En septiembre de 1975 Joan Manuel Serrat se encontraba en México. En España el dictador agonizaba, pero todavía tuvo tiempo para firmar las últimas sentencias de muerte a 11 militantes del FRAP y ETA. A 6 de ellos se les conmutó la pena. A los 5 restantes (tres miembros del FRAP: Xosé Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz, y dos de ETA: Jon Paredes Manot Txiki y Angel Otaegi Etxeberria) se les ejecutó. Desde México, Serrat condenó la atrocidad del régimen franquista, acto que lo llevó a ser represaliado por las autoridades fascistas, obligándolo a sufrir 11 meses de exilio.

Malasangre

Fue en aquel periodo que apareció su disco, Para piel de manzana, un álbum muy injustamente olvidado por culpa del ostracismo de que fue víctima, pero que merece ocupar un lugar de honor en su decálogo fonográfico. Piezas como El carrusel del futo, La Casita Blanca o Malasangre, canción sobre un perro que se escapa de su amo (no hay que explicar la metáfora, verdad?), así lo certifican. El 20 de agosto del 1976 Serrat volvió a Catalunya. Sobre él todavía pesaba un orden de aprehensión, pero no fue detenido a su llegada. "Mireencuentro con Barcelona fueron unos conciertos por diferentes barrios de la ciudad, acompañados por Música Urbana", explicaría Serrat sobre una serie de seis conciertos del 29 de octubre al 18 de noviembre, en el Palau Blau-grana 2, el Cinema Favència de Nou Barris, el Cinema Teatre Navarra de Pubilla Casas, el Poliesportiu de Sant Andreu, el Club Esportiu Hispano Francès de la Vall d’Hebron y el Palau d'Esports de Montjuïc, que ofreció en apoyo a las causas vecinales de diferentes barrios de Barcelona y l'Hospitalet.

3. Ara que tinc 20 anys (1967)
La obra fonográfica de Joan Manuel Serrat se inició el año 1965 con la publicación del EP Una guitarra, trabajo modulado por cuatro composiciones, el homónimo Una guitarra, y con esta lla em deixaLa mort de l'avi y El mocador. Meses después aparecía Ara que tinc vint anys, un nuevo EP, esta vez con un repertorio conformado por Ara que tinc vint anysQuan arriba el fredEl drapaire y Sota un cirerer florit. Primeras incursiones en el mundo discográfico bajo el apadrinamiento del sello Edigsa, hogar de la Nova Cançó, que Serrat ampliaría con uno sencillo conformado por La tieta Cançó de bressol.

La tía

Todo este muestrario iniciático del talento de Serrat acabaría recogido en el primer elepé del cantautor del Poble Sec, este Ara que tinc 20 anys. Medio siglo después de su aparición, gracias a canciones ya icónicas como las citadas La tietaCançó de bressol o este canto a la vitalidad juvenil que es Ara que tinc vint anys, todavía resuena como la banda sonora esencial de un tiempo y un país.

2. Per al meu amic (1973)
Después de varios trabajos en castellano, el año 1973 Joan Manuel Serrat retornaba al catalán con Per al meu amic, disco que culminaba la que indudablemente es la mejor época en términos de calidad creativa en la trayectoria del Nano. Segunda posición en este recorrido por su obra, que justifican piezas como Helena, Menor y La primera, escogida cautivadora en que Serrat nos vuelve a mostrar su visión del amor.

Padre

Más allá del amor, Per al meu amic -este amigo en qué va dedicado el disco (y la canción homónima) es el cantautor valenciano Marià Albero- un disco con un sentido compromiso ecologista. Conciencia expresada a canciones como Els falziotsCaminant per l'herba o Pare, que años más tarde versionarían los emblemas del rock catalán, Sau.

Joan Manuel Serrat, autor de la banda sonora de un tiempo y un país / Foto: EFE

1. Mediterráneo (1973)
El año 2004, celebrando su 20 aniversario, la revista Rockdelux elaboró una lista de los mejores 100 discos españoles del siglo XX. Mediterráneo de Joan Manuel Serrat ocupó el número 3, solo superado por Veneno de Veneno y La leyenda del tiempo de Camarón. Podría haber sido el número 1 y nadie se habría extrañado. Mediterráneo es una obra plusquamperfecta de principio a fin.

Lucía

"Mediterráneo es un puñado de canciones que se escribieron entre agosto y noviembre de 1971 en Calella de Palafrugell (Girona), Fuenterrabía (Guipúzcoa) y Cala de Oro (Mallorca). Siempre cerca del mar", descubría el mismo Joan Manuel Serrat en el libreto de la edición mexicana de su disco más sublime. Un mar que representa la tranquilidad y la libertad que emanan la esencia de las mejores canciones de Serrat. Una tranquilidad y libertad que entonces, convertido en aquel símbolo que nunca había querido ser, tanto anhelaba.

Mediterráneo

Méditerráneo es una obra magna que, del amor de Lucía al compromiso y la conciencia de Vencidos, canciones herederas de la chanson pero con cierto aire del pop más delicado, todo envuelto de arreglos orquestales de una preciosidad casi hiriente y una nostalgia que más que más que doler reconforta, contiene todas las virtudes del estilo y personalidad del cantautor barcelonés.